Redacción ‘MS’- En la actualidad, y debido a la pandemia de COVID- 19, el acceso a las nuevas tecnologías se ha convertido en imprescindible, tanto en el ámbito laboral, como en educación, información, entretenimiento etc., lo que ha originado un universo digital en el que encontrar prácticamente todo lo que se necesita. Para las personas con discapacidad intelectual o síndrome de Down, estas Nuevas Tecnologías son, además, un método de aprendizaje y un instrumento que facilita su evolución, constituyendo una de las claves para su completa inclusión en la sociedad.
Este periodo tan singular que estamos viviendo ha dejado en evidencia la falta de accesibilidad tecnológica a la que se enfrentan diariamente determinados colectivos como el de las personas con discapacidad intelectual o síndrome de Down, lo que provoca una gran brecha digital que acrecienta aún más las desigualdades que existen entre la población general y las personas con discapacidad intelectual. Este aspecto está directamente relacionado con la escasez de herramientas a las que tienen acceso estos colectivos, así como con la situación económica de muchas familias. En definitiva, la situación generada por la crisis del COVID-19 ha agravado la exclusión de las personas con síndrome de Down en nuestro país, al verse apartados del acceso al mundo tecnológico.
Desde Fundación Pelayo se ha decidido apoyar a DOWN ESPAÑA, a través del concurso anual de proyectos, para impulsar un proyecto de inclusión tecnológica llamado Balmis digital. Un programa gracias al que se enviarán e instalarán equipos informáticos en centenares de hogares de personas con síndrome de Down de toda España que se encuentren en situación de exclusión económica y, por tanto, no pueden acceder al apoyo educativo online que necesitan.
Para la puesta en marcha del proyecto se ha firmado un acuerdo entre ambas entidades representadas por D. Alvaro Gil-Robles, Presidente de Fundación Pelayo, y D. Mateo Sansegundo, Presidente de DOWN España, quien quiso destacar que “Algo que hemos aprendido de esta pandemia es que hay más posibilidades en la formación y el trabajo telemático de las que pensábamos, y que hay que profundizar en la pedagogía y en las experiencias de la enseñanza online en grupo”. Por su parte, el Presidente de Fundación Pelayo quiso resaltar “la importancia que tiene para la integración de este colectivo la formación normalizada y el darles oportunidades laborales”.
La inserción laboral es un indicador prioritario debido a la crisis provocada por la COVID-19 y, según desvela el informe de ODISMET ‘Efectos y consecuencias de la Covid-19 entre las personas con discapacidad’, el 12% de las personas con discapacidad que ocupaban un puesto de trabajo antes de la pandemia lo ha perdido, mientras que un 60% teme perderlo. Un dato muy preocupante, teniendo en cuenta que antes de esta crisis sólo una de cada cuatro personas con discapacidad tenía empleo, es decir un 25% frente al 66% de la población general, y de ellos dos de cada tres trabajan en centros especiales de empleo, con empleo protegido.