Pareja abrazándose en un campo

La necesidad del otro

Por Eva García, Neurocoach, Fundadora Coaching On Focus, Mediadora, Instructora de Mindfulness

Uno de los efectos de la globalización es la homogeneidad que sufre la sociedad, tanto a nivel cultural como social. Es por ello, por lo que todas las grandes ciudades nos pueden llegar a parecer iguales o muy parecidas. Se produce una especie de alienación de los ciudadanos, a cambio de permitir que todos tengamos acceso a los mismos servicios, a más información, a más oportunidades de conocer otros mundos, otras culturas…. Sin embargo, algo que en principio puede parecer positivo, potencia las relaciones superficiales y una pérdida de nuestra identidad, lo que puede interferir en nuestra manera de relacionarnos con los demás.

Sin duda la globalización es una revolución en lo que a investigación se refiere, permitiendo que los avances técnicos, tecnológicos, científicos y sanitarios, sean cada vez más compartidos y se avance más rápidamente, pero en nuestro día a día no siempre es así.

De manera habitual, vemos, en plena era de la información, que el exceso de esta, genera multitud de problemas y enfrentamientos entre personas, a veces por no hacer uso del pensamiento crítico, nos creemos lo que dicen nuestros líderes o aquellos a quienes admiramos y nos dejamos llevar sin dudar o poner en tela de juicio si tenemos la información más veraz. Es uno de los inconvenientes del efecto grupo y la necesidad imperiosa que solemos tener los humanos de agradar al otro y sentirnos parte del grupo, aunque éste no siempre nos beneficie.

En definitiva, es cierto que necesitamos a los demás, pero siempre de una manera sana.

Con la llegada de septiembre volvemos a la rutina y podemos encontrar cosas positivas en retomar nuestro ritmo diario, pero no olvidemos que, durante las vacaciones, hemos tenido un mayor contacto social, venimos de haber estado con la familia, con los amigos, estar en los pueblos, en las fiestas patronales, y todo ello nos hace fomentar mucho nuestro sentido de pertenencia. De repente nos encerramos en la cueva; del trabajo a casa y de casa al trabajo, con la mirada puesta en el fin de semana o en el próximo puente……¡¡¡Error!!! Disfruta en tu día a día, saca unos minutos para charlar con un amigo, tómate un tiempo para dar un paseo en buena compañía.

Nos programamos nosotros mismos para ser electrones libres, autónomos, autoeficaces y productivos, pero no nos engañemos, no somos electrones libres.

Rober Waldinger, psiquiatra americano, nos habla en su charla Ted sobre la importancia de las relaciones sociales, a través de uno de los estudios más lóngevos de la historia. Comenzó en 1938, analizando el desarrollo de mas de 700 adolescentes durante 75 años. La conclusión que sacan es: “Las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables. Punto.”

Tres fueron las lecciones o conclusiones sacadas de este estudio:

  • Las conexiones sociales nos hacen bien y la soledad nos mata
  • Vivir en medio del conflicto es muy malo para la salud
  • Las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, sino el cerebro

Beneficios del contacto social

Las sociedades avanzadas son cada vez mas individualistas. Se pierde o minimiza el colectivismo, la capacidad de avanzar en grupo, en equipo, perdiendo muchas veces la cultura de cooperación y colaboración, ya que se pone el foco más en el individuo que en el grupo.

Tan importante es saber convivir con nosotros mismos como saber hacerlo con los demás y muchas veces el contacto social cuando es excesivo o dependiente, termina por producirnos estrés y ansiedad. No es una cuestión de cantidad, sino de calidad. De rodearnos de personas positivas, que sintamos que aportan a nuestras vidas y cambiar nuestra manera de relacionarnos con los demás, siendo más amables, respetuosos y tolerantes.

Algunos beneficios de un contacto social sano son:

  • Mejoramos nuestros niveles de autoestima
  • Aumentamos la seguridad en nosotros mismos y mejora la toma de decisiones
  • Estamos más activos, con mayor energía y mejor funcionamiento cognitivo
  • Se reducen los niveles de estrés y ansiedad
  • Mejora nuestro sueño, descansando de manera más profunda
  • Se generan neurotransmisores como la oxitocina, la serotonina y la dopamina que influyen directamente en nuestro estado de ánimo

Al contrario, cuando sentimos soledad y nos mostramos más reticentes a salir y compartir con los demás, nos sentimos más cansados, con mayor número de pensamientos negativos, desorientación y confusión, entre otros síntomas, que nos pueden llevar a tener algún tipo de trastorno físico