Sergi Riau, socio director de Solutia Global Health Solutions; Koldo Gutiérrez, director gerente de IMQ Amsa; y Javier López, director de los servicios médicos de Bridgestone Hispania Manufacturing.

La aplicación de programas de bienestar emocional en las organizaciones puede reducir las bajas laborales debidas a problemas de salud mental un 66%

Redacción ‘MS’- El edificio de la Bolsa de Bilbao ha acogido el I Encuentro ‘Cómo reducir el absentismo y los riesgos psicosociales implementando un modelo de entorno laboral saludable’, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) e IMQ Amsa, entidad especialista en salud mental desde la psicología y la psiquiatría. En la cita han participado Sergi Riau, socio director de Solutia Global Health Solutions; Koldo Gutiérrez, director gerente de IMQ Amsa; y Javier López, director de los servicios médicos de Bridgestone Hispania Manufacturing. La apertura y presentación del encuentro ha corrido a cargo de Mikel Madariaga, director de la Zona Norte de APD.

Así lo detalla IMQ a través de un reciente comununicado.

Tal y como se ha puesto de manifiesto en el encuentro, una empresa saludable es aquella en la que sus integrantes colaboran para impulsar y favorecer un proceso de mejora continua con el objetivo de promover la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores, así como la sostenibilidad del espacio de trabajo. En los últimos años, según han desgranado los expertos, este concepto ha pasado a ser clave para las empresas y su continuidad, ya que los beneficios que aporta garantizan la salud del conjunto de la empresa y producen mejoras medibles que afectan en su rentabilidad como, por ejemplo, la reducción del absentismo o los riesgos psicosociales.

Aplicación de programas de bienestar emocional en las organizaciones

Koldo Gutiérrez, director gerente de IMQ Amsa, abordó en su intervención la aplicación de programas de bienestar emocional en las organizaciones. El experto recordó en su introducción que, en Euskadi, las bajas por salud mental se han duplicado en seis años, llegando a casi 43.500. Representan el 24% del total de las bajas, con una duración promedio de 45 días. La ansiedad y la depresión son, en general, los dos principales cuadros clínicos responsables de la carga de enfermedad de los problemas de salud mental.

Según explicó, los programas de fomento del bienestar emocional en las organizaciones «deben ser programas personalizados que pretendan prevenir, detectar y reducir los factores de riesgo asociados a la salud mental, y potenciar así el bienestar emocional». Entre los objetivos de estos programas enumeró la identificación de factores de riesgo, la disminución del absentismo y la rotación, la reducción del estrés laboral, el fomento de las relaciones interpersonales saludables, el aumento de la motivación y la productividad y el mantenimiento del talento en las organizaciones.

Como factores de riesgo del bienestar emocional identificó varios, como el estrés laboral, el acoso laboral, el abuso de sustancias, problemas financieros o legales, dificultades en la adaptación a cambios, enfermedades no profesionales, conflictos familiares, etc. Frente a éstos, citó factores protectores, como la vigilancia de la salud mental, el acompañamiento y apoyo psicológico, los recursos psicoeducativos, los grupos de gestión emocional y las actividades de sensibilización y prevención.

Beneficios

Koldo Gutiérrez enumeró, asimismo, varios de los beneficios derivados de la aplicación de programas de promoción del bienestar emocional, como «el incremento de la productividad y el rendimiento, la reducción del absentismo laboral, el aumento de la comunicación efectiva y asertiva, la mejora en el clima laboral y el bienestar emocional». Todo ello con una aplicación continuada de este tipo de programas pueden llegar a tener un retorno de la inversión de 1 a 5 por cada euro invertido». Según se puso de manifiesto, la aplicación de programas de bienestar emocional en las organizaciones puede reducir las bajas laborales debidas a problemas de salud mental hasta en un 66%.

Prevención

En cuanto a los tipos de prevención, el director gerente de IMQ Amsa distinguió tres: la prevención universal, la selectiva y la indicada. En lo concerniente al primer tipo, aludió a la detección temprana de problemas emocionales a través de un programa de vigilancia del bienestar emocional, «capaz de abordar los problemas en sus etapas iniciales para evitar su progresión, tanto en la persona como en el colectivo». También hizo referencia a la utilidad de las Plataformas de Bienestar Emocional, «una plataforma digital de apoyo al empleado, diseñada para proporcionar recursos, servicios, herramientas y apoyo en áreas como la salud mental, el desarrollo profesional, el equilibrio entre la vida laboral y personal, y la gestión del estrés, contribuyendo así a crear un entorno laboral más saludable y motivador». Por último, abordó las acciones de información y sensibilización en la prevención de la conducta suicida, del acoso laboral y de las conductas adictivas.

Respecto a la prevención selectiva, explicó la esencia de las consultas orientativas: «son un recurso de apoyo para personas que han mostrado signos y síntomas de malestar psicológico. El objetivo principal es evaluar de manera más exhaustiva el caso, valorando la frecuencia, intensidad y duración de los síntomas, así como identificar el origen del malestar». A continuación, presentó los grupos de gestión emocional: «grupos orientados a dotar a los empleados de herramientas, estrategias y recursos psicológicos positivos con los que incrementar el bienestar psicosocial de las personas trabajadoras».

Por último, en el tercer tipo de prevención (prevención indicada), habló del apoyo psicológico individualizado para aquellas personas trabajadoras de la organización que lo necesiten, así como de sus beneficios, y de los primeros auxilios psicológicos, «un conjunto de habilidades y conocimientos que se utilizan para ayudar a las personas a sentirse tranquilas y capaces de hacer frente a una situación de emergencia o crisis».