‘Muy Segura’ entrevista a Ignacio Ordóñez Ugarte, director del Área de Formación y RR.HH. de ICEA.
¿Qué medidas ha adoptado ICEA para afrontar la crisis del coronavirus?
En primer lugar, cabe indicar que ICEA está totalmente preparada desde el punto de vista tecnológico y de comunicaciones para el teletrabajo, lo que significa que nuestra actividad, mas allá de los impactos normales, se está desarrollando y se desarrollará con total normalidad.
En estas circunstancias, pusimos en marcha un protocolo de actuación para mitigar lo más posible el impacto de esta situación.
Nuestra prioridad fue la salud de todos nosotros y de nuestras familias, el servicio a nuestros clientes y la continuidad de nuestros proyectos, en ese orden.
El plan recogió, además de teletrabajar, otras medidas como por ejemplo la flexibilización de los horarios poniendo especial foco en las personas con hijos en edad escolar y que requieren de atención, aquellos con personas dependientes a su cargo y los que están dentro de los grupos de riesgo indicado por la OMS.
«ICEA está totalmente preparada desde el punto de vista tecnológico y de comunicaciones para el teletrabajo, lo que significa que nuestra actividad, mas allá de los impactos normales, se está desarrollando y se desarrollará con total normalidad».
¿Cuál es su dinámica de trabajo en la actualidad?
Estamos comprometidos en seguir trabajando rigurosamente y prestando todos los servicios, que tanto asociados como clientes, están acostumbrados a recibir.
Seguimos facilitando con cierta normalidad todos los datos relevantes del sector, avanzando en los proyectos de investigación sobre aquellos temas que suscitan el interés y que pueden contribuir a un mejor desarrollo del negocio, mantenemos nuestras reuniones para prestar los servicios de asesoramiento para orientar la estrategia comercial y, por último, en cuanto a formación, mantenemos todos nuestros programas e-learning vivos y los presenciales; no lo hemos cancelado, sino que los hemos migrado a un modelo webinar.
«Estamos comprometidos en seguir trabajando rigurosamente y prestando todos los servicios, que tanto asociados como clientes, están acostumbrados a recibir».
¿Qué respuesta están obteniendo de sus interlocutores?
Es difícil decidir y aplicar los cambios a los que nos vemos obligados, pero los tomamos siempre con el pensamiento de estar cerca de los problemas de nuestros interlocutores, atender a sus necesidades y aportar soluciones concretas facilitando las cosas.
Es por ello que la respuesta está siendo buena y respetuosa con el esfuerzo que hacemos. Nos sentimos satisfechos y motivados para seguir en esta línea
«La respuesta está siendo buena y respetuosa con el esfuerzo que hacemos».
¿Considera que de esta crisis puede extraerse alguna enseñanza de valor para el futuro?
Evidentemente, nadie esperaba una situación de estas características y consecuencias. En un plano general, debemos aprender que escatimar esfuerzos económicos y sociales en sanidad no es una buena opción. Lo vivido en muchas familias obliga a ser previsores y conscientes de lo dramático que es no estar preparado y a la altura.
Otra enseñanza es que las empresas debemos adaptarnos, el Covid-19 ha forzado al teletrabajo a muchísimas compañías que ni se habían planteado esta opción, o que la ofrecían como una alternativa puntual y minoritaria entre sus plantillas.
El teletrabajo, de ser una costumbre marginal, se ha convertido en una necesidad, no está de paso, sino que ha venido para quedarse y, por ello, debemos avanzar en un cambio cultural que permita sacar el mejor resultado a este modelo.
«El teletrabajo, de ser una costumbre marginal, se ha convertido en una necesidad, no está de paso, sino que ha venido para quedarse».