El 45% de las ventas B2B a crédito en Japón se ve afectado por la morosidad y los impagos suponen un 6% adicional de las facturas.
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución, el 49% de las empresas japonesas ha logrado estabilizar el comportamiento en pagos de sus clientes, mantenido su plazo medio de cobro en 42 días desde la facturación. Además, el 33% espera una mejora en las prácticas de pago de su cartera. Sin embargo, la regularidad de los pagos que se observa en Japón oculta riesgos financieros subyacentes como retrasos ocasionales que pueden afectar a la liquidez y la estabilidad financiera empresarial. De acuerdo con el estudio, el 45% de las ventas a crédito se ve afectado por la morosidad y los impagos suponen un 6% adicional de las facturas B2B. Estos niveles de impago pueden afectar gravemente a la salud financiera de las empresas japonesas, reduciendo sus fondos disponibles para la operativa diaria y recortando sus márgenes de beneficio.
La principal preocupación de las compañías japonesas de cara a 2025 es el riesgo de insolvencia. El 52% prevé que se produzca un aumento. Se trata de un dato significativo que refleja la preocupación por la debilidad del entorno financiero y la coyuntura económica incierta. Sin embargo, el 43% de las entidades del país nipón no prevé que se produzcan cambios en las prácticas de pago de sus clientes. Solo el 15% espera un deterioro. Esta diferencia refleja la gestión del riesgo de crédito en este mercado, que combina la gestión interna a través de la reserva de fondos propios y externa, que supone transferir el riesgo de crédito a una aseguradora de crédito.
El barómetro para Japón revela que el 53% de todas las ventas B2B durante el 2024 se han realizado a crédito. Los problemas de liquidez de los clientes, los litigios sobre facturas y los procesos de pago ineficaces son las principales justificaciones de la morosidad, que genera un retraso medio de un mes desde el vencimiento de las facturas. Para gestionar este problema de liquidez, suelen recurrir a retrasar los pagos a sus proveedores, lo que genera un efecto dominó en todos los sectores. También buscan financiación externa mediante el descuento de facturas, el crédito bancario y el comercial.
Las previsiones empresariales están marcadas por una notable ansiedad derivada del impacto de los cambios económicos nacionales y globales a corto y largo plazo. Estas preocupaciones incluirían desafíos como la captación de clientes y la saturación del mercado en un periodo de intensa competencia. Los retos operativos son también una preocupación importante, ya que muchas empresas se enfrentan a procesos ineficientes o anticuados, una capacidad de producción insuficiente y perturbaciones en la cadena de suministro.