Redacción ‘MS’- El comercio especializado en productos de cosmética vive un momento dulce. Los últimos datos de sector apuntan a que el consumo de perfumes y cosméticos mueve más de 6.800 millones de euros en España. De acuerdo con los datos de Insight View, tras un el duro ajuste que supuso el inicio de la crisis y su impacto sobre los hábitos de consumo, desde 2016 la facturación media de este tipo de retail no ha dejado de crecer. El incremento acumulado en solo dos ejercicios supone casi un 33% y aún queda recorrido para recuperar los casi 3,0 millones de euros de 2008.
La antigua droguería se ha transformado impulsada por la ofensiva de la cosmética en el retail, la proliferación de cadenas, la aparición del fenómeno de las marcas blancas y la eclosión de todo tipo de franquicias. Se trata de un nicho de actividad económica claramente en crecimiento, como apunta el hecho de que el 57% de las empresas del sector no existía antes de la crisis. Sin embargo, la distribución por tamaños empresariales muestra una gran atomización: el 80% del sector está compuesto por microempresas y apenas el 1% alcanza el tamaño de gran empresa.
La fortaleza financiera de estas empresas, que compiten con otros canales de distribución como las farmacias o las peluquerías, no es siempre tan buena como cupiera desear. El 20% de los comerciantes al por menor de productos cosméticos están en riesgo elevado de incumplir sus pagos. En un 4% de los casos, ese riesgo es máximo.
Cataluña es la Comunidad Autónoma con más comercios de cosmética, un 20% del total, seguida de Madrid (17%) y Andalucía (17%), la Comunidad Valenciana (13%) y Canarias (6%).