Por Nuria Domínguez Cuenca, Coach de Coaching On Focus y Experta en Mindfulness por la UCJC.
Si algo hay de positivo de toda la situación que estamos viviendo con la pandemia es que todas las actividades que antes hacíamos en el interior de los establecimientos, hemos empezado a hacerlas al aire libre para evitar los posibles contagios. Una medida que, poco a poco, ha ido calando hasta el punto que nos llegamos a preguntar ¿se ha vuelto a poner de moda pasar tiempo al aire libre? Pues parece ser que sí, ya no se extraño escuchar que el fin de semana vas a hacer un picnic en la montaña o que vas a montar en bici o incluso que te vas a dar un paseo a un parque, con la excusa de leer tranquilamente un libro mientras descansas en un banco.
Los efectos de estar fuera de casa, al aire libre, son muchos más de los que nos podemos imaginar. Nadie puede discutir que estar en contacto con la naturaleza tiene innumerables beneficios para nuestra mente y que realizar cualquier actividad física (correr, caminar, montar en bici..) si se hace al aire libre, nos sienta aún mejor.
«Está demostrado que cuando te despejas un rato paseando por un parque, este hecho tan simple, te ayuda a reducir el estrés y también te ayuda a socializar con los demás».
Todos sabemos que nuestro organismo necesita vitamina D de la luz solar, que nos aporta energía y ayuda a mantener nuestros huesos sanos y fuertes, al mismo tiempo que prevenimos enfermedades como la osteoporosis. Lo ideal es que disfrutemos del aire libre, al menos 120 minutos a la semana, según un artículo publicado en la revista Scientific Reports. Este estudio analizó el comportamiento de casi veinte mil personas en Reino Unido que participaron en una encuesta llamada Monitor of Engagement with the Natural Environment Survey. El estudio muestra que las personas que habían pasado dos horas o más en la naturaleza se sentían más saludables y tenían una mayor sensación de bienestar que las personas que no habían salido.
«Lo más importante, es que incorporemos las actividades al aire libre y el contacto con la naturaleza a nuestra vida diaria, que consigamos incorporar este hábito saludable en nuestro día a día».
Pasar tiempo en contacto con la naturaleza puede aumentar nuestra creatividad y nuestra función cognitiva. Así que en los descansos del trabajo, intenta salir fuera a la hora del café para tomar un poco el sol, y si puedes, come fuera, a ser posible en un parque porque esto te alimentará no solo el cuerpo, sino también tu mente.
Aunque no todos podemos vivir cerca de la montaña o de espacios naturales, hay que intentar dar un paseo largo todos los días por donde vivamos y, si se puede, el fin de semana aprovechar para hacer una buena excursión a una zona recreativa en plena naturaleza.
Por lo tanto, ya sabemos que el contacto con la naturaleza siempre es beneficioso para nosotros; ya sea para:
- dar un paseo sintiendo el aire en nuestro cuerpo,
- leer un libro mientras nos calientan los rayos del sol,
- tomar un picnic con la familia o los amigos,
- volar una cometa con los más pequeños,
- dar un buen paseo con nuestro perro,
- o sencillamente sentarnos a meditar, tomándonos un tiempo para nosotros, para parar y respirar el aire puro.
También es muy aconsejable aprovechar la salida al aire libre para hacer una actividad física como puede ser:
- una ruta de senderismo
- una sesión de yoga
- montar en bici
- salir a correr
- o una ruta a caballo por el campo.
Y para los más atrevidos, otra opción es vivir una aventura en plena naturaleza, escalando o haciendo descenso de barrancos.
Ahora en primavera, cualquier espacio en la naturaleza es una auténtica maravilla, así que elige la actividad que más te guste, sal fuera y disfruta del aire libre.