Redacción ‘MS’- «La excelencia no es un acto sino un hábito». Esta frase —atribuida a Aristóteles— que señala que la metodología es el medio y no el objetivo, es un buen ejemplo del objetivo que marca la política de calidad, seguridad y responsabilidad de Grupo IMQ. Una nueva prueba de ello ha sido la renovación por parte de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, el mayor centro sanitario privado de Euskadi, de la acreditación de calidad Quality Healthcare (QH) tres estrellas —la más alta existente—, que es otorgada y auditada anualmente por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS) y que se emplea tanto en centros públicos como privados. Así lo detalla IMQ a través de un reciente comunicado.
«Esta acreditación es un reconocimiento a aquellos centros que, preocupados por la mejora continua de la calidad, han decidido gestionar sus procesos de manera adecuada y asumir el esfuerzo de obtener aquellas certificaciones oficiales que así lo avalan».
Isabel Urrutia, responsable de Calidad y Seguridad Clínica de Grupo IMQ.
La calidad forma parte del camino para llegar al futuro
«El ámbito de la calidad sigue siendo una herramienta fundamental para el cambio y la transformación. Una herramienta que permite implantar metodologías para sistematizar, medir, hacer más eficiente, pero sobre todo para evolucionar la Organización. Como herramienta, ha ido evolucionando en los últimos años hacia un concepto más ágil y flexible que se traduzca en objetivos prácticos y que no encorsete la forma de trabajar y, por lo tanto, sus resultados».
Esther Zaballa, directora de la Secretaría Técnica de IMQ.
Según detalla, «en Grupo IMQ estamos convencidos de que la calidad forma parte del camino para llegar al futuro, poniendo el foco, por la naturaleza del servicio que ofrecemos, en el cliente, como protagonista principal, y también en las personas, facilitando y haciendo más atractivo su desempeño profesional».
La directora de la Secretaría Técnica de IMQ pone de manifiesto que, «no sólo nos centramos en el modelo de gestión, con el desarrollo y la implantación de sistemas de gestión integrados de calidad que velan por la Organización en su conjunto, ofreciendo una visión global, sino que también se trabajan ámbitos concretos como la innovación, con nuevas metodologías que permiten sistematizar la creatividad y la generación de ideas, y su traducción en proyectos concretos; o el medio ambiente, dando respuesta a la cada vez mayor inquietud que existe en la sociedad por la sostenibilidad y al papel que las compañías debemos desempeñar en ese contexto; o la continuidad del negocio, un elemento de preocupación creciente por la existencia cada vez mayor de eventos que pueden poner en riesgo el normal funcionamiento de una compañía, como una pandemia o un ataque de ciberseguridad».
A lo anterior, Esther Zaballa suma las nuevas metodologías o disciplinas de carácter estratégico como la experiencia del cliente, la humanización y la seguridad asistencial, «que permiten ir más allá en esa vocación por la mejora continua y por traducir las inquietudes de los clientes y los pacientes en nuevos proyectos innovadores».