Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.
Si hace unos años nos llegan a contar todo lo que hemos vivido en apenas unos meses, pensaríamos que nos están tomando el pelo. Nada más lejos de la realidad es que cada día nos enfrentamos a multitud de situaciones en las que se hace necesario ser capaces de adaptarnos a los cambios, porque solo así, siendo resilientes, podremos continuar nuestro camino disfrutando cada día.
¿Qué ocurre cuando la incertidumbre está en el centro de nuestra vida? Pues en muchos casos, nos puede llevar a pasar factura y generarnos auténticas crisis de ansiedad o estrés que, a su vez, nos pueden ocasionar problemas de insomnio, concentración, autoestima, frustración, bloqueo…
Así que nos está pasando como decía el escritor Mario Benedetti: “Cuando creíamos tener todas las respuestas, cambiaron todas las preguntas”. Así es, el tiempo presente y los acontecimientos a los que nos estamos enfrentando cada día, nos ha hecho cambiar muchos de los esquemas que teníamos hasta el momento: como el modo de trabajar, nuestras relaciones sociales e incluso, los más pequeños han tenido que aprender sobre la marcha cómo asistir a clase a través de un dispositivo.
¿Cómo podemos hacer para que la incertidumbre juegue a nuestro favor?
Como dice Deepak Chopra, médico y escritor: “En la incertidumbre encontraremos la libertad para crear cualquier cosa que deseemos”. Y ahí es donde tenemos que poner toda nuestra energía, en ver que en la dificultad también está la oportunidad de generar nuevos aprendizajes y sinergias que posibilitarán proyectos de futuro en lo personal y en lo profesional.
2021 se nos ha presentado como un año repleto de retos, donde la creatividad jugará un papel muy importante junto con la capacidad de resiliencia. Gracias a estas 5 claves podremos vivir el presente con calma y, desde esa calma, tomar decisiones que nos ayuden a avanzar.
- Identificar qué es lo que nos pasa. Lo primero es saber qué nos está pasando, qué emociones afloran, si esta situación de incertidumbre nos está causando algún trastorno y, si es así, buscar el apoyo profesional y social ante los primeros síntomas.
- Centrarnos en el ahora. Es fundamental vivir en el aquí y en el ahora para poder disfrutar de las pequeñas cosas. Aprender a relativizar nos ayudará a sobrellevar la incertidumbre y eso se consigue mirando hacia atrás y comprobando que ya has pasado por situaciones parecidas pero al pasado, como se suele decir, se mira para coger impulso y para aprender lo de vivido. Hay que intentar no recrearnos en tiempos pasados ni tampoco anticiparnos al futuro con los “y si” porque quizás nunca lleguen.
- Planificar sí pero no controlar. Es aconsejable tener cierta planificación en lo que hacemos, tanto a nivel personal como profesional, porque eso nos da seguridad y nos facilita el trabajo pero no hay que confundir la planificación con el control absoluto de lo que hacemos, así que planifica pero con cierta flexibilidad.
- Calma, calma y más calma. Para el reloj y date unos minutos del día para no hacer nada, solo busca estar en calma. Para ello puedes utilizar métodos de relajación, como puede ser la práctica de Mindfulness, a través de ejercicios muy sencillos de atención a la respiración.
- Revisa tu estilo de vida. Llevar una vida más saludable te puede ayudar a afrontar las situaciones de incertidumbre con más energía. Cuida tu alimentación para que sea lo más saludable posible aportando a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios; práctica algún deporte, y si es al aire libre mejor, sal a caminar siempre que puedas y; no te olvides de intentar descansar las horas necesarias.
Así que, si el algún momento la incertidumbre se hace más fuerte, habrá que buscar los recursos necesarios para volver a equilibrar nuestro estado emocional y, desde ahí, desde la calma, parar para continuar.