Redacción ‘MS’- Los partes de siniestro recibidos por Agroseguro tras la depresión aislada en niveles altos de la atmósfera (DANA) registrada entre los días 21 y 26 de septiembre superan, por el momento, las 25.000 hectáreas aseguradas. Este fenómeno, la segunda DANA registrada en el mes de septiembre, provocó una fuerte actividad tormentosa con abundantes lluvias, pedriscos y aparato eléctrico y con temperaturas más bajas de lo habitual. Así lo destaca a través de un reciente comunicado.
«Resulta especialmente llamativo que, además de las inundaciones habituales en las gotas frías, esta DANA ha venido acompañada de fuertes pedriscos, que han agravado los daños en el campo. También es inusual la extensión geográfica afectada, ya que incluye superficie agrícola de todo el arco mediterráneo (Comunidad Valenciana, Cataluña, Región de Murcia y Andalucía) así como del centro y sur peninsular (Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León)», detalla.
Agroseguro recuerda que estos fenómenos meteorológicos están cubiertos por el sistema español de Seguros Agrarios Combinados. Con el fin de agilizar los trabajos de peritación, es muy importante que los agricultores remitan los partes de siniestro tan pronto como les sea posible.
Daños por comunidad autónoma
En la Comunidad Valenciana, la cola de la DANA se dejó sentir con mucha violencia el sábado 25 de septiembre, agravando los efectos producidos por los pedriscos registrados con anterioridad (los días 16 y 20 de septiembre) sobre las comarcas de Utiel-Requena, Hoya de Buñol, Riberas del Júcar y Huerta de Valencia.
Los principales daños se concentran en producciones de caqui –con más de 5.000 parcelas afectadas y una superficie siniestrada que supera las 2.000 hectáreas– y cítricos –con más de 1.200 hectáreas afectadas durante la pasada semana–. Además, más de 400 parcelas de arroz también se han visto afectadas por las constantes tormentas de pedriscos registradas en la región (hasta siete en los últimos dos meses) y los chubascos localmente fuertes y persistentes.
Cataluña, por su parte, concentra la mayor parte de sus daños por un fuerte pedrisco sufrido el sábado en Lleida, y que ha afectado especialmente a la zona norte de la comarca del Segriá y La Noguera. En concreto, los daños se han producido en parcelas pendientes de recolección de almendra, frutales y uva de vino, así como en amplias zonas cultivadas de maíz (grano y forrajero). Los partes ya recibidos indican una superficie siniestrada superior a las 2.000 hectáreas.
En la Región de Murcia, las intensas lluvias sobre zonas de Campo de Cartagena, Lorca, Águilas, Mazarrón y valle del Guadalentín, que llegaron a superar los 40 l/m2 en pocas horas, y algunos pedriscos puntuales, han dejado daños sobre el olivar, viñedo, producciones hortícolas y uva de mesa, aunque en este último cultivo es importante evaluar su evolución en los próximos días.
En Andalucía, los mayores daños se concentran por las fuertes precipitaciones producidas el viernes 24 en la provincia de Huelva, que ocasionaron numerosas inundaciones y desbordamientos de arroyos que alcanzaron a explotaciones agrícolas de arándanos, caqui y cítricos. Cultivos leñosos, como el almendro o el olivar, y hortalizas, como el brócoli, la lechuga o el pimiento también han registrado daños puntuales, especialmente en las provincias de Granada y Almería. Por ahora, son 2.700 las hectáreas que han sufrido siniestro en la región.
En el caso de Castilla-La Mancha, las inclemencias meteorológicas dejan importantes daños en más de 4.000 hectáreas, en su mayoría situadas en la provincia de Albacete. Los cultivos dañados incluyen al viñedo (en especial de la variedad Monastrell, que se encuentra en el inicio de su recolección), así como daños puntuales en girasol, olivar, almendro y hortalizas (melón, sandía, tomate, patata, pimiento, lechuga y brócoli).
En Extremadura, muy afectada por las trombas de agua en núcleos urbanos, los daños superan las 2.400 hectáreas en total, con especial incidencia en el tomate de industria cultivado en las vegas del Guadiana, al que la DANA ha impactado al final de su ciclo de cultivo, y del que ya se han recibido partes de siniestro de más de 1.300 hectáreas.
Sobre Castilla y León, la DANA dejó precipitaciones en la segunda mitad de la semana que superaron, en apenas una hora, los 30 l/m2 en Ávila, y lluvias acumuladas en Soria y Segovia. Los cultivos que se encuentran en desarrollo, como remolacha, alfalfa o producciones de espinaca – especialmente en la zona más occidental de la comunidad autónoma– han sufrido los principales efectos de las tormentas, que suman más de 4.000 hectáreas siniestradas durante la pasada semana.