De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, la ciudad se consolida como hub del juego online y el 78% de su facturación económica proviene ya de este sector.
Redacción ‘MS’- El tejido productivo de Ceuta ha logrado reducir ligeramente su riesgo de crédito en el último año. El 21% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago. Aunque esto supone aún un deterioro de ocho puntos porcentuales frente al 13% que registraba este indicador antes de la pandemia, supone una reducción de un punto respecto a los niveles que mostraba en 2023. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo ceutí elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View. La creación de nuevas empresas muestra una caída del -6% y la disolución del -13%.
La ciudad autónoma inició hace unos años un giro estratégico de su actividad económica aprovechando las oportunidades post-brexit para convertirse en uno de los centros neurálgicos del juego online en Europa. Las grandes empresas del sector se han trasladado a Ceuta ante el tratamiento fiscal diferencial frente a otras Comunidades Autónomas. En estos momentos, el 78% de la facturación económica de la ciudad proviene de apenas el 3% de sus empresas, vinculadas a las actividades de juegos de azar y apuestas.
Ceuta tiene una economía basada en servicios. El sector primario es testimonial y el industrial (4% de las empresas) tiene un peso económico mínimo en la región (1% de la facturación). El 30% de las empresas ceutíes se concentra en el sector del comercio, que representa un 11% de la actividad económica de la ciudad. Los sectores vinculados a la construcción y el inmobiliario tienen un peso importante en el tejido (21% de las empresas), pero su incidencia en la economía es sensiblemente más reducida (3% de la facturación). Los servicios a empresa (12% de las empresas, 1% de la facturación) o la hostelería (7% de las empresas, 1% de la facturación) tienen un peso limitado.
La distribución por tamaños empresariales muestra una fuerte dispersión. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 6% de la facturación total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa menos del 1% del total, produce el 37% de las ventas de un tejido productivo que muestra una relativa madurez. El grueso de la facturación, 72%, se concentra en el 13% de las empresas con una antigüedad de 11 a 15 años.