Contracción del transporte en la eurozona

Contracción del transporte en la eurozona

El transporte terrestre y el almacenamiento son los segmentos que registran los peores resultados, mientras que recuperación del transporte aéreo supone un cierto impulso al crecimiento.

Redacción ‘MS’- De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, los niveles de crecimiento del sector global del transporte se han visto afectados por la ralentización de la economía mundial del segundo semestre de 2023. Las presiones sobre la cadena de suministro han retrocedido y los precios del transporte marítimo internacional en varias rutas importantes han vuelto a niveles prepandémicos.

En la eurozona, Crédito y Caución prevé una contracción del sector del -1,3% en 2023. La confianza de los hogares y las empresas sigue siendo baja debido al aumento de los costes de la energía, la presión inflacionista en algunos países y el endurecimiento de la política monetaria. El transporte terrestre y el almacenamiento son los segmentos que registran los peores resultados, mientras que recuperación del transporte aéreo supone un cierto impulso al crecimiento. Debido a la reducción de los volúmenes del comercio mundial, las empresas se enfrentan a una mayor competencia en el transporte de mercancías a través del espacio Schengen. En 2024, cabe esperar una recuperación del crecimiento del sector en la eurozona en el entorno del 2,8%. 

El crecimiento global del sector en 2023 se situará en el entorno del 5,2%, doce décimas por debajo de los niveles de 2022. Esta ralentización irá a más en los próximos meses. A pesar de los buenos resultados de los mercados emergentes, se prevé que el crecimiento de la producción mundial del transporte y logística se desacelere hasta el 3,8% en 2024 debido a la debilidad de la economía estadounidense, la ralentización de China y los efectos del endurecimiento de la política monetaria mundial. El debilitamiento del consumo pesará sobre los segmentos del transporte de mercancías. Los hogares son reacios a comprar bienes duraderos, dando prioridad a su gasto en servicios, mientras que las empresas retrasan la reposición de existencias ante la debilidad de la demanda.

Se espera que el crecimiento se recupere en 2025, a medida que desaparezcan los efectos del endurecimiento monetario y la crisis de los precios de la energía. En los próximos años, la expansión del comercio electrónico, la logística y el almacenamiento deberían proporcionar elementos de crecimiento adicional. Se prevé que los mercados emergentes de Asia-Pacífico, África y Sudamérica impulsen la expansión sectorial. Esto es especialmente cierto en el caso de China e India, los países más poblados del mundo que están realizando fuertes inversiones en infraestructuras y redes de transporte.

A pesar de cierta relocalización, se prevé que el comercio mundial siga creciendo, apoyando la demanda de transporte de mercancías y pasajeros tanto a medio como a largo plazo. Entre sus fortalezas se encuentra el refuerzo creciente de la cadena de suministro. Los sectores que están desarrollando la producción just-on.time mantendrán mayores niveles de inventario como colchón de seguridad, lo que generará una demanda de instalaciones de almacenamiento. La aseguradora de crédito prevé que la creciente inversión en digitalización de almacenes, robótica y tratamiento de datos aumente la eficiencia de la cadena de suministro y reduzca los costes. La inversión en tecnología inteligente ayudará a las empresas de transporte a mejorar la transparencia y la flexibilidad. El crecimiento del comercio electrónico apoyará la demanda de servicios de mensajería e instalaciones de almacenamiento.

Entre las limitaciones y riesgos al crecimiento figura la volatilidad del precio del petróleo. Los elevados precios del combustible afectan negativamente a los márgenes del transporte y la logística en todos los segmentos. La sostenibilidad también presiona el desempeño del sector. La creciente demanda de transporte ecológico exigirá importantes inversiones a medio y largo plazo. Esto creará oportunidades, pero también supondrá un riesgo para las empresas que no puedan adaptarse. Si se trasladan los costes a los consumidores, es probable que repercuta negativamente en la demanda.

El sector está muy expuesto a los riesgos geopolíticos. El segmento de transporte marítimo depende en gran medida de la libertad de navegación. El aumento de las tensiones en el estrecho de Taiwán o en el Mar de China Meridional podrían causar perturbaciones. En algunos segmentos, como el transporte por carretera, la escasez de personal podría afectar a la actividad.