Descubriendo la profesión de Actuario: Más allá del Matemático de Seguros

Descubriendo la profesión de Actuario: Más allá del Matemático de Seguros

Almudena Melgar, responsable del Departamento Actuarial Vida de

Helvetia Seguros

¿Qué es un actuario? Esta es la pregunta recurrente que me encuentro cada vez que alguien me pregunta por mi profesión. Una respuesta breve y sencilla podría ser: es un matemático de seguros. Pero, ciertamente es más que eso. Un actuario es, además, un analista de riesgos y científico de datos.

Actualmente, nuestra profesión se encuentra en un proceso de transformación y debemos afrontar este cambio desde una perspectiva positiva. Tenemos que verlo como una oportunidad que está llevando a una mayor presencia de los actuarios en sectores distintos al de seguros y a asumir nuevas responsabilidades. La entrada en vigor de la Directiva europea Solvencia II y la NIIF 17, ha dado un reconocimiento adicional a la profesión de actuario que tiene mucho que aportar en el nuevo marco internacional financiero. En este contexto, conceptos como el margen de servicio contractual, que debe ser calculado por un actuario, han pasado a formar parte de la nueva rutina contable.

Además de esto, la ciencia de datos también está abriendo grandes oportunidades a los actuarios. Los datos nos dan mucha información y debemos ser capaces de aprender de ellos y de gestionarlos. Por ejemplo, nos ayudan a conocer mejor el comportamiento de nuestros clientes y a evaluar los riesgos de forma más exacta. Estos avances nos están llevando a expandir nuestra labor, que, tradicionalmente, consistía en calcular primas y provisiones técnicas.

«Actualmente, nuestra profesión se encuentra en un proceso de transformación y debemos afrontar este cambio desde una perspectiva positiva».

Ser actuario es una profesión que requiere estar abierto al cambio, a la innovación, contar con habilidades analíticas y un alto grado de rigor. Además, demanda una constante formación, lo que resulta clave en un entorno en constante evolución, tanto en lo que se refiere a estándares regulatorios como a los avances tecnológicos en Big Data e Inteligencia Artificial.

Mi experiencia personal como actuaria ha sido muy enriquecedora y desafiante. A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes áreas dentro y fuera del sector asegurador. He participado en proyectos que van desde la valoración de provisiones técnicas hasta la implementación de Solvencia II y la NIIF 17. Cada uno de ellos, ha requerido una actualización de conocimientos y una capacidad para aclarar conceptos técnicos que ayuden a compañeros de otras áreas a tomar buenas decisiones.

En definitiva, ser actuario es una carrera fascinante que mezcla la precisión de los números con el arte del análisis. No solo hacemos cálculos con los datos que manejamos, sino que debemos ser capaces de interpretarlos y comunicarlos de una manera comprensible. Esta profesión no solo ofrece estabilidad y reconocimiento, sino también la satisfacción de contribuir significativamente a la toma de decisiones estratégicas y a la gestión eficiente de los riesgos.

«Ser actuario es una carrera fascinante que mezcla la precisión de los números con el arte del análisis».