Estudiantes de Medicina y Enfermería asisten en primicia al preestreno de la película De Humani Corporis Fábrica en la Clínica IMQ Zorrotzaurre

Estudiantes de Medicina y Enfermería asisten en primicia al preestreno de la película De Humani Corporis Fábrica en la Clínica IMQ Zorrotzaurre

Redacción ‘MS’- Hace cinco siglos, el anatomista Andrés Vesalio abrió el cuerpo humano a la ciencia, plasmando los secretos del mismo en De humani corporis fabrica libri septem (De la estructura del cuerpo humano en siete libros), una obra de texto, con profusión de imágenes, sobre anatomía humana, que es considerada uno de los más influyentes libros científicos de todos los tiempos. Así lo detalla IMQ a través de un reciente comunicado.

Con el ánimo de abrir el cuerpo humano al cine, Véréna Paravel y Lucien Castaing-Taylor, cineastas del Laboratorio de Etnografía Sensorial de la Universidad de Hardvard, han filmado De Humani Corporis Fabrica, una película que, según sus autores, revela que la carne humana es un paisaje extraordinario que existe solo a través de la mirada y la atención de los demás y que, asimismo, los hospitales son laboratorios que conectan a todos los cuerpos del mundo como lugares de atención, sufrimiento y esperanza.

Así, de manera previa al estreno de esta película en España, previsto para el 26 de mayo, estudiantes del grado de Medicina de la Universidad de Deusto y del grado de Enfermería de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) han asistido en primicia al preestreno del film en la Clínica IMQ Zorrotzaurre, dentro de las prácticas del plan de Docencia de este hospital universitario.

Tras la proyección, el alumnado mantuvo un interesante debate con Anaís Córdova Páez, crítica y programadora de cine, y con Begoña Girbau, doctora en Medicina, máster en Bioética y especialista en Anestesiología en este centro sanitario, sobre aspectos como la ética y la humanización en la asistencia sanitaria.

Tal y como aseveró Córdoba Páez, «en esta película se encuentra una gran declaración o manifiesto, en el sentido de que pone en una perspectiva crítica dónde está la labor de los profesionales de la medicina y cómo esto entra en relación con la vulnerabilidad del ser humano. El film comienza desde el lugar de una infraestructura hospitalaria y acaba en la morgue de esa misma infraestructura, haciendo un repaso de la vida y la muerte. Existen varios momentos en los que se muestra claramente la labor de los profesionales sanitarios, siempre usando la tecnología y hablando desde un lugar donde el audio, los diálogos de los profesionales de la salud con los pacientes, y la visualidad y el uso de las cámaras, entran en relación».

Para la crítica de cine, «es una película importante para poder generar discusiones alrededor de un sistema de salud que ha sido muy criticado en la pospandemia». Según dijo, «existe una curiosidad innata por entender qué significa el cuerpo humano. Este film trae eso a la visualidad, trae esa curiosidad de entender y poder cuestionar y reflexionar alrededor de la vulnerabilidad humana».

La Dra. Begoña Girbau, puso de manifiesto que «la ética y la humanización tienen una gran importancia en la práctica clínica asistencial porque dan un enfoque diferente a la relación médico-paciente, mejorándola y, sobre todo, porque la enfermedad no es solamente un problema fisiopatológico, sino que también influye en la biografía y proyección vital de las personas. La ética mejora ese vínculo ya que, si sólo nos fijamos en los fisiopatológico, en ocasiones te puedes llegar a desvincular del paciente, despersonalizándolo».

La especialista en Anestesiología de la Clínica IMQ Zorrotzaurre añadió que en este centro sanitario existen diversos planes para «la mejora de la humanización, como por ejemplo en la unidad de cuidados intensivos, en el bloque obstétrico o un programa enfocado al duelo perinatal, por citar sólo algunos».

Tras el debate, el estudiante de tercer curso de Medicina de la Universidad de Deusto, Gonzalo Martínez, valoró que la principal lección extraída del visionado de la película y del debate posterior fue que «el componente humano de nuestra profesión es completamente esencial. La relación que tiene que haber entre el profesional y el paciente debe ser una relación de respeto en la que ambos se encuentren a un mismo nivel y en la que el paciente se sienta acompañado. Creo que el ver esta película y reflexionar sobre este aspecto, puede tener un impacto en mi futura práctica asistencial».

Otra estudiante de tercer curso de Medicina, Idoia Uribarri, destacó especialmente «la relación entre los profesionales médicos; esa faceta que, quizás, no se tiene en cuenta o de la que no nos hablan tanto, pero que puede llegar a ser conflictiva en ciertos puntos. Me parece que hablar sobre ella y tenerla presente puede que mejore y repercuta en una mejor atención a los pacientes».

Por último, Julieta Juncadela, de Vitrine Filmes, distribuidora en España de la película, adelantó que se va a estrenar este documental experimental en salas de cine de todo el país desde el 26 de mayo. «Preguntándonos por cómo acercar la película a más y nuevos públicos, diversificar audiencias y llegar a gente más joven, en esta película, por su temática y por estar ligada a la Medicina, nos surgió la inquietud de poder acercarla a estudiantes y profesionales de la salud. E hicimos esta propuesta a la Clínica IMQ Zorrotzaurre, que la acogió con gran interés. Estamos muy contentos con el resultado, porque es una película que despierta muchísima reflexión y debate sobre la salud, los profesionales sanitarios y el propio mundo contemporáneo en el que vivimos. Y es que el cine nos permite ver el mundo en el que vivimos, de otras maneras».