Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.
Tan importante es definir nuestros objetivos como concretar los indicadores que van a servirnos para conocer cuál es el nivel de cumplimiento de mi plan de acción y si determinan claramente lo que queremos conseguir.
Es muy habitual que en el mundo empresarial se tengan en cuenta los famosos KPIs (Key Performance Indicator) que no dejan de ser unos medidores de desempeño. Los hay de diferentes áreas según el departamento o la actividad que desempeñamos, hay KPIs de producción, financieros, de marketing, de ventas… En el ámbito laboral tendemos siempre a medir y cuantificar los resultados y la eficiencia de nuestra actividad profesional. Y ¿en el ámbito personal también funcionamos así?, ¿sabemos realmente si estamos consiguiendo nuestros propósitos?, ¿nuestros objetivos están alineados con nuestros valores?
A estas y otras preguntas no solemos responder porque previamente no nos hemos planteado que para los objetivos relacionados con nuestro desarrollo personal también necesitamos definir unos indicadores que nos muestren si vamos por buen camino y si vamos cumpliendo las diferentes fases que nos hemos planificado para alcanzar nuestro objetivo.
«Por lo tanto, los indicadores son mecanismos que nos sirven para evaluar hasta qué punto estamos logrando los objetivos. Y también representan una unidad de medida que permite evaluar el desempeño de la acción, lo que nos da una información sobre sus resultados y nos ayuda a detectar posibles desviaciones del logro del objetivo».
Durante un proceso de coaching, todas las sesiones finalizan con un plan de acción que define el propio coachee con la ayuda de su coach. A este plan de acción se deben añadir unos indicadores de éxito que midan cada una de las acciones que se han establecido. Cuantos más indicadores tengamos asociados a las acciones, mayor será el nivel de motivación para ponerlas en práctica porque ayudarán a visualizar su consecución y guiarán al coachee hacia el éxito de su plan de acción.
Los indicadores pueden ser de proceso o de resultados, según el momento en el que se esté del proceso de coaching. En el primer caso son los que se determinan en cada sesión y los segundos son los del proceso en general. Por otro lado, los indicadores pueden ser de eficacia que son los que muestran los resultados y los de eficiencia que dan información de cómo se están consiguiendo y los recursos que se han utilizado para su consecución.
«Por lo tanto, durante un proceso de coaching es fundamental que los planes de acción vayan acompañados de una serie de indicadores realistas, claros y medibles porque serán una herramienta imprescindible y se convertirán en el motor para lograr el objetivo con éxito».
Como decía Walt Disney: “Una persona debe establecer sus objetivos lo antes posible y dedicar toda su energía y talento para llegar allí”. Y a lo largo de ese camino, gracias a los indicadores comprobaremos si esa energía está en el lugar adecuado.