Redacción ‘MS’- Solunion ha compartido recientemente su nuevo flash sectorial, en esta ocasión sobre el sector de la maquinaria en España, donde se reflejan varios aspectos clave del sector, como el aumento de sus ventas en un 22,6% en 2023, o que la exportación sigue siendo la seña de identidad del sector, con un peso del 76,8% sobre el total de la producción.
El informe ha sido elaborado por Joseba Esparza, Analista de Crédito-Zona Norte de Solunion en España.
2023: hacia una consolidación del sector
El sector de máquina-herramienta cerró el año 2023 con un récord histórico en ventas, hasta llegar a los 2.157 millones de euros, lo que supone +22,6% en comparación con el 2022. Este fuerte avance vino apoyado por la buena cartera de pedidos acumulada en el año anterior, así como por la reactivación de la demanda en sectores como automoción, aeronáutica o energía.
La exportación sigue siendo la seña de identidad del sector, con un peso del 76,8% sobre el total de la producción, mostrando un crecimiento del +13,7% en comparación con 2022.
Por países de destino, destacan especialmente Estados Unidos y México, donde las fuertes inversiones, especialmente en automoción, han convertido estos mercados en los principales destinos del sector. Por el contrario, mercados históricos como Alemania o Francia han acusado la situación de debilidad nacional, aunque se mantienen todavía en puestos relevantes dentro de países de destino. Finalmente, China o Italia se han mantenido fuertes durante el 2023 por la materialización de los pedidos captados en 2022.
A nivel de márgenes y resultados, el sector vio solventados parte de los problemas del 2022, como la escasez de componentes electrónicos o cuellos de botella en la logística. Esta situación, unida a la estabilidad de precios en materias primas como aluminio y acero, así como la moderación de precios de la energía, han permitido paliar en parte el incremento del gasto laboral y financiero sufrido durante el ejercicio anterior.
2024: Aterrizaje suave de la demanda
La cartera de pedidos cerrada en 2023 acumula un aumento del +12%, consolidando el crecimiento del año anterior (+11%). Esta mejora se apoya en la fuerte entrada de pedidos procedente de Estados Unidos y México, superando todas las previsiones del sector, y con la especial aportación del sector de automoción.
Por el contrario, países como China o Italia, que en 2022 escalaron muy fuerte en el ranking, han moderado de forma clara su demanda debido ralentización de la economía china, y al fin de los beneficios fiscales por inversión, en el caso de Italia.
Según AFM, la previsión para este año 2024 es un crecimiento en facturación más moderado del 5-7% gracias a esta cartera de pedidos acumulada a lo largo del 2023
Sin embargo, el primer trimestre de 2024 se inicia con una ralentización de la demanda, lo que conllevará asociada una caída en la entrada de pedidos, que se espera que dure hasta el último trimestre del año. Los factores que provocan esta disminución son varios, y están vinculados principalmente a la situación convulsa de los mercados. No obstante, debemos destacar que algunos sectores mantienen un mejor comportamiento, como automoción, aeronáutica y energía.
A esta situación se une un entorno macroeconómico con debilidades, con especial acento en una inflación que se resiste a bajar, así como unos tipos de interés elevados por un tiempo superior al esperado. Esta combinación de factores genera incertidumbre y un entorno que no favorece la confianza para invertir, desplazando esa demanda hacia escenarios con previsiones más favorables.
Esta combinación de factores supone que la entrada de pedidos en esta primera parte del ejercicio 2024 se esté viendo impactada a la baja, lo que hará previsiblemente que la facturación del próximo ejercicio sea ligeramente inferior a la del año en curso. A la vista de la situación, no esperamos una reactivación de la demanda hasta la última parte del 2024, en parte motivada por una relajación de los tipos y una reactivación de los pedidos aplazados.
En este sentido, los principales retos que afronta el sector son:
Debilidad en el mercado europeo. La ralentización de mercados históricos para la máquina- herramienta, como Francia o Alemania, están pasando factura al sector, siendo necesario ampliar mercados para captar pedidos. Por otro lado, la falta de una apuesta por la reindustrialización de la economía europea, el retraso en los fondos europeos, así como las dudas en la apuesta por ciertas tecnologías, está haciendo que algunas inversiones se desplacen a países con una menor regulación, como Turquía, India u Oriente Medio.
Apuesta por nuevos mercados. La debilidad de la demanda en Europa se ha sustituido en parte por el fuerte crecimiento en Estados Unidos, México y Canadá. La economía de Estados Unidos continúa a ritmos sólidos de crecimiento, con una importante reactivación de la industria de automoción, ferroviaria o aeronáutica, lo que está haciendo que las inversiones en equipo alcancen niveles históricos. Junto a esto, México lleva varios años apostando por una fuerte industrialización de su economía, lo que, unido al deseo de la economía norteamericana de reducir su dependencia de China, ha llevado a que muchos fabricantes americanos apuesten por trasladar algunos procesos a México, con la consiguiente necesidad de equipos en esta zona.
Capacidad de adaptación y necesidad de lograr economías de escala. En los últimos años, China está apostando por la creación de “campeones” en los principales sectores económicos (acero, automoción, tecnología, electrodomésticos). En el área de máquina-herramienta, está logrando desplazar a algunos pequeños fabricantes europeos con una tecnología u orientación a procesos más básicos, lo que está forzando a muchos grupos a especializarse en ciertos sectores, así como a ganar tamaño con operaciones de compra e integraciones.
Incremento de las necesidades de financiación. La tendencia actual del sector apunta hacia equipos con mayor carga tecnológica, pedidos de mayor importe, menores cantidades anticipadas por clientes, así mayores plazos de producción-entrega. Esta combinación de factores supone que las empresas con mayor capacidad y flexibilidad financiera se convertirán en ganadoras del sector gracias a su adaptación y respuesta a las necesidades del cliente y nuevos mercados
Insolvencias empresariales
Según nuestra segmentación del sector de la máquina-herramienta, el ejercicio 2023 se ha cerrado con la presentación de 111 concursos de acreedores, lo que supone un -14,6% en comparación con las cifras del 2022 (+22,6%).
El elevado número de concursos del 2022 estuvo motivado en parte por el levantamiento de la no obligatoriedad de presentar concurso. Como vemos, la tendencia por meses en 2023 muestra una evolución similar al año anterior, aunque con un mejor comportamiento a partir del mes de julio del 2023, donde se anota una caída de casos del 26% en comparación con el ejercicio anterior.
Esta mejora tiene su explicación en parte por una mejora de las ventas y resultados del sector, así como por unos datos macroeconómicos mejores de lo esperado. Sin embargo, el inicio del 2024 muestra signos del debilitamiento y ralentización económica del sector, con un fuerte repunte del +140% de los concursos en el Q1 2024 en comparación con el mismo periodo del 2023.
Morosidad: repunte de casos, mayores importes
En lo que respecta a la morosidad, la frecuencia del sector mostró un mejor comportamiento que la tendencia observada a nivel nacional hasta junio de 2023. Sin embargo, desde el mes de junio se observa un cambio en el número de impagos, con un repunte continuado que se mantiene también en los primeros meses del 2024.
Por lo contrario, a nivel de importe, esa morosidad, superior a la nacional hasta julio de 2023, vuelve a ubicarse por debajo de la media hasta diciembre, cuando podemos apreciar un nuevo repunte al inicio de este año 2024, acompañando el cambio de ciclo y en línea con el comportamiento de la media de España.