La incertidumbre sobre el enfoque de la pandemia y los problemas del sector inmobiliario serán los principales riesgos a la baja del crecimiento.
Redacción ‘MS’- Crédito y Caución prevé que el crecimiento del PIB de China se sitúe en el 4,2% en 2023. La recuperación del consumo de los hogares y la fortaleza de los estímulos fiscales deberían apuntalar el crecimiento, pero la incertidumbre sobre el enfoque de la pandemia y los problemas del sector inmobiliario siguen siendo riesgos a la baja.
En 2022, China ha recurrido a su viejo manual de aumentar el gasto en infraestructuras para apoyar el crecimiento de la economía. Estas iniciativas están repercutiendo en la mejora del aumento de la inversión que se prolongará previsiblemente en 2023. Además, los efectos de la crisis mundial de suministro de energía y alimentos en China son limitados, dada la autosuficiencia del país en ambos sectores. Crédito y Caución prevé que la tasa de inflación se mantenga por debajo del objetivo del 3% en 2023. En ese contexto, la política monetaria se ha vuelto más favorable con una serie de recortes de tipos de interés. Sin embargo, es probable que la preocupación por la salida de capitales debido al endurecimiento monetario en Estados Unidos limite la relajación monetaria en 2023.
El gigante asiático ha adoptado una estrategia de doble circulación, que pretende impulsar la demanda interna y lograr una mayor autosuficiencia en ámbitos como la agricultura, la energía y las cadenas de suministro tecnológico. El Economic Outlook difundido por la aseguradora de crédito prevé que este objetivo de autosuficiencia genere algunas ineficiencias económicas: el potencial de crecimiento sigue estando limitado por el bajo crecimiento de la productividad, las tensiones geopolíticas y el excesivo endeudamiento del sector empresarial y las administraciones regionales.
Crédito y Caución prevé que el consumo de los hogares chinos repunte en 2023 debido al fuerte efecto base y a la recuperación gradual de la confianza de los consumidores. Es probable que el crecimiento de las exportaciones siga siendo bajo, tanto en 2023 como en 2024, debido a la ralentización de las economías desarrolladas. Además del difícil entorno internacional, China se enfrenta a los esfuerzos de Estados Unidos por restringir su acceso a la alta tecnología.
La evolución de la pandemia y la respuesta de la Administración, que aplicó hasta 2022 una política de Covid cero, siguen siendo una de las principales incertidumbres en el desempeño de China. La inversión empresarial recibe apoyo gubernamental, pero se enfrenta al deterioro del entorno exterior en un contexto de endurecimiento monetario mundial. Es probable que esto lastre su crecimiento en 2023.
El sector inmobiliario también representa un riesgo importante para la economía china. Los impagos de los promotores de alto nivel y la cancelación de proyectos han minado la credibilidad del sector, que se refleja en los llamados boicots hipotecarios: familias que se niegan a entregar las cantidades a cuenta comprometidas por temor a que no se terminen las viviendas en construcción. La Administración ha anunciado medidas de apoyo a este sector, como la reducción del límite de exposición de los bancos al inmobiliario, la ampliación del plazo de amortización de los préstamos de los promotores y la garantía de entrega de los proyectos de vivienda. Aunque estas medidas son útiles, se necesitará tiempo para que se recuperen las inversiones inmobiliarias y mejore la confianza de los compradores de viviendas.