Redacción ‘MS’- Por su interés para nuestra audiencia, ‘Muy Segura’ se hace eco del siguiente artículo, que puede ser visitado en Canal Mujer de IMQ a través del siguiente enlace: https://canalmujer.imq.es/incidencia-coronavirus-embarazo/
Lo escribe el Dr. Alberto Alonso Ruiz, especialista en Reumatología de IMQ.
La osteoporosis es una enfermedad del esqueleto caracterizada por la disminución de la resistencia de los huesos, debido a una pérdida de su densidad y calidad, que predispone al aumento del riesgo de fractura. Se destruye más tejido óseo del que se fabrica y los huesos terminan volviéndose porosos, delgados y frágiles. Motivo por el cual pueden aparecer fracturas ante el más mínimo esfuerzo.
La osteoporosis es mucho más frecuente en mujeres posmenopáusicas –por la disminución de la producción de estrógenos–, aunque también puede diagnosticarse antes de esta etapa y en algunos varones.
«Cuatro de cada diez mujeres sufrirán al menos una fractura como consecuencia de la osteoporosis a partir de los 50 años«.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoporosis?
Las fracturas son la consecuencia más importante de la osteoporosis y se pueden producir en cualquier hueso, aunque las más frecuentes son las de la columna vertebral, junto con la zona del antebrazo cercana a la muñeca y el fémur. La osteoporosis no provoca síntomas, excepto que el paciente sufra una rotura de este tipo. Por lo tanto, hay que sospechar la osteoporosis ante la presencia de alguno de los factores de riesgo o si ha tenido una fractura sin un traumatismo significativo (fracturas por insuficiencia).
El diagnóstico, se realiza mediante una densitometría del hueso, método que permite medir la densidad mineral ósea (DMO). Si bien es cierto que no se recomienda llevarla a cabo de forma indiscriminada a todas las mujeres que hayan pasado ya la menopausia, hay que tener en cuenta que es frecuente la ausencia de sintomatología, por lo que se debe realizar esta prueba ante la presencia de cualquier factor de riesgo.
«Las fracturas son la consecuencia más importante de la osteoporosis y se pueden producir en cualquier hueso, aunque las más frecuentes son las de la columna vertebral, junto con la zona del antebrazo cercana a la muñeca y el fémur».
¿Hay factores de riesgo independientes de la DMO?
Hay factores de riesgo independientes de la DMO que hay que considerar: edad avanzada, fractura previa, bajo peso, tratamiento prolongado con glucocorticoides, historia familiar de fractura de cadera, ingesta de alcohol y tabaquismo.
¿Qué es la densiometría ósea?
La densitometría ósea es una técnica diagnóstica que permite medir, por medio de los rayos X, la densidad mineral del hueso, es decir, su contenido en calcio.
Esta prueba se utiliza para hacer un diagnóstico de la osteoporosis en su etapa más precoz para poder poner un tratamiento que prevenga su evolución hacia el empeoramiento. A través del conocimiento del grado de osteoporosis podemos saber el riesgo que tiene el paciente de sufrir fracturas óseas. También se utiliza para valorar la respuesta al tratamiento de la osteoporosis.
En la densitometría se considera que un/a paciente tiene osteoporosis cuando presenta una densidad ósea inferior a –2,5 en la escala que se utiliza para medirla. Además de esta prueba, es conveniente realizar algunas determinaciones de laboratorio –análisis de la cantidad de calcio, fósforo y vitamina D, entre otros– y en ocasiones un estudio radiológico. El diagnóstico precoz es clave en estos casos ya que existen diversos tratamientos muy eficaces si se aplican de forma rápida.
«La densitometría ósea es una técnica diagnóstica que permite medir, por medio de los rayos X, la densidad mineral del hueso, es decir, su contenido en calcio».
¿Cómo se lleva a cabo la densiometría ósea?
- Se valora la densidad mineral, para lo cual mide el contenido mineral óseo de la 2ª,3ª y 4ª vértebras lumbares (L2,L3,L4) y del cuello del fémur.
- Mientras la paciente está acostada en la camilla, un escáner pasa sobre todo el cuerpo.
- Se utilizan dosis muy bajas de Rx (alrededor de una décima parte de la dosis de radiación utilizada en una Rx de tórax). De hecho, para este tipo de equipamiento no es necesario que la sala esté plomada, y el técnico de Rx que realiza la prueba puede trabajar sin riesgo al lado del densitómetro.
- El estudio es totalmente indoloro. Tras la exploración la paciente puede reincorporarse a su vida habitual inmediatamente.
¿Cuándo hay que realizar una densiometría ósea?
Se recomienda realizar una densitometría ósea en todas las mujeres mayores de 65 años y en las mujeres de menos de 65 años si tienen al menos un factor de riesgo. En hombres se debe realizar si tienen alguno de los factores de riesgo referidos además de deprivación de andrógenos. Se debe realizar densitometrías repetidas cuando el paciente está en tratamiento para la osteoporosis o tiene factores de riesgo. En hombres o mujeres que tienen osteopenia densitometrica (entre -1 y -2,49) se recomienda densitometrías de seguimiento cada 2 años.
«Se recomienda realizar una densitometría ósea en todas las mujeres mayores de 65 años y en las mujeres de menos de 65 años si tienen al menos un factor de riesgo».
Tratamiento de la osteoporosis
El tratamiento no farmacológico consiste en una adecuada ingesta de calcio y vitamina D, ejercicio físico, evitar traumatismos y caídas, así como evitar el tabaco y el abuso de alcohol.
El tratamiento farmacológico tiene como objetivo incrementar la densidad mineral ósea y reducir el riesgo de fracturas. Se debe tratar a pacientes con osteoporosis establecida (DMO ≤-2,5) o con antecedentes de fracturas por insuficiencia
Existen diversos fármacos: estrógenos, bifosfonatos, raloxifeno, denosumab y teriparatida. Los fármacos recomendados para iniciar el tratamiento son bifosfonatos orales. En pacientes con enfermedades esofágicas o intolerancia digestiva se puede usar un bifosfonato intravenoso como el acido zolendronico. En mujeres con bajo riesgo de fractura se puede utilizar raloxifeno. En pacientes con fracaso o intolerancia a los bifosfonatos, así como con osteoporosis grave se puede utilizar denosumab o teriparatida. La duración del tratamiento es generalmente prolongada y debe ser valorada por el médico teniendo en cuenta la respuesta (controles con densitometría) y las características de cada paciente.
«El tratamiento no farmacológico consiste en una adecuada ingesta de calcio y vitamina D, ejercicio físico, evitar traumatismos y caídas, así como evitar el tabaco y el abuso de alcohol».