Por su interés para nuestra audiencia, ‘Muy Segura’ se hace eco del siguiente artículo, que también puede ser visitado en Canal Salud de IMQ a través del siguiente enlace: https://canalsalud.imq.es/blog/analisis-de-sangre.
Lo escribe la Dra.
Cuando nos dan los resultados de un análisis de sangre lo primero que hacemos es mirar si hay asteriscos (*) y enseguida intentamos interpretarlos. Para la mayoría de personas, los resultados no son fáciles de interpretar, pues no tenemos del todo claro qué detecta un análisis de sangre y cómo evaluar los distintos parámetros, lo cual puede llevarnos a confusiones que nos alarman sin necesidad.
Cuando se realiza un análisis de sangre, junto al resultado obtenido, se adjuntan los valores considerados como normales para cada determinación. Cuando el resultado está fuera de este intervalo se marca con un asterisco. Su presencia no implica que exista algo patológico. El resultado tendrá que ser valorado por el médico teniendo en cuenta las características del paciente: edad, sexo, hábitos tóxicos, antecedentes personales y familiares así como los datos obtenidos de la historia clínica y exploración.
Para qué sirve el análisis de sangre y cuándo lo solicitan
De forma general, y más allá de la pertinencia de realizarse un análisis de sangre frecuentemente como método de prevención, los profesionales sanitarios suelen recomendar realizarse un análisis de sangre por uno de los siguientes tres motivos:
- Llegar a un diagnóstico tras realizar una historia clínica completa y exploración del paciente.
- Seguimiento y control evolutivo de enfermedades ya diagnosticadas o de los tratamientos instaurados: si son o no eficaces o si producen efectos secundarios.
- Detectar factores de riesgo que nos permitan prevenir el desarrollo de una enfermedad, a partir de determinadas edades y según unos protocolos consensuados.
Valores más frecuentes en un hemograma
Los valores estándar pueden variar ligeramente, puesto que cada persona cuenta con unos valores determinados en función de su sangre y las referencias estadísticas. No obstante, te mostramos los datos que habitualmente aparecen reflejados en un análisis de sangre común:
- Hematíes: células sanguíneas que contienen hemoglobina, encargadas de transportar oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos vivos del cuerpo, ayudando a eliminar el dióxido de carbono en nuestro organismo.
- Hemoglobina: proteína que hallamos en los glóbulos rojos y causante de su color.
- Hematocrito: valor que define el volumen de glóbulos rojos en relación al total de la sangre.
- Volumen corpuscular medio (VCM): valor que proporciona el promedio del volumen individual de los glóbulos rojos.
- Hemoglobina corpuscular media (HCM): parámetro que mide la concentración de hemoglobina presente en cada glóbulo rojo.
- Linfocitos: células que forman parte del sistema inmunológico, que circulan por la sangre y cuya principal función es detectar elementos extraños en el organismo para defender al cuerpo de las infecciones.
- Neutrófilos: suponen entre el 45 y el 70% del total de glóbulos blancos en sangre y constituyen la primera defensa ante el ataque de un antígeno o agente extraño.
- Monocitos: tipo de glóbulos blancos que ayudan a otros leucocitos a eliminar tejidos muertos o dañados, regular la inmunidad del organismo y destruir células cancerosas.
- Eosinófilos: tipo de leucocito que desempeña un papel en la respuesta del organismo frente a las reacciones alérgicas, infecciones por parásitos y el asma.
- Plaquetas: ayudan a la correcta coagulación de la sangre y reconstruyen vasos sanguíneos que han sido dañados. Reaccionan rápidamente cuando el cuerpo recibe algún tipo de daño, ayudando a frenar las hemorragias.
- Velocidad de sedimentación globular (VSG): detecta inflamaciones o infecciones en el organismo, desde un resfriado hasta enfermedades inflamatorias (por ejemplo: la artritis).
Aparte del hemograma, en un análisis de sangre general también se estudia la llamada rutina bioquímica. Es decir, la concentración de las sustancias químicas disueltas en el plasma sanguíneo. Las principales determinaciones son:
1. Glóbulos rojos
Los glóbulos rojos son los encargados de trasladar el oxígeno a todo el organismo a través de la hemoglobina. Cifras bajas indican la presencia de una anemia que puede tener múltiples causas (déficit de hierro o de vitaminas como el ácido fólico y vitamina B12, sangrados ginecológicos, digestivos…). Por el contrario, su exceso o poliglobulia puede deberse, entre otras causas, al tabaquismo, enfermedades respiratorias crónicas, etc.
2. Glóbulos blancos
Se establece tanto su cifra total (recuento) como la de los distintos tipos (fórmula leucocitaria): neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos. Son los responsables de la respuesta defensiva del organismo. Pueden presentarse elevados, entre otras causas, por la presencia de un proceso infeccioso, o disminuidos por algunos tratamientos farmacológicos.
