En la actualidad, los consumidores tienen a su alcance una infinidad de productos destinados a mejorar el cuidado del pelo. Desde tratamientos anti caída o de máxima hidratación hasta productos para evitar el encrespamiento, entre muchos otros. Sin embargo, la enorme oferta de productos destinados a mantener el cabello lo más sano, vivo y radiante posible puede generar confusión en cuanto qué producto aplicar primero y cuál después.
Para seguir una buena rutina capilar es imprescindible seguir un orden adecuado en la aplicación de las soluciones capilares, para que el cabello absorba todas las propiedades de las mismas y se puedan observar de verdad resultados que mejoren o y cuiden la salud del pelo. En este contexto, abril et nature, compañía especializada en la fabricación, distribución y comercialización de cosmética capilar y facial de calidad profesional, explica los pasos a seguir en la rutina capilar.
En primer lugar, y antes de nada, es fundamental tener en cuenta que cada cabello es único y tiene necesidades específicas en función del momento y considerando los tratamientos y/o trabajos técnicos aplicados previamente. En este sentido, es crucial reconocer que el uso de tratamientos capilares adecuados depende de las características individuales de cada pelo. Para encontrar los productos idóneos en cada paso de la rutina capilar, es muy importante considerar factores como la adecuación al tipo de melena, la calidad del producto o problemas específicos que pueden existir, como la grasa, la caspa o la caída, entre otros.
Asimismo, el momento del año y exposición de factores como la mayor exposición solar, también afectarán a las rutinas en cada momento. Además, es idóneo acudir a un profesional de peluquería para recibir asesoramiento por parte de un experto/a en el cuidado del cabello, con el fin de que pueda brindar consejos personalizados sobre el producto ideal según el tipo de pelo o necesidad.
- Pre-champú
Como su propio nombre indica, se trata del producto que se aplica entre 10 y 15 minutos antes del lavado con champú. Aunque no es un paso imprescindible, sí que es ideal para cabellos que sufren de deshidratación o daño profundo, dado que ayuda a regular la grasa del cuero cabelludo y mantener el pelo limpio durante más tiempo, además de aportar más volumen y cuerpo.
- Champú
Tras el pre-champú, pasamos a uno de los productos más reconocidos y que la mayor parte de usuarios incluyen en su rutina capilar: el champú. Este producto desempeña la función de limpiar y cuidar el pelo, eliminando el exceso de grasa, entre otras funciones según la clase de producto.
En este sentido, existe una amplia variedad de champús con diferentes funciones y características específicas para distintos tipos de cabello.
Para pelos que necesitan hidratación, existen soluciones como el Champú Rehydration que aportan flexibilidad y un aspecto saludable, gracias a la nutrición que el propio producto brinda. Por otro lado, para cabellos con alto encrespamiento, productos como el Champú Nature Frizz son idóneos para hidratar en profundidad y combatir el encrespamiento, a través de sus aceites nutritivos.
- Mascarilla
Clave para una máxima hidratación y un acabado brillante y suave. La mascarilla es un producto esencial para el cuidado capilar, puesto que ayuda a lucir una melena saludable y resistente, protegiéndola de los daños causados por la coloración o los efectos del sol.
Como sucede con el champú, existen diferentes tipos de mascarilla que se ajustan a los diferentes cabellos, ya sea seco, graso, encrespado o con poco volumen. Para cabellos gruesos y muy dañados, mascarillas como Sublime, compuesta por células madres vegetales y ácido hialurónico, ayuda a suavizar, reparar e hidratar el pelo, tanto en el interior como en el exterior.
Tampoco podemos dejar de lado los cabellos teñidos, ya que este paso será imprescindible para mantener el color como el primer día. En este sentido, encontramos mascarillas como la matizadora Platinium, para cabello rubio y canas, que suaviza y nutre el pelo para evitar los reflejos y tonos amarillos, rojos o cobrizos.
Es importante poder dejar actuar la mascarilla por unos minutos para que pueda hacer efecto en el cabello, y después aclarar con abundante agua.
- Aceite capilar o sérum reparador
Este paso es un must, si el objetivo es conseguir un cabello bonito, brillante, suave, con movimiento y sin encrespamiento. El sérum puede tener diferentes finalidades, entre ellas: aporta brillo, nutre, sella las puntas y fortalece el pelo. A la hora de su aplicación es importante distribuir poca cantidad y aplicarlo de medios a puntas, mechón por mechón. Es un producto que no necesita aclarado, esta es su principal diferencia respecto a la mascarilla, y que se puede utilizar tanto en pelo mojado como seco.
- Productos de styling y/o protector de calor
El último paso esencial para completar la rutina capilar son las productos de styling y/o protector de calor. Estos productos ayudarán a preparar el pelo para el peinado final. Su labor es perfeccionar y elevar el aspecto de la melena. No solo ayudan a mantener el estilo de peinado, sino que también brindan una serie de beneficios adicionales. Estos incluyen la hidratación del cuero cabelludo, la reducción del daño mecánico, la hidratación de la superficie del cabello, el sellado de las cutículas, el control del encrespamiento y la aportación de vigor y brillo.
El protector térmico para cabellos naturales es muy importante para proteger el pelo antes del peinado mediante aparatos térmicos como secadores y planchas. Este producto evita los daños en el cabello producidos por el calor, mejorando el aspecto del cabello.
A esta rutina capilar se le pueden añadir pequeños hábitos que harán que todos los pasos tengan más efectividad. Además de una buena selección de productos y un correcto orden en su aplicación, seguir prácticas como evitar el uso excesivo de herramientas de calor hará que el resultado final sea más visible. Otras prácticas para complementar la rutina son el uso de herramientas como cepillos y peines adecuados para el tipo de cabello, o evitar el agua caliente durante el proceso de lavado y el enjuagado con agua fría.