Redacción ‘MS’- La apropiación de los bienes culturales y de su memoria histórica es una práctica que lleva existiendo desde el principio de los tiempos y que pervive hasta el día de hoy, haciendo que todas estas obras artísticas no solo se hayan alejado de sus propietarios, sino también de su propia identidad cultural. Por ello, no son pocas las iniciativas e investigaciones que han ido surgiendo para tratar de recuperar estas obras de arte desaparecidas. De hecho, la última de ellas es el Museo de Arte Robado, que ha surgido recientemente tras la invasión ucraniana con el objetivo de recrear virtualmente y catalogar las obras que Rusia ha ido sustrayendo de los museos ucranianos para, de esta forma, facilitar su futura devolución. Así lo detalla Hiscox a través de un reciente comunicado.
Gracias a este tipo de iniciativas son miles los bienes artísticos que han sido recuperados del expolio a lo largo de los años, aunque otros muchos han regresado a sus orígenes casi por arte de magia tras encontrarse en paradero desconocido, bien accidentalmente o incluso por negligencia. Lo que tienen ambas situaciones en común es que, de alguna forma u otra, han sido en última instancia recuperados gracias a un exhaustivo proceso de búsqueda e identificación, en algunos casos, o a un componente de casualidad, en otros.
En este contexto, Hiscox, compañía internacional especializada en seguros de arte, hace un repaso por algunas de las obras de arte que, tras ser descubiertas o recuperadas de su expolio, han recuperado su identidad este año.
Obras históricas que han encontrado el camino de regreso a casa por sí mismas
Una Inmaculada de Velázquez, 97 años en el cabecero de la cama de una mujer
Soledad de Rojas nació el 1 de enero de 1923 y falleció el 23 de julio de 2020, ambos en el mismo dormitorio de su casa familiar de la calle Albuera de Sevilla. Sobre el cabecero de su cama, descansó durante sus 97 años de vida una Inmaculada sosteniendo a su hijo. Antes de su fallecimiento dejó el lienzo en herencia a la parroquia de la Magdalena y, desde allí, fue enviado al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico para restaurarla. Así, los expertos descubrieron que se trataba de una obra de un joven Diego de Velázquez, uno de los más grandes genios del arte español, cuando tenía tan solo 15 años.
Una solicitud de certificación de originalidad devuelve un cuadro del siglo XVIII en Perú
Hace casi 20 años, en 2005, cinco pinturas fueron sustraídas del Museo Histórico Regional “Palacio Inca Garcilaso de la Vega” en Cuzco, Perú. Entre ellas, “El Bautismo de Cristo en el Jordán”, un valioso óleo sobre lienzo del siglo XVIII y parte del patrimonio cultural del país. En febrero de 2023, su por entonces poseedora, una ciudadana peruana, solicitó su certificado de originalidad al organismo correspondiente, quienes encontraron una etiqueta y un código de catalogación en el reverso del lienzo que señalaba la procedencia de dicho museo. Tras detectarlo, se comunicó de inmediato a la Dirección de Recuperaciones, desde la cual pudieron corroborar que se trataba de una de estas obras de arte sustraídas y, finalmente, pudo volver a su lugar de origen.
Los dos ladrones que desconocían el verdadero valor de dos obras de Dalí
En 1922, Salvador Dalí realizó dos dibujos al carbón para ilustrar una edición del libro de Pere Coromines ‘Les gràcies de l’Empordà’, que nunca llegó a ver la luz. Sin embargo, las obras, ‘Vino rancio’ y ‘Las Sardanas de la fiesta mayor’ pasaron a ser propiedad de la familia Coromines en Barcelona. Así, más de 100 años después, a comienzos de 2022, tres ladrones irrumpieron en la casa y robaron estos dos carboncillos y, en mayo de 2022, tras un intento de vender los cuadros en el mercado, un comprador anónimo fue quien dio la voz de alarma a los Mossos d’Esquadra ya que una obra de este tipo, valorada en 300.000 euros actualmente, no pasaría nunca desapercibida en el mercado. Este año, ha sido finalmente devuelta a sus dueños.
