La subida combinada de los tipos de interés, tanto internos como externos, y la fortaleza del dólar ponen en peligro la sostenibilidad de la deuda en toda la región.
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, la guerra en Ucrania está teniendo un fuerte impacto en África Subsahariana. Frente al crecimiento del 4,5% que mostró en 2021, la aseguradora de crédito prevé que la evolución del PIB en la región se desacelere hasta el 3,2% en 2022 y el 2,9% en 2023. El empeoramiento de las condiciones socioeconómicas podría socavar la estabilidad institucional en los países más inestables. La fuerte subida de los precios de los alimentos generada por la guerra en Ucrania afecta especialmente a los más de 100 millones de personas de 34 países africanos en situación de inseguridad alimentaria.
La escalada de los precios internacionales del trigo es especialmente relevante, ya que África Subsahariana importa aproximadamente el 85% del trigo que consume. Algunos de los mayores aumentos del mundo, superiores al 30%, en el precio de los alimentos se están registrando en países africanos por la alta proporción de alimentos básicos en su cesta de consumo, su dependencia de las importaciones o la depreciación de los tipos de cambio. En combinación con la subida de los precios del combustible, el coste de la vida ha aumentado bruscamente en muchos países de la región y deteriora la tasa de pobreza en los más vulnerables.
Para tratar de contener la inflación y aliviar la presión sobre el tipo de cambio, muchos países africanos están incrementando sus tipos de interés. Al mismo tiempo, el endurecimiento monetario en Estados Unidos y la eurozona han elevado las primas de riesgo en la región y limitado su acceso al mercado internacional de capitales. Años de elevados déficits presupuestarios han llevado la deuda pública a niveles inéditos desde principios de la década de 2000. La subida combinada de los tipos de interés, tanto internos como externos, y la fortaleza del dólar ponen en peligro la sostenibilidad de la deuda en toda la región. Más de la mitad de los países africanos han negociado o están negociando con el Fondo Monetario Internacional.
Las perspectivas de crecimiento de la región presentan importantes riesgos a la baja en 2023. La prolongación de la guerra en Ucrania mantendrá elevados los precios de las importaciones de alimentos y combustible, lo que pondrá aún más a prueba los equilibrios fiscales y exteriores en la región. El aumento de los tipos de interés, tanto a escala nacional como mundial, limitará la demanda interna, incrementará los costes de financiación y afectará a los países más endeudados. Además, la gran dependencia de la agricultura hace que la región sea especialmente vulnerable al cambio climático y las condiciones meteorológicas adversas, que agravarían las crisis alimentaria y de finanzas públicas. La región es también vulnerable a la desaceleración económica mundial, especialmente de China, importante destino de muchas de sus exportaciones.