Por Carmen Valdés, Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Iniciamos el mes de septiembre, la vuelta a la rutina es un hecho, todos retomamos nuestra actividad y los profesionales sanitarios también. Este panorama se nos presenta marcado por la vacunación contra la Covid, pero desgraciadamente no es tan esperanzador como se esperaba. Las nuevas variantes del virus siguen poniendo en alerta a la sociedad, porque la batalla aún no ha terminado.
Hace más de año y medio que la Covid-19 irrumpió con fuerza y, aún, sigue llevándose centenares de vidas. El 20 de agosto, el Ministerio de Sanidad notificó 144 muertes, el dato más alto desde el pasado mes de mayo. Esta situación es un golpe de realidad notable, que contrasta con el anhelo optimista que las autoridades pretenden mostrar. La batalla en los hospitales continúa, los sanitarios tienen que hacer frente a multitud de casos nuevos incluso con las dosis completas de vacuna. La variante Delta, representa el 95% de los casos en el territorio español. Esta realidad nos recuerda que la batalla sigue y, sobre todo, que nuestros profesionales sanitarios continúan con una exposición permanente viviendo diariamente situaciones de riesgo que les obliga a alterar su vida y la de sus familiares.
Las nuevas mutaciones del virus reabren de nuevo un panorama de incertidumbre que nos lleva a pensar que el virus ha llegado para quedarse, y cada vez es más factible que se vayan a producir nuevas oleadas de vacunación para poder hacer frente a las nuevas variantes.
«Hay que recordar que esta batalla es una lucha conjunta, y necesitamos el apoyo y la ayuda de todos y cada uno de nosotros para poder vencer esta situación. La necesidad de dar apoyo y calidad a nuestros pacientes, pasa por la vacunación. Es un tema de responsabilidad».
A ello, hay que sumarle la difícil situación que se vive en la Atención Primaria. Los profesionales reclaman condiciones “dignas y la implicación de las autoridades sanitarias para dar a la primaria el respaldo que se merece”. Esto pasa por contratar profesionales suficientes y aumentar el presupuesto, para poder dotar de un servicio adecuado y a la altura de las necesidades actuales. De esta manera, y con una buena gestión desde el ámbito asistencial de primaria se evitarán posibles saturaciones en los centros de salud y hospitalarios, pudiendo prestar un servicio adecuado al nivel sanitario que tiene España.
En este sentido, en Andalucía, Castilla-León, Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana, las administraciones están compensando el esfuerzo tan grande que han realizado y están reconociendo a los profesionales por su inestimable lucha contra el virus, con unas retribuciones acordes su actividad profesional. No obstante, aún quedan cosas pendientes por mejorar. El seguro de RC de la administración pública no cubre ciertas incidencias relativas al Covid, únicamente los seguros privados responden ante cualquier tema relacionada con la actuación ante esta enfermedad; y de ello hemos sido testigos ante las diferentes demandas contra nuestros compañeros, especialmente en las residencias durante la peor época de la pandemia.
«Es fundamental que los médicos contemos con una protección adecuada para poder realizar nuestra labor de forma segura y, por consiguiente, los pacientes tengan la tranquilidad de recibir la mejor atención posible».
En definitiva, se abre un panorama que puede ser muy esperanzador tanto para los profesionales sanitarios como para los pacientes si se toman las decisiones adecuadas, siguiendo una línea conjunta, vencer al virus. Los meses más duros de la pandemia ya han pasado, pero no podemos olvidarnos de ello, porque aún queda mucho por hacer y no se consigue de otra manera que con el esfuerzo de todos y cada uno de nosotros.
«Desde Uniteco, se respalda la actuación de los sanitarios para poder conseguir victoria contra el virus. Y se sitúa al sanitario en el centro de nuestra labor, hacemos todo por y para su protección profesional y personal y consecuentemente para el bienestar de los pacientes».