La otra cara de la moneda: investigaciones de película que involucran a la policía, detectives y hasta la Interpol
Arthur Brand, el “Indiana Jones del arte”, recupera un Van Gogh de 1884
En marzo de 2020, al comienzo del confinamiento por la pandemia del coronavirus, un ladrón irrumpió en el museo Singer, en la localidad neerlandesa de Laren, y sustrajo un cuadro de Van Gogh de 1884 valorado en varios millones de euros conocido como ‘Jardín rectoral en Nuenen en primavera’. Tras tres años de investigación de Arthur Brand, detective apodado “el Indiana Jones del arte”, en colaboración con la policía holandesa, averiguaron que el ladrón había conseguido llegar a su puerta de casa en Ámsterdam con la pintura en una almohada y una bolsa de IKEA. No tardaron en localizar al ladrón ya que su ADN se encontró tanto en esta escena del crimen como en anteriores.
Un cuadro de San Dimas de Juan de Ribalta, localizado por la Interpol
A principios de año, ‘La crucifixión de San Dimas’, representación del pintor de la escuela valenciana Juan de Ribalta en el siglo XVII, fue finalmente devuelta al Museo de la Ciudad de València. 44 años antes, en 1979, fue sustraído del monasterio de San Miquel de los Reyes y, algunos años más tarde, en el 2000, fue localizado por la Interpol en la localidad italiana de Spezia en manos de un ciudadano italiano y colocado en el Museo Amedeo Lía. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el Tribunal de Apelación de Génova ha dado la razón al Ayuntamiento de Valencia y ha sido recolocado en el museo valenciano.
Algunos bienes artísticos que todavía siguen buscando el camino a sus orígenes
Las joyas antiguas del Museo Británico que se vendieron por eBay
A mediados de agosto de este mismo año, los responsables del British Museum detectaron que entre 1.000 y 2.000 joyas de oro y piezas semipreciosas datadas en el siglo XV a.C. de su colección y con valor de millones de libras habían desaparecido, desatando diversos rumores y polémicas en torno a esta situación. A pesar de su valor tanto histórico como material, a pocos días del suceso se informó de que una parte de ellas, con un valor aproximado de 50.000 libras esterlinas, se estaban vendiendo en la plataforma eBay por alrededor de 40 libras. Así, a día de hoy la Policía Metropolitana de Londres y la división de crimen económico de Scotland Yard están todavía tratando de esclarecer los hechos y recuperar las obras sustraídas del museo.
Las 12 esculturas a la venta en el mercado internacional para financiar el estado islámico
En 2016, el estudiante Morgan Belzic recopilaba información para su tesis doctoral cuando descubrió que 12 esculturas desaparecidas en Libia tras la caída de Gadafi en 2011 se encontraban en tiendas de antigüedades, algunas de ellas en España. Sin dudar en denunciar y tras un proceso de investigación, se descubrió que se trataba no de un robo de arte al uso, sino de una parte de las conocidas como “antigüedades de sangre”, obras saqueadas y vendidas ilegalmente para financiar al Estado Islámico. Finalmente y hace tan solo un mes, estos bienes artísticos, que hasta ahora eran custodiados por el Museo Arqueológico Nacional y el Instituto del Patrimonio Cultural de España, fueron devueltos al embajador de Libia en España, y actualmente se encuentran a la espera de poder regresar finalmente a casa.
“Cada vez que se informa de la recuperación y devolución de obras de arte a sus legítimos propietarios, el mundo puede celebrar ya que no solo regresan a casa, sino que se hace justicia con la historia. Por ello y, sea como sea la manera en la que los bienes culturales y artísticos regresan a sus lugares de origen y dueños, el tener un seguro siempre facilita este proceso que, como hemos visto, puede llevar incluso algunas décadas”.
Eva Peribáñez, directora de la división de Arte y Clientes Privados de Hiscox España.