De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el deterioro del riesgo de crédito frente a los niveles prepandémicos alcanza los cuatro puntos.
Redacción ‘MS’- El tejido productivo de Extremadura ha registrado una ligera mejora de su riesgo de crédito en el último año. El 21% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago. Esto supone una mejora de dos puntos porcentuales frente a los niveles de 2023, aunque aún está cuatro puntos por encima del 17% que registraba este indicador antes de la pandemia. Este es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo extremeño elaborada con la solución de analítica avanzada Insight View. En el primer semestre de 2024, Extremadura registra un incremento del 9% en la creación de nuevas empresas y del 2% en su disolución.
Badajoz concentra al 63% de las empresas de la región y el 73% de su facturación, a mucha distancia de Cáceres (37% de las empresas, 27% de la facturación). El 25% de las empresas de la región se concentra en el sector del comercio, que genera el 37% de la actividad económica. El sector industrial, que supone el 9% de las empresas de la región, tiene un importante peso económico que alcanza el 32% de la cifra de negocio, en gran medida impulsado por la alimentación, la metalurgia, los materiales de construcción y el químico. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen también un peso importante en el tejido (20% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (7% de la facturación). Les siguen en importancia los servicios a empresa (10% de las empresas, 4% de la facturación) y la hostelería (9% de las empresas, 2% de la facturación). El peso del sector primario es sensiblemente superior a otras regiones (8% de las empresas, 6% de la facturación).
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 80% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 19% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que no alcanza el 1% del total, produce el 23% de las ventas de un tejido productivo que muestra una enorme madurez. El 17% de las empresas, que acaparan el 45% de la facturación, tiene más de 25 años.