¿Cómo nos afecta a las empresas la Ley de Familias?

¿Cómo nos afecta a las empresas la Ley de Familias?

Por Anna de Quirós, socia directora de Cobertis Correduría de Seguros

A finales de marzo, el Consejo de Ministros aprobó, en segunda lectura, la Ley de Familias 2023. Una ley que gira entorno a cuatro pilares principales: la ampliación de la protección social a las familias y el apoyo a la crianza; avanzar en la garantía del derecho a la conciliación; el pleno reconocimiento de los distintos tipos de familias que ya existen en España y el reconocimiento y protección de los derechos de los niños y adolescentes.

Vaya por delante que, personalmente, creo necesaria la nueva legislación en distintos aspectos, como son la ampliación de las ayudas sociales o el reconocimiento de los distintos tipos de familias que existen hoy en día en nuestro país.

Dicho esto, hay un aspecto de la ley que me gustaría poner encima de la mesa, como mujer, madre y empresaria, y es la creación de tres permisos para garantizar el derecho a la conciliación.

El primero de ellos: el permiso por cuidado de cinco días al año, retribuidos, para atender a un familiar hasta segundo grado o conviviente.

Por otro lado, la ley también incluye un permiso parental de ocho semanas, que se podrán disfrutar de forma continua o discontinua, hasta que el menor cumpla ocho años.

Y finalmente, otras cuatro jornadas por “causa de fuerza mayor” cuando sea necesario por “motivos familiares urgentes e imprevisibles” en relación a casos de enfermedad o accidentes. Estos se podrán disfrutar por horas.

«Hay un aspecto de la ley que me gustaría poner encima de la mesa, como mujer, madre y empresaria, y es la creación de tres permisos para garantizar el derecho a la conciliación».

Teniendo claro que estos permisos tienen que ayudar a las familias a conciliar su vida personal y laboral, y está bien que así sea, me planteo: ¿cómo conciliaremos las empresas llegado el momento? ¿Cómo va a poder una pyme hacerse cargo del gasto que supone cubrir un puesto de trabajo mientras se está pagando otro? ¿Y si se da el caso en que más de un/a trabajador/a necesitan el permiso al mismo tiempo? Estos planteamientos no van a ser fáciles de asumir para las pequeñas empresas sin apoyo detrás.

Por eso creo que la clave de todo está en la corresponsabilidad administrativa, empresarial y personal. Una corresponsabilidad que permita una conciliación real a todos los niveles, puesto que, si no, la conciliación familiar actuará en detrimento de la conciliación empresarial.

Por otro lado, y no menos importante, ¿va a seguir recayendo esta conciliación en las mujeres? A la vista está que somos nosotras las que optamos por estos permisos, por las reducciones de jornada y por otorgarnos el papel de cuidadoras. Y no me parece mal siempre que así se desee, pero creo que las mujeres también debemos luchar por esa corresponsabilidad desde la base, desde nuestras familias, cediendo los cuidados a las parejas para que sea equitativo.

Solo así podremos llegar realmente a igualar la brecha salarial, a romper el techo de cristal y a llegar a los puestos de dirección que nos correspondan. Porque solo siendo corresponsables en el hogar, podremos alcanzar la corresponsabilidad a nivel social y profesional.

«Creo que las mujeres también debemos luchar por esa corresponsabilidad desde la base, desde nuestras familias, cediendo los cuidados a las parejas para que sea equitativo».