El seguro paga más de 600 millones al año por incendios

El seguro paga más de 600 millones al año por incendios

Redacción ‘MS’- El sector asegurador paga cerca de 600 millones de euros al año debido a los daños que ocasionan los incendios en inmuebles. En concreto, el seguro atiende un siniestro de este tipo cada siete minutos y 12 segundos en España, según revela el informe ¡Fuego! Los incendios asegurados. Datos 2021-2022, recién elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora de UNESPA, en colaboración con CEPREVEN y TECNIFUEGO.

El coste medio de estos sucesos asciende a 7.800 euros. Aunque la mayor parte de los incendios asegurados ocurre en viviendas, la mitad de los daños totales ocasionados por las llamas se produce en industrias (51,6%). Esto se explica porque el incendio en un hogar tiende a ser significativa menos grave (su coste medio es de 3.378 euros) que el que se produce en una industria (35.485 euros).

Todas estas magnitudes provienen de la información aportada por 25 aseguradoras, que suman una cuota de mercado del 77,8% en el ramo de multirriesgos. Los datos corresponden, además, a incidentes ocurridos entre julio de 2021 y junio de 2022.

Un análisis por provincias desvela que los percances de mayor gravedad se dieron en las provincias de Lérida (40.070 euros por percance, de media), La Rioja (20.087 euros) y Huesca (19.226 euros). En la situación contraria se situaron Córdoba (2.156 euros), Teruel (2.702 euros) y Jaén (3.096 euros).

Las provincias donde se produjeron más incendios son las que tienen más inmuebles asegurados y, también, más población. El listado lo encabezan territorios como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla… Sin embargo, si los datos se analizan en términos relativos, se observa que Zamora, Soria, Segovia, Lérida y Huesca son las provincias donde es más probable que se desate un incendio.

El 69% de los sucesos recogidos en la base de datos ocurrió en viviendas. Si a los incendios producidos en los hogares se suman los acaecidos en las zonas comunes de los edificios (y, por lo tanto, cubiertos por el seguro de la comunidad de propietarios), este porcentaje asciende al 78% de los sucesos. Los incendios en industrias supusieron el 12% de los percances ocurridos en los 12 meses analizados.

Un análisis de la distribución de los incendios de acuerdo con el tamaño del municipio muestra que estos incidentes se encuentran muy repartidos, si bien los datos sugieren que los incendios tienden a ser más frecuentes en las poblaciones pequeñas que en los grandes municipios.

Los consejos de los expertos

Con el fin de evitar incendios, desde CEPREVEN se recomienda no sobrecargar los enchufes, comprobar que los cargadores que se emplean con distintos aparatos son los adecuados y nunca dejar un dispositivo cargando encima de una cama o un sofá. Tampoco conviene cargar bicicletas o patinetes eléctricos en el vestíbulo o en el pasillo de la vivienda puesto que, en caso de incendio, bloquearía la vía de evacuación. Los expertos de CEPREVEN también alertan de que no se deben aproximar materiales fácilmente combustibles, como cortinas o mobiliario, a fuentes de calor tales como lámparas, braseros o estufas. En la cocina hay que mantener bajo vigilancia en todo momento sartenes y cazuelas cuando se está preparando la comida, así como asegurarse de que la campana extractora está limpia. Si se utilizan velas o chimeneas, es necesario mantener despejado el entorno y apagarlas cuando no haya personas presentes. También conviene evitar fumar en la cama y, antes de vaciar los ceniceros, hay que comprobar que todas las colillas se encuentran bien apagadas para que no arda la basura. La instalación de detectores autónomos de humo es la mejor opción, a un costo muy reducido, para evitar daños personales en caso de incendio.

Asimismo, desde CEPREVEN recuerdan que la mayoría de los edificios de viviendas dispone de extintores en las zonas comunes. Todos los residentes en un edificio deben saber dónde se ubican y cómo funcionan. Una reacción rápida marca la diferencia.

Si se produce un incendio, hay que llamar al 112 en primer lugar y avisar a los vecinos. Si no se puede controlar, es necesario evacuar el inmueble. En caso de humo, cerrar las puertas para evitar que éste se propague y desplazarse agachado. No se deben emplear, bajo ningún concepto, los ascensores para abandonar el edificio. Si hay humo en la escalera hay que permanecer en el domicilio y alertar a los servicios de emergencia a través del 112 o realizando señales a través de ventanas o balcones. Una vez en lugar seguro, se recomienda esperar a los bomberos para facilitarles la información que puedan necesitar de cara a la extinción del incendio y las tareas de rescate.

Los expertos de TECNIFUEGO destacan, por su parte, la importancia que tienen las campañas públicas de concienciación, sobre todo para promover la adopción de medidas básicas de prevención y la instalación de medios de protección contra incendios, como detectores, extintores o rociadores automáticos. Desde esta organización han emprendido la campaña Víctimas 0 a través de la cual se anima a las Administraciones Públicas a sumarse a este objetivo.

En la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios estiman que es necesario legislar para que sea obligatorio instalar algunos equipos de prevención, como el detector de incendios, en las viviendas. Disposiciones como estas están ya en vigor en muchos países europeos, como Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia, etc.

Los expertos de TECNIFUEGO recomiendan aprovechar el Plan para rehabilitación de los edificios (Fondos Next Generation) para implementar mejoras en la seguridad pasiva contra incendios. Por ejemplo, se puede acometer la instalación de materiales resistentes al fuego en frontales y cubiertas, y el mantenimiento de los materiales y equipos ya instalados.

Desde esta organización subrayan que para alcanzar el objetivo Víctimas 0 por incendio es fundamental el apoyo de las Administraciones Públicas en la concienciación de la ciudadanía, los cambios legislativos que incrementen las exigencias en protección contra incendios, así como la aplicación rigurosa de las inspecciones y el cumplimiento legislativo.