3. Glucemia
Si el nivel de glucosa en sangre está elevado, por encima de 126 mg/dl en más de dos determinaciones analíticas, nos indicará la existencia de diabetes y si se encuentra entre 110-126 se trataría de una glucemia basal alterada o prediabetes. En los pacientes diabéticos, se solicita el análisis de sangre de forma trimestral o semestral, para valorar si la enfermedad está controlada.
4. Urea y creatinina
Dan información sobre el estado de la función renal. Su elevación puede indicar que el paciente esté deshidratado o la presencia de una insuficiencia renal que puede ser aguda o crónica. Esta última generalmente relacionada con la edad avanzada y con enfermedades que, mal controladas, acaban afectando al funcionamiento renal, como son la hipertensión arterial, la diabetes, etc.
5. Transaminasas (GOT, GPT y GGT), fosfatasas alcalinas y bilirrubina
Son las determinaciones que se utilizan para valorar la función hepática. Una cifra elevada de transaminasas indica que existe una inflamación hepática que puede deberse a procesos infecciosos como las hepatitis víricas tanto agudas (cifras más elevadas) como crónicas, a la ingesta de alcohol o de determinados fármacos.
Niveles muy elevados de bilirrubina en sangre pueden producir un tinte amarillento de la piel que se denomina ictericia que se puede producir, entre otros motivos, cuando en algunos casos la existencia de piedras en la vesícula pueda impedir la excreción adecuada de la bilis.
6. Colesterol y triglicéridos
Su elevación constituye, junto con el tabaco, hipertensión y diabetes, uno de los principales factores predisponentes a sufrir enfermedades cardiovasculares (infarto, angina, ictus). Cuando el colesterol total está elevado, se suele solicitar el HDL y LDL colesterol. La relación entre estos parámetros junto con los antecedentes familiares y personales del paciente (edad, hábitos tóxicos, enfermedades) permitirá determinar su riesgo cardiovascular global, que será el que indicará la necesidad de tratamiento farmacológico.
Principales enfermedades que se detectan en un análisis de sangre
Las sustancias químicas presentes en la sangre analizadas por el hemograma ayudan a saber cómo se encuentran los diferentes órganos del cuerpo. Mencionamos a continuación cuáles son las principales enfermedades que pueden ser detectadas gracias a un análisis de sangre.
1. Anemia
La anemia puede detectarse gracias a un nivel demasiado bajo de glóbulos rojos, un valor que puede ser indicativo de que las células del cuerpo no reciben el oxígeno que necesitan.
Si bien es cierto, cabe tener en cuenta que no es lo mismo una anemia en una mujer joven en edad fértil (en la que la causa más frecuente suele ser la pérdida de hierro que se produce con la menstruación) que un hombre de mediana edad, en cuyo caso puede deberse, entre otras causas, a una pérdida de origen digestivo que, probablemente, indicaría la necesidad de realización de otras pruebas diagnósticas.
2. Diabetes
La diabetes puede detectarse gracias al análisis de los niveles de glucosa en sangre (la fuente de energía principal para el rendimiento diario de nuestro organismo); concretamente, cuando los niveles de azúcar se muestran más elevados de lo habitual. Te lo contamos en mayor profundidad en nuestro post dedicado a cómo saber si tengo diabetes.
3. Enfermedades en el hígado
Las enfermedades del hígado pueden ser origen de serios problemas de salud a corto, medio y largo plazo. Son distintos los parámetros que nos indican algún desajuste. Por ejemplo, cuando los índices de fosfatasa alcalina son anormales, estos pueden ser señal de patologías en los conductores biliares.
4. Cáncer
Los análisis de sangre no pueden detectar el cáncer de forma rotunda (a excepción de los cánceres propios de la sangre), pero sí pueden presentar indicios y avisos de tu cuerpo. De este modo, el hemograma es especialmente útil para prevenir o reaccionar cuanto antes si aparecen valores anormales, pidiendo pruebas complementarias para confirmar.
¿Con qué frecuencia es recomendable hacerse un análisis de sangre?
Será su médico el que determinará cuándo y con qué frecuencia se deberá realizar un análisis que variará según el objetivo que se persiga:
- Screening o despistaje para detectar de forma precoz enfermedades en función de la edad y siguiendo los protocolos de prevención establecidos (hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia…).
- Diagnóstico de patologías.
- Control evolutivo de pacientes ya diagnosticados y seguimiento de tratamiento.
Análisis de sangre en ginecología
Las visitas regulares al ginecólogo son importantes para todas las mujeres, el tipo de pruebas ginecológicas que se practican difieren de manera sustancial en función de la edad y una de ellas puede ser una extracción de sangre. En nuestra guía de pruebas ginecológicas por edades te ayudamos a contextualizar los distintos exámenes ginecológicos según tu edad. Además, también te ofrecemos un calendario resumido con las diferentes pruebas: https://contenidos.imq.es/pruebas-ginecologicas-edades?hsCtaTracking=0a77ce48-64c1-46bc-a857-d3b584f9c08c%7Cf3ce6047-f48d-4055-abb0-94a990d72790