Con el nuevo curso renovamos los buenos propósitos… pero ¿cómo sé que estoy cumpliendo con los objetivos?

Con el nuevo curso renovamos los buenos propósitos… pero ¿cómo sé que estoy cumpliendo con los objetivos?

Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC

A la hora de establecer objetivos, es fundamental concretar los indicadores que van a servirnos para conocer cuál es el nivel de cumplimiento de mis buenos propósitos, sean profesionales o personales. A todos nos sonará esto de: comienza un nuevo curso, voy a apuntarme a una academia para mejorar mi nivel inglés, o voy a apuntarme al gimnasio para ponerme en forma, aprender a cuidar mi alimentación… pero ¿cómo sabremos si vamos por buen camino para conseguir lo que nos hemos propuesto a la vuelta del verano?

En el ámbito laboral tendemos siempre a medir y cuantificar los resultados y la eficiencia de nuestra actividad profesional. Y ¿en el ámbito personal también funcionamos así?, ¿sabemos realmente si estamos consiguiendo nuestros propósitos?, ¿nuestros objetivos están alineados con nuestros valores?

A estas y otras preguntas no solemos responder porque previamente no nos hemos planteado que para los objetivos relacionados con nuestro desarrollo personal también necesitamos definir unos indicadores que nos muestren si vamos por buen camino y si vamos cumpliendo las diferentes fases que nos hemos planificado para alcanzar nuestro objetivo.

«En el ámbito laboral tendemos siempre a medir y cuantificar los resultados y la eficiencia de nuestra actividad profesional. Y ¿en el ámbito personal también funcionamos así?, ¿sabemos realmente si estamos consiguiendo nuestros propósitos?, ¿nuestros objetivos están alineados con nuestros valores?».

Durante un proceso de coaching, todas las sesiones finalizan con un plan de acción que define el propio coachee con la ayuda de su coach. A este plan de acción se deben añadir unos indicadores de éxito que midan cada una de las acciones que se han establecido. Cuantos más indicadores tengamos asociados a las acciones, mayor será el nivel de motivación para ponerlas en práctica porque ayudarán a visualizar su consecución y guiarán al coachee hacia el éxito de su plan de acción.

Los indicadores pueden ser de proceso o de resultados, según el momento en el que se esté del proceso de coaching. En el primer caso son los que se determinan en cada sesión y los segundos son los del proceso en general. Por otro lado, los indicadores pueden ser de eficacia que son los que muestran los resultados y los de eficiencia que dan información de cómo se están consiguiendo y los recursos que se han utilizado para su consecución.

Por lo tanto, durante un proceso de coaching es fundamental que los planes de acción vayan acompañados de una serie de indicadores realistas, claros y medibles porque serán una herramienta imprescindible y se convertirán en el motor para lograr el objetivo con éxito.

«Los indicadores pueden ser de proceso o de resultados, según el momento en el que se esté del proceso de coaching».

Así que no perdamos el camino, porque como bien decía el filósofo Friedrich Nietzsche: “Al perder tu propósito, has perdido el camino.”