Redacción ‘MS’- Según el último estudio de Planes de Previsión de Aportación Definida elaborado por Mercer España, el 59% de los planes de las empresas para sus plantillas exigen una aportación por parte los empleados para que la compañía también lo haga. Una tendencia al alza que sin embargo apenas llega al 21% entre los planes de los directivos. En ambos casos la relación más frecuente es 1/3 de aporte del trabajador por 2/3 de la empresa.
Esta ha sido una de las conclusiones del webinar estudio de planes de previsión 2022: conclusiones y tendencias celebrado este jueves y donde se detalla que el 68% de los planes de plantilla utilizan el salario fijo como salario pensionable frente al 54% de los planes para directivos, además 7 de cada diez planes de plantilla exige algún requisito para poder adherirse a un plan, mientras que esta condición es prácticamente inexistente entre los planes de directivos. El análisis cualitativo realizado por Mercer revela también que mientras que el 65% de los planes de plantilla se vehiculan a través de planes de pensiones, en el caso de los directivos se utiliza en la práctica totalidad de los casos la póliza de seguro.
Para este estudio, Mercer España señala que ha llevado acabo un análisis estimado de costes para las empresas y coberturas a la jubilación para los empleados de diferentes niveles retributivos y en función de distintas variables como el salario pensionable, el vehículo de financiación o la obligatoriedad de aportación. Para realizarlo se ha llevado a cabo el estudio de 290 planes para toda la plantilla y 58 de directivos.
El estudio también confirma que los planes de pensiones siguen siendo los vehículos de financiación más ofrecidos por las empresas a su plantilla, aunque su escasa rentabilidad en los últimos años, debido a los bajos tipos de interés, ha provocado que muchas compañías se decanten por productos alternativos, como el Plan de Pensiones de Promoción Conjunta o pólizas Unit LInked-donde se invierte en fondos parte de los aportado para buscar más rentabilidad- que se están posicionando como un buen producto para canalizar las aportaciones de los empleados. El estudio también confirma una clara tendencia para simplificar las fórmulas de aportación, limitándolas a dos tramos en función del nivel salarial. Por último, se mantiene la tendencia, ya observada en 2019, de incluir conceptos variables en determinados colectivos.
“Las últimas reformas legislativas impulsadas por el Gobierno hacen más necesario que nunca la implicación de empresas e individuos en mejorar la jubilación de los empleados. Las empresas en ofrecer productos más atractivos a los trabajadores y los empleados en implicarse en su ahorro personal para poder complementar la pensión pública que le quede a la hora de jubilarse”.
Marta Pedrero, responsable de Financial Wellness de Mercer España.
