Por Alejandro Olivares, Jefe de Ventas Territorial Andalucía Oriental y Canarias
en Asisa Vida
En la vida, hay situaciones que no podemos prever. Un accidente, una enfermedad grave o incluso el fallecimiento de un ser querido, son momentos que, aunque difíciles de imaginar, pueden ocurrir en cualquier momento. Por eso, es fundamental reflexionar sobre la importancia de contar con un seguro de vida riesgo, ya que la seguridad económica de una familia puede verse afectada ante un suceso inesperado.
Según datos del informe “Memoria Social de 2023” de UNESPA presentado el pasado junio, solo el 30% de las personas mayores de 18 años en España tienen contratado un seguro de vida riesgo. Es un porcentaje sorprendentemente bajo, considerando que la vida está llena de incertidumbres. Muchas personas piensan que estas situaciones no les afectarán, pero la realidad es que nadie está exento de riesgos.
Nuestro objetivo prioritario para 2025 debería ser aumentar la conciencia en la sociedad sobre la importancia de tener un seguro de vida, así como promover su enseñanza desde la infancia. Creo que deberíamos educar a nuestros hijos sobre este tema a través de talleres desde una edad temprana, para que comprendan las situaciones difíciles que pueden enfrentar en la vida y cómo manejarlas. Por ejemplo, si un padre o una madre sufre un grave accidente o fallece, la pérdida emocional es devastadora para la familia. Sin embargo, a esto se suma la carga económica. Sin un seguro de vida, los gastos diarios, las deudas y los compromisos financieros pueden volverse abrumadores, lo que puede generar estrés, conflictos familiares e incluso la posibilidad de perder el hogar.
Un seguro de vida actúa como un salvavidas en estos momentos difíciles. Proporciona una compensación económica que puede ayudar a cubrir gastos inmediatos, como hipotecas, facturas y educación de los hijos. Además, permite que la familia mantenga su nivel de vida y no se vea obligada a hacer sacrificios drásticos en un momento ya de por sí complicado.
«Nuestro objetivo prioritario para 2025 debería ser aumentar la conciencia en la sociedad sobre la importancia de tener un seguro de vida, así como promover su enseñanza desde la infancia».
Muchas personas piensan que el seguro de vida es un gasto innecesario, especialmente cuando son jóvenes y con una vida estable. Sin embargo, es precisamente en esos momentos de tranquilidad cuando deberíamos considerar la posibilidad de proteger a nuestros seres queridos. La tranquilidad que brinda saber que, pase lo que pase, nuestra familia estará protegida económicamente, no tiene precio.
La contratación de un seguro de vida no es solo una decisión financiera, sino un acto de amor hacia nuestra familia. Es una forma de garantizar que, incluso en los momentos más difíciles, nuestros seres queridos no tengan que enfrentarse a la carga económica de nuestra ausencia. Si aún no has considerado esta opción, te animo a que lo hagas. La vida es incierta, pero tu compromiso con la seguridad y tranquilidad de tu familia será una decisión acertada. ¡No esperes más para proteger lo que más amas!
«La contratación de un seguro de vida no es solo una decisión financiera, sino un acto de amor hacia nuestra familia».
