En el mundo de la gastronomía dulce, pocas creaciones evocan tanta magia como un buen panettone. Este clásico italiano, reconocido por su miga esponjosa y sabor inolvidable, encuentra en los Panettones de Campos de Azahar una versión que redefine la excelencia.
Elaborados en su propio obrador, un auténtico templo dedicado a la repostería artesanal, los Panettones de Campos de Azahar tienen como protagonistas absolutos a los cítricos de sus propios cultivos. En cada pequeño lote de este delicioso manjar, los exóticos sabores y aromas de la Mano de Buda, una exótica fruta, se combinan con ingredientes de la más alta calidad. Aquí no hay procesos industriales ni ingredientes artificiales; solo tradición, cuidado y una dedicación absoluta a la excelencia.
Detrás de esta obra de arte gastronómica se encuentra el maestro pastelero José Montejano, cuya pasión por los ingredientes de la huerta valenciana y la repostería artesanal son el corazón de este producto. Con años de experiencia y una reputación bien merecida, José Montejano se ha consolidado como un referente en la alta pastelería. Su filosófica combinación de tradición y modernidad ha dado lugar a creaciones que no solo destacan por su sabor, sino también por su autenticidad. «Un buen repostero no solo hace dulces; crea recuerdos y emociones«, afirma.
Uno de los pilares de su técnica es la fermentación lenta de la masa madre. Este proceso, que puede durar hasta 72 horas, es esencial para desarrollar esa miga suave y aireada que distingue a un buen panettone. «La masa tiene vida propia; hay que escucharla y trabajar con ella, respetando sus tiempos«, afirma Montejano, quien considera que cada panettone es una obra única.
La innovación también juega un papel clave en los Panettones de Campos de Azahar. La incorporación del cítrico exótico Mano de Buda, cultivado en las fincas de la marca, aporta un aroma y frescura incomparables. Este ingrediente, con su delicada fragancia y su acidez equilibrada, es el alma de esta creación. Cuando se combina con un chocolate blanco cremoso de alta calidad, el resultado es una experiencia sensorial que sorprende y conquista.
Más allá de los sabores, Campos de Azahar se distingue por su compromiso con la sostenibilidad y el respeto al entorno. Desde el cultivo de los cítricos hasta el embalaje de los productos, cada etapa del proceso está diseñada para minimizar el impacto ambiental. «Un producto es verdaderamente bueno cuando no solo deleita al paladar, sino que también cuida de nuestro planeta«, reflexiona Alberto Giner, responsable de Campos de Azahar.
Un regalo para el paladar y el corazón
Los panettones de Campos de Azahar no son solo un postre, sino una celebración de la tradición y la innovación. Cada bocado refleja el arduo trabajo que hay detrás de los cultivos de dónde procede la fruta que le da el toque único, así como la dedicación de José Montejano y su equipo, quienes trabajan incansablemente para ofrecer un producto que supere las expectativas.
Disponible en 3 sabores (Mano de buda y chocolate blanco, Naranja Roja Cara Cara y chocolate negro y Yuzu y caramelo), es un manjar ideal, tanto para disfrutar en Navidad, como un regalo gourmet durante todo el año. Y, gracias a los envíos a toda España, el placer de probarlo está al alcance de todos.
Estos panettones se venden de forma directa y exclusiva en Campos de Azahar y se envían directamente desde su obrador. Disponible en presentación de 500 gr a partir de 18,50 euros (en otros tamaños mediante encargo).
