Redacción ‘MS’- En los últimos meses los casos de coronavirus han aumentado considerablemente en Indonesia, que experimenta una de las tasas más elevadas del sudeste asiático. Desde julio de 2021 el país ha impuesto medidas de confinamiento más restrictivas. El despliegue de las vacunas ha sido lento hasta el momento, con sólo un 13% de la población totalmente vacunada a finales de agosto.
En este contexto, las actuales perspectivas económicas de Indonesia son moderadas. En el último informe sobre el país difundido por Crédito y Caución, la aseguradora de crédito revisa a la baja las previsiones de crecimiento del PIB para 2021 hasta el 3,3%, desde el 4,7% de marzo. Se prevé que el consumo privado y la inversión, principales motores del crecimiento antes de la pandemia, aumenten un 1,6% y un 6% interanual, respectivamente. Las exportaciones indonesias repuntarán un 19%, ayudadas por la fuerte demanda mundial de materias primas. En 2022, Crédito y Caución prevé que el crecimiento económico de Indonesia se acelere hasta casi el 7%, siempre y cuando se contenga la pandemia y se apliquen eficazmente las vacunas.
El Banco Central de Indonesia bajó su tipo de interés de referencia en 150 puntos básicos en total desde el inicio de la pandemia, hasta el 3,5%. Se prevé que el tipo de interés de referencia siga siendo bajo en un contexto de baja presión inflacionaria. Indonesia ha eliminado el límite constitucional de déficit presupuestario del 3% del PIB para el periodo 2020-2022 y ha asignado medidas de estímulo por valor de 49.500 millones de dólares en 2020.
A principios de 2021, la Administración anunció un apoyo fiscal adicional de 43.000 millones de dólares. Hasta ahora, las principales medidas de apoyo a la economía han sido el aumento del gasto en sanidad, las medidas de protección social, los recortes del impuesto de sociedades, la reestructuración del crédito, los préstamos especiales a las pymes, la entrega de dinero en efectivo a los trabajadores del sector informal y la ampliación de los proyectos del sector público. Se prevé que la deuda pública de Indonesia alcance el 50% del PIB en 2021, lejos del 35% de 2019. No obstante, las finanzas públicas de Indonesia siguen siendo manejables. El país se propone oficialmente reducir el déficit por debajo del 3% del PIB en 2023, para cumplir el límite de déficit presupuestario.
Indonesia sigue siendo estructuralmente vulnerable a las turbulencias del mercado financiero mundial. Los inversores extranjeros poseen más del 30% de la deuda pública de Indonesia, una proporción mayor que la de sus pares regionales, lo que hace que los activos financieros del país sean muy susceptibles a las salidas de capital. Además, como los inversores extranjeros poseen alrededor de un tercio de la financiación de la deuda corporativa, los riesgos de refinanciación siguen siendo elevados.