Por Isidre Martínez Ivars, Actuario y Economista. Global Actuarial
Recientemente, se está anunciando la modificación del sistema de cotización de los trabajadores autónomos a la Seguridad Social de acuerdo con sus ingresos reales, dentro de las medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social del Sistema Público de Pensiones, pues existe un compromiso por parte del Gobierno antes de Junio del presente año para su presentación, y que se aplicaría a partir de 2023, con un período transitorio de adaptación.
«El RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) aglutina en España unos 3.000.000 de cotizantes, en sus diferentes modalidades, y están representados diferentes sectores, también en el Sector Seguros, según el tipo de actividad y funciones que desarrollen».
Creo, sin embargo, es necesario hacer una profunda reflexión, para ver realmente el entorno en que se proponen estos cambios.
Supongamos, por ejemplo, una facturación total de un Autónomo de 2.000 € /mes y resulta lo siguiente:
- Deducimos el IVA (21%) resultan – 347,11 €
- Además la retención por IRPF (15%) deducimos – 247,93 €
- La Cuota de la Seguridad Social (30,6%) deducimos – 505,79 €
- Total Deducciones – 1.100,83 € (347,11+247,93+505,79)
- Resultan unos ingresos netos de 899,17 €
En definitiva el Autónomo que factura 2.000 € mensuales, ingresa al Estado por diferentes conceptos 1.100,83 € (IVA+IRPF+SSocial) y le quedan en su bolsillo como saldo neto 899,17 €.
Es decir, el 55% de la facturación para el Estado y sólamente el 45% para el Autónomo.
¡Permítanme un bravo, bravo y bravo para nuestros trabajadores autónomos!