Gonzalo Oriente, abogado de ARAG
Sin duda, las primeras horas e incluso días inmediatamente posteriores a la desaparición de una mascota son cruciales para poder dar con su paradero. Los pasos para seguir si desaparece son los siguientes:
- Lo primero que se debe hacer es ponerlo en conocimiento de las autoridades, denunciando los hechos ante las dependencias de la policía local o de la Guardia Civil. Se debe facilitar el mayor número de información: el lugar dónde ha sucedido, si había una persona sospechosa en la zona, descripción del animal, número de chip de la mascota y su nombre. También se debe proporcionar los datos del titular de la mascota o cualquier otra información que pueda ser relevante para la localización del animal.
- Asimismo, es importante notificar de lo sucedido al Ayuntamiento de la localidad, al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y a la Red Española de Identificación de los Animales de Compañía (REIAC).
- Resulta muy aconsejable que se contacte con los centros veterinarios de la zona o con las protectoras de animales del municipio, por si fuera localizado y llevado a alguno de los refugios cercanos.
- Algo que intensifica y facilita la localización del paradero del animal puede ser la colaboración ciudadana. Es muy recomendable, pues suele dar bastantes buenos resultados, el colocar carteles con la fotografía, descripción, nombre de la mascota y el teléfono de contacto del propietario por si alguien lo localiza o pudiera dar alguna pista al respecto. Esto mismo se puede hacer extensivo con publicaciones de la búsqueda en distintas redes sociales, ya que tienen un fuerte impacto al llegar a más gente.
Cómo prevenir la pérdida de nuestra mascota
Para prevenir la sustracción o pérdida del animal de compañía es muy importante que no se pierdas de vista en ningún momento ni se le deje solo en la calle. Además, ayuda mucho que tengamos a nuestra mascota debidamente identificada con un microchip. Funciona durante toda la vida del animal y en España es obligatorio desde los 3 meses de vida, pues de no hacerlo podría suponer una multa. Estos microchips son como el DNI del animal y facilitan toda la información relativa al animal y a su propietario.