La mayor parte de las urgencias obstétricas de IMQ Zorrotzaurre son falsos trabajos de parto

La mayor parte de las urgencias obstétricas de IMQ Zorrotzaurre son falsos trabajos de parto

Redacción ‘MS’- Cada 5 de mayo, el Día Internacional de la Matrona pone encima de la mesa la insustituible labor que este colectivo profesional lleva a cabo para valorar, dar atención, proporcionar el alta y dar consejo sanitario a mujeres con embarazos a término, con una edad gestacional de 37 semanas o más y sin patología o con una patología materna ya controlada.

Este año, el lema del Día Internacional de la Matrona, según recuerda Daniel Soler, matrón de la Clínica IMQ Zorrotzaurre y agente de Igualdad de la misma, es ‘Juntos de nuevo: de la evidencia a la realidad’, un lema que sirve para poner de relieve «la evidencia que respalda nuestra profesión y la necesidad de convertir esta evidencia en una mejora del respeto, la autonomía y las condiciones de trabajo de las matronas y los matrones, además de mejorar los resultados sanitarios para las mujeres y las familias».

En lo relativo a este último aspecto, el matrón valora la existencia en IMQ Zorrotzaurre de dos boxes de urgencias. En el primero, «los médicos y médicas especialistas en Ginecología ven a la mujer durante el embarazo, hasta la semana 37 de gestación». En el otro box de Urgencias, son las y los especialistas en Enfermería Obstétrico-Ginecológica los encargados de atender las urgencias obstétricas en los casos en los que, por ejemplo, las embarazadas refieren una sospecha de parto. «En estas ocasiones, somos los matrones y matronas, los encargados de valorar la situación y de dar el alta o proceder al ingreso en el propio hospital».

Si durante esa valoración del estado de salud de la mujer y del feto se considera que es necesaria una valoración médica, «se solicita la intervención del especialista, que en la mayor parte de los casos es el propio ginecólogo o ginecóloga que lleva el embarazo de la mujer. Todos los profesionales que trabajamos en el Bloque Obstétrico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre realizamos un trabajo conjunto extraordinariamente coordinado, gracias a protocolos de trabajo consensuados y en constante comunicación entre todos».

Monitorización inalámbrica constante: más seguridad clínica

Daniel Soler también pone de manifiesto que «uno de los últimos avances en seguridad clínica implementados por IMQ para las mujeres gestantes, además de las habitaciones individuales y las cunas de reanimación en el propio paritorio, es la monitorización inalámbrica constante de la embarazada».

Las embarazadas que son atendidas en la Clínica IMQ Zorrotzaurre, cuentan con una monitorización inalámbrica constante. Esta tecnología es capaz de hacer un seguimiento de los latidos del bebé y del estado de la dinámica de las contracciones. Gracias a que se trata de un sistema inalámbrico, la mujer puede moverse libremente por la habitación y por el baño, lo que redunda en un mayor confort, ya que no tiene limitaciones a la hora de cambiar de postura, etcétera. «Éste es un valor diferencial, ya que la monitorización se efectúa en otros centros a través de cables», señala el matrón de IMQ.

La monitorización, además, está centralizada. De este modo, las mujeres y los bebés tienen en todo momento a un profesional, fuera de la habitación, vigilando las constantes vitales de ambos a través de un ordenador, controlando el proceso natural de parto, pero respetando a la vez la privacidad e intimidad de la madre y la familia.

Matrona de referencia

Otro aspecto «muy valorado» por las mujeres gestantes y por las familias, «es la existencia de una matrona de referencia, durante todo el proceso, algo contemplado en el plan de parto específico de cada mujer que atendemos». Según explica, «la embarazada, cuando nota que está de parto, o en los casos en los que se trata de un parto programado, ya cuenta de manera previa con una matrona o matrón de referencia. Este profesional le va a acompañar y guiar durante todo el proceso. Cuando se produce un cambio de turno, quizá porque el parto se prolonga en el tiempo, la matrona de referencia presenta a la mujer y su estado a la matrona que le toma el relevo, con el fin de garantizar una continuidad asistencial de calidad».

Un punto destacado de los y las matronas de la Clínica IMQ Zorrotzaurre es que sólo atienden a una o dos mujeres como máximo a la vez, y acompañan a la mujer desde su ingreso en el hospital hasta que recibe el alta.

Infraestructuras

En cuanto a las infraestructuras, en Zorrotzaurre se dispone de cinco salas de dilatación, consistentes en cinco habitaciones en las que las mujeres pueden permanecer desde su ingreso hasta unas dos horas después del nacimiento del bebé. También se cuenta con dos paritorios donde la madre realiza la fase expulsiva del parto y que están equipados con cunas de reanimación, por si fueran necesarias en algún caso. Y existe también un quirófano para cesáreas.

Lo más bonito: la transmisión de la vida

Daniel Soler concluye valorando que la parte más bonita de su profesión de matrón es «ver la capacidad de las mujeres de dar a luz y la de los bebés, de nacer. Ver el milagro de la vida. Aunque sea un hecho al que asisto todos los días en mi trabajo, no deja de impresionarme. Me siento un privilegiado por acompañar a las mujeres y a las familias en unos momentos tan importantes y trascendentales de sus vidas».