Cómo saber si mi jefe es tóxico

Cómo saber si mi jefe es tóxico

Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC

En muchas ocasiones nos cuesta decir que no, nos incomoda dar explicaciones de dónde están nuestros límites. Si el mundo girara como nosotros queremos, nos encantaría que todas las personas con las que nos cruzamos en nuestro día a día supieran tratarnos con el respecto y el cariño que merecemos pero no siempre es así ¿verdad? En el ámbito laboral es habitual encontrarnos con personas que intentan aprovecharse del esfuerzo de los demás, te suena esto de “es que a mí la tecnología se me da mal”, “es que voy fatal de tiempo porque tengo muchas reuniones”…. Pero luego encuentran tiempo para ponerse las medallas y aparecer en la foto.

El problema se agrava cuando esas personas, además de actuar de esta forma tan irrespetuosa, son tus responsables, tus jefes. ¿Quién no ha tenido un jefe que se ha aprovechado de tu valía, te ha hecho hacer tareas que no entraban dentro de tus funciones y además te ha hecho creer que todo se lo debes a él? Pues bien, este tipo de comportamientos son propios de los jefes denominados “tóxicos” porque:

  1. Nunca están cuando hay que trabajar pero qué casualidad, para la foto siempre están disponibles.
  2. Son expertos en poner en marcha los llamados “proyectos zanahorias”. Esos proyectos tan importantes y tan trascendentes que siempre van a llegar después de que tú hagas esto, lo otro y lo de más allá….
  3. Son muy amables para convencer y una vez que ya tienen lo que necesitan o les intentas poner tus límites es cuando verás su verdadera cara.
  4. Tus necesidades no importan. Tu disponibilidad está siempre sujeta a sus necesidades pero no a las tuyas.
  5. Todo se hace en 5 minutos. Solo se valora y se sabe lo que cuesta hacer algo, cuando uno mismo lo hace. Aunque a simple vista parezca algo sencillo, no hay que menospreciar nunca el tiempo y el esfuerzo de los demás y menos aún cuando nunca has hecho tú mismo esa tarea.

Al final esta actitud de arrogancia y superioridad lo que denota es una falta de confianza en sí mismos, una total inseguridad por no verse capaces de tomar decisiones con eficacia o de realizar ciertas tareas con éxito. Por eso se rodean de personas que les apasiona su trabajo, siempre dispuestas a aportar su conocimiento y su tiempo por la causa. No obstante, por muy loable que sea esa aventura profesional, por mucho que creas que te va a compensar en un futuro, si en el presente te está causando estrés, si sientes que das mucho más, y si además no solo no eres valorado sino que te están haciendo sentir mal, no lo dudes y pon tus límites. Todo en esta vida tiene un proceso de aprendizaje, así que aprende a decir que no, niégate a hacer aquello que sabes que no está dentro de tus funciones y que no te hace sentir bien porque sientes que es un abuso de poder. Eso sí, siempre hay que decir que no con educación porque lo cortés no quita lo valiente.