Redacción ‘MS’- La “vuelta al cole” es ya una cita ineludible para las familias españolas en estas fechas. A los nervios habituales de los niños y al esfuerzo económico de los padres, este año se le suman nuevas preguntas relacionadas con la pandemia del COVID-19. ¿Se seguirán las medidas de seguridad y de higiene? ¿Se pondrán las mascarillas? ¿Será seguro para mis hijos? Unas dudas que también afectan a los autobuses escolares, un medio de transporte que cada día utilizan 630.000 niños españoles para ir al colegio.
En términos de lucha contra la accidentalidad, no es una cuestión sin importancia, ya que el transporte escolar es el primer colectivo de la seguridad vial que alcanza las “0 muertes” en accidente de tráfico, con una siniestralidad 11 veces inferior a la del coche privado y 6 veces menor que la del transporte público. No obstante, el miedo al COVID-19 puede acabar con este logro, ya que más del 60% de los padres españoles no quieren utilizar los autobuses escolares por miedo al contagio; un porcentaje al que podría sumársele otro 19% que solo usaría este medio de transporte si se le garantiza el cumplimiento de todas las normas sanitarias e higiénicas.
Esta es la principal cuestión que plantea el informe “Transporte escolar: ¿viajan seguros nuestros hijos? Accidentalidad, normativa y percepción social en la era COVID”, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), y para el que se han analizado todos los accidentes de transporte escolar ocurridos en España en los últimos 5 años y se han realizado 1.700 encuestas a padres y madres españoles sobre cómo acuden sus hijos al colegio y cómo perciben este medio de transporte en relación con la pandemia del COVID-19.
Una de las cuestiones más llamativas que recoge el estudio, es que, a pesar de que el 99% de los encuestados afirma “no haber tenido nunca un problema” con los autobuses escolares y de no haberse registrado un solo fallecido en los últimos años, los padres solo le otorgan una puntuación de 3 sobre 5 en materia de seguridad, muy por debajo del coche privado o de hacer el trayecto a pie. Una opinión que los datos oficiales desmienten rotundamente, ya que ningún otro medio de transporte goza de unas cifras de seguridad comparables a la de los autobuses escolares.
Por otra parte, los padres también reconocen tener “deberes”, ya que solo el 9% de los padres comprueba personalmente que se cumplen las medidas de seguridad en el transporte escolar y el 63% admite desconocerlas por completo, ya que es “algo que tienen que vigilar otros”.
Accidentalidad en los autobuses escolares
Los autobuses escolares son, con mucha distancia, la forma más segura de llevar a los niños al colegio, aunque su uso es relativamente minoritario. Preguntados por la forma de llevar a sus hijos al colegio, solo el 4% de los padres escogen el autobús como forma de desplazamiento habitual de sus hijos, aunque casi el 90% lo elige para que acudan a sus actividades extraescolares o para realizar excursiones. Esto supone que, cada año, los autobuses escolares realizan unos 247 millones de trayectos con niños.
En este sentido, pese a que la práctica totalidad de los niños utilizan el autobús escolar en alguna ocasión, las cifras de accidentalidad son excelentes. En los últimos 5 años solo se registraron 136 accidentes en los que no hubo fallecidos y en los que únicamente se produjeron 5 heridos de gravedad. De hecho, este medio de transporte lleva desde 2012 sin registrar un solo fallecido en accidente de tráfico. El accidente tipo en el que se ven implicados los autobuses escolares en España suele suceder en vía interurbana (58%), por colisión frontolateral (20%) y sobre todo en el trayecto de vuelta a casa. El mes con más incidencias suele ser octubre, coincidiendo con las primeras semanas de la “vuelta al cole”.
Aunque el número de siniestros de estos vehículos es muy reducido y su distribución por comunidades autónomas no es estadísticamente significativa, Galicia (21%), Andalucía (16%) y Comunidad Valenciana (14%) son las comunidades españolas con más accidentes de transporte escolar. En el lado contrario se sitúan Cantabria, La Rioja y el País Vasco, con solo un accidente de este tipo de vehículos en los últimos 5 años. Especialmente llamativo es el caso de Madrid y Cataluña, que, aunque concentran más parque, población y actividad que la media del país, no figuran entre las CC.AA. con más siniestros.
Las infracciones presentes en los accidentes de forma más habitual fueron la distracción (22%), no respetar la prioridad (18%), la velocidad inadecuada (10%) y no mantener la distancia de seguridad (7%).
Percepción y propuestas de los padres
Preguntados por las ventajas que ofrece el autobús escolar, los padres eligen la puntualidad, la sostenibilidad y la autonomía que aporta a los niños. Además, valoran positivamente la profesionalidad de los conductores, las tarifas y la seguridad de las paradas. La principal área de mejora sería la falta de cinturones adecuados (32%), ya que no están adaptados a la talla y al peso de los niños.
En cuanto a las propuestas de los padres y madres españoles para mejorar la seguridad de estos autobuses destacan tres: implantar la “tasa 0” en el control de alcoholemia para los conductores (83%), hacer obligatorios los Sistemas de Retención Infantil (SRI) en todo tipo de autobuses (79%) y retirar la licencia a aquellas empresas que no cumplan con las normas (63%).