La Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid, ASEME, colabora en esta sección con ‘Muy Segura’ con el objetivo de dar a conocer a nuestra audiencia los diversos y valiosos perfiles de sus empresarias que constituyen, sin duda, un claro ejemplo para tod@s nosotr@s.
Este mes entrevistamos a la arquitecta Ana Pradillo.
¿Cómo fueron los inicios de su andadura profesional? ¿Qué enseñanzas le aportaron?
Comencé mis primeras prácticas laborales durante mis estudios de Arquitectura. Recomendada por mi profesor de estructuras, trabajé en una ingeniería donde se desarrollaban grandes proyectos industriales y de oficinas corporativas. Allí aprendí que la falta de experiencia se suple con actitud, esfuerzo y horas de trabajo.
Posteriormente comencé a trabajar en el estudio de arquitectura de mi padre. Comencé desde abajo, haciendo los procesos más básicos de una oficina y de un estudio de arquitectura. Con gran esfuerzo conseguí hacerme un hueco dentro del equipo.
En ese momento desarrollé mis primeros proyectos en solitario, mis primeras viviendas unifamiliares y posteriormente en el inicio de la crisis, fui el motor que impulso hacer los proyectos que nos permitieron resistir la crisis que comenzó en 2008. Fue entonces, en plena crisis, que desarrollé proyectos de vivienda colectiva. Recibí la felicitación de los diferentes participantes, quienes reconocieron que fue la obra mejor acabada en tiempo y forma de todas las que se ejecutaron en esa fecha.
En definitiva aprendí a valorar el equipo, que el esfuerzo es necesario, que la actitud mejora cualquier circunstancia por dura que sea, que hay que ser apasionado en el trabajo que uno desarrolla, que hay que generar alianzas con las personas que participan en los procesos. Que adoro el sector que elegí para mi desarrollo profesional.
‘Adoro el sector que elegí para mi desarrollo profesional’.
¿Qué hitos identifica como esenciales para usted en el transcurso de su trayectoria? ¿Por qué?
Mi primer hito fue de índole personal, pero fue el impulso decisivo para salir de mi zona de confort. Mi divorcio, en plena crianza de un bebe de 6 meses. Mi hija Candela, mi mayor impulso vital. La que más ha ordenado mi existencia.
Posteriormente, entre 2008 y 2009, aposté por realizar un MBA, lo que me dotó de estrategias empresariales, seguridad y me ayudó de forma fundamental en la toma de decisiones cuando me hice cargo de la empresa familiar en 2011. Fue entonces cuando hice consciente que fundamentalmente era empresaria por encima de arquitecto. Que me gusta la empresa, por ser un vivero de personas, ideas y economía para la sociedad.
2011 fue un hito importante porque pasé del desarrollo de un trabajo técnico a comenzar con trabajos de gestión empresarial, en una época dura, de profunda crisis del sector, de recortes, despidos y de llegar a acuerdos con todos aquellos que intervenían en los procesos y en el desarrollo del trabajo. Aprendí a tender redes, a generar alianzas, a establecer estrategias de éxito para el cliente y para mi empresa. Aprendí a celebrar cada contrato por pequeño que fuera, bajando la escalera como una vedette. Tener trabajo en esos años, mantener a tu gente, era la mejor de las recompensas a las largas jornadas de trabajo. Ver en tu equipo la tranquilidad de tener trabajo, no tiene precio.
Por mi pasión por las obras y el trabajo bien hecho, en 2015 fundé una empresa constructora que ha desarrollado más de 200 obras durante el tiempo que estuve dirigiéndola. La mayor parte basada en la estrategia comercial del boca a boca. Gente satisfecha, trabajo de autor hecho con cariño. Largas horas de dedicación, muchas del equipo, más aún en solitario.
En 2018 nace mi segundo hijo, Guillermo, y me impulsa a alinearme con mi parte más creativa. Obtengo la fuerza necesaria para plantearme un nuevo reto empresarial y comienzo a elaborar mi marca de interiorismo, con el apoyo incondicional de mi pareja, Luis. Que comprende la necesidad de mi cambio, de recuperar mi paz interior, de recuperarme a mi misma. Hasta aquí, muchos años de lucha, mucha entrega desinteresada. Etapa cerrada.
‘En 2018 nace mi segundo hijo, Guillermo, y me impulsa a alinearme con mi parte más creativa. Obtengo la fuerza necesaria para plantearme un nuevo reto empresarial y comienzo a elaborar mi marca de interiorismo, con el apoyo incondicional de mi pareja’.
¿Cuáles son los principales proyectos en los que ha estado involucrada?
A lo largo de mi carrera profesional he desarrollado proyectos de toda índole, tamaño, complejidad y sector. De esta forma he realizado proyectos de vivienda, reformas integrales de hogares, consultoría de compra de activos inmobiliarios, interiorismo de viviendas turísticas, reforma e interiorismo para viviendas de alquiler para estudiantes… En definitiva, todo tipo de intervenciones en el sector de la vivienda, tanto para el usuario final como para inversores, y abarcando desde la reforma, a la rehabilitación, como la obra nueva.
Asimismo, hemos desarrollado proyectos de licencia e interiorismo para hoteles, algunos de los expedientes tremendamente complejos. También licencias y diseño de restaurantes, sector retail, centros comerciales… Adaptación en general de espacios para todo tipo de usos, dotándoles de un mayor valor añadido, y siempre generando coherencia entre marca y experiencia del cliente final.
Sobre todo, tomando lo mejor de cada espacio, con la personalidad de su pasado y entendiendo que hay que dotarlos de todo aquello que les permite tener un futuro.
‘A lo largo de mi carrera profesional he desarrollado proyectos de toda índole, tamaño, complejidad y sector’.
¿Qué significa para usted la que define como su ‘gran pasión’, el interiorismo?
Es la herramienta que “me ha permitido” expresarme tal y como soy, en un momento empresarial y laboral que ha sido convulso, de extremo sacrificio y de continua tensión. Me ha permitido desarrollar una identidad propia dentro de una empresa familiar llena de mandatos concretos.
Disfruto con el diseño de mobiliario, la iluminación, imaginando los espacios, asistiendo a ferias… En fin, me ha permitido soñar y disfrutar de forma individual, sin las preocupaciones propias de dirigir la empresa. Disfrutando de la parte más vinculada al diseño y creatividad de la profesión.
Me ha permitido soñar, llenar de emoción los espacios. Si, de emoción, porque soy una persona tremendamente emocional y esta faceta me ha permitido generar emociones en el espacio, sin el encorsetamiento de la normativa extrema. Me ha permitido rehabitar muchos espacios que parecían carentes de personalidad y emoción. Me ha permitido desarrollar el potencial de los espacios desde una faceta emocional, física y mental.
Me ha permitido añadir valor a espacios que parecían carentes ya de sentido, obsoletos o tristes. Me ha permitido devolverles su sentido.
‘Soy una persona tremendamente emocional y esta faceta (el interiorismo) me ha permitido generar emociones en el espacio, sin el encorsetamiento de la normativa extrema’.
¿Por qué decide dar un giro a su carrera profesional el año pasado, apostando por su marca personal? ¿Puede contarnos en qué consiste el nuevo proyecto en el que se encuentra embarcada, así como cuáles son sus principales desafíos en el corto y medio plazo?
Como en toda empresa familiar, la mía no ha sido ajena a conflictos internos, de intereses, y de posicionamiento personal o individual que se anteponen a la misión de la empresa, y fundamentalmente el que surgiera la idea de resignar la ética profesional y el esfuerzo orientado a la excelencia en el trabajo bien ejecutado.
Todo ello me motivó a enfocar toda la energía, capacidad y experiencia en esta nueva etapa, comprometida conmigo misma y con un proyecto que naciera de mi, y desde luego contando con los clientes, colaboradores y equipo que fieles a esta idea han decidido acompañarme.
Tome impulso…. ¡Y me lancé!
Mi nuevo proyecto consiste en RE-HABITAR el espacio. Generar un lenguaje con los espacios a través de los proyectos de reforma y rehabilitación que mejoran la vida de las personas a través del análisis de sus necesidades reales. Rehabitando los espacios desde el plano físico, mental y emocional. Es decir, los espacios tienen que responder a las necesidades de las personas que los habitan. Tiene que tener un plano de solución física y equilibrio. Y tienen que generar emociones positivas en sus huéspedes. Además, después de esta situación tan dura tienen que ser flexibles, poderse adaptar, conciliar. En fin, todo un reto que va más allá de una simple distribución, o de una simple decoración.
Este proyecto se centrará en una primera etapa en RE-HABITAR las viviendas. Viviendas destinadas al usuario final, a su habitante. Y viviendas para inversor, garantizando un valor añadido. Y responderemos a todo el proceso, desde la búsqueda del inmueble, desarrollo del proyecto y obra y la puesta en el mercado del producto final que tendrá un claro valor añadido.
‘Mi nuevo proyecto consiste en RE-HABITAR el espacio. Generar un lenguaje con los espacios a través de los proyectos de reforma y rehabilitación que mejoran la vida de las personas a través del análisis de sus necesidades reales’.
Mercado asegurador: ¿Cuál es su experiencia y visión acerca del mercado asegurador? ¿Y concretamente en lo que respecta a la figura del corredor de seguros?
En primer lugar, he crecido en un entorno familiar y laboral donde los seguros de vida, de responsabilidad civil, de ahorro… siempre han estado presentes. Cuando comencé como arquitecto, la primera gestión que hice después de colegiarme fue obtener mi seguro de responsabilidad civil. Y, cuando me independicé, contraté un seguro de vida y otro de ahorro. En definitiva, tanto mi vida personal como laboral, siempre han estado protegidas por seguros de toda índole. He contado durante mucho tiempo, además, con la figura de confianza de un corredor de seguros.
Creo que es una figura fundamental, puesto que es el profesional que te asesora en el producto que mejor se adapta a tus necesidades. Es el profesional en el que depositar la confianza para el asesoramiento y la contratación de los seguros que mejor te van a proteger y ayudar en tu día a día.
‘Tanto mi vida personal como laboral, siempre han estado protegidas por seguros de toda índole. He contado durante mucho tiempo, además, con la figura de confianza de un corredor de seguros, algo fundamental’.
¿Desea trasladar un mensaje a la mujer profesional, que constituye una parte muy destacada de la audiencia de Muy Segura?
En mi experiencia profesional, en un sector eminentemente masculino, he podido desarrollar mi profesión sin barreras. O bien porque no las ha habido, o bien porque las he destruido con trabajo bien hecho, argumentos y, cuando ha sido necesario, con carácter. No me he detenido ni me he visto diferente. En ocasiones no ha sido fácil dentro de mi propia empresa, de marcado carácter machista.
Aunque muchos estudios aún confirman que existen diferencias en puestos de responsabilidad, sueldos, crecimiento profesional y capacitación dependiendo si eres hombre o mujer, ser mujer profesional te otorga el poder y las herramientas para cambiar esto.
‘Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder, debes tomarlo tú misma’ (Roseanne Barr).
Que existe también un mensaje positivo, que en los sectores tecnológicos y científicos, en los últimos 35 años el 73% del empleo generado ha sido femenino. Que los puestos de responsabilidad sí están siendo ocupados por mujeres menores de 35 años, ya que son mujeres más preparadas y que han sido formadas con menos prejuicios sobre su capacidad para ocupar puestos de responsabilidad.
También que el aumento de oportunidades para la mujer en el ámbito laboral genera un beneficio económico.
Por todo esto, mi mensaje es que todas sumamos, allí donde estamos y trabajamos, que no hay que decaer, queda mucho por hacer, pero el camino hacia el éxito está diseñado.
‘En mi experiencia profesional, en un sector eminentemente masculino, he podido desarrollar mi profesión sin barreras’.