Las presidenciales estadounidenses de noviembre introducen nuevas capas de incertidumbre en las perspectivas económicas globales.
Redacción ‘MS’- Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos serán una fuente de incertidumbre para los mercados mundiales en 2024, lo que dificultará la planificación estratégica a largo plazo de las empresas internacionalizadas. Los dos probables candidatos, el actual presidente y su antecesor en el cargo, tienen opiniones opuestas sobre el comercio, la presión fiscal y el papel de Estados Unidos en la escena mundial.
Crédito y Caución prevé que las elecciones se desarrollen en un contexto de desafíos geopolíticos, bajo crecimiento y confianza inestable. Estados Unidos ha resistido el entorno inflacionista mejor que otros países, manteniendo la solidez del crecimiento y el empleo. El gasto de los consumidores ha sido especialmente resistente, pero las previsiones apuntan a un giro motivado por el apalancamiento, la disminución de la inversión fija y la resistencia de la inflación, que retrasa el recorte de tipos de interés. Es previsible que el impacto acumulado del endurecimiento monetario, las condiciones crediticias menos acomodaticias, la política fiscal restrictiva y la incertidumbre política lastren el crecimiento en los próximos meses, provocando un aterrizaje suave de la economía estadounidense.
Las elecciones presidenciales también definirán el papel que Estados Unidos desempeñará más allá de sus fronteras y particularmente en conflictos geopolíticos como los de Ucrania u Oriente Medio. La actual Administración se ha mostrado cada vez más reacia a compartir conocimientos tecnológicos con China y ha apoyado las sanciones occidentales a Rusia. Si se produjese un cambio de Administración, Crédito y Caución prevé que esta reorientación del comercio mundial cobre velocidad.
El probable candidato republicano ha planteado la idea de un arancel del 10% a todos los bienes importados para impulsar la producción nacional, lo que desencadenaría medidas similares contra las exportaciones estadounidenses y afectaría significativamente a las cadenas mundiales de suministro. Por contra, la agenda de la actual Administración durante un segundo mandato se centraría en el fortalecimiento de la clase media, la expansión de la sanidad y el desarrollo de infraestructuras de energía verde.
El desarrollo futuro de las actuales tensiones geopolíticas, que vendrá en buena parte marcado por el resultado electoral, tendrá un impacto muy relevante en la economía global. Se calcula que el cierre efectivo del Mar Rojo a los buques mercantes podría reducir la capacidad de transporte marítimo internacional en torno a un 20%. La guerra en Ucrania, por su parte, ha avivado la inflación y sigue siendo un obstáculo para el crecimiento global. Una guerra comercial total entre China y Occidente tendría un enorme impacto en las cadenas de suministro mundiales y en la capacidad de fabricación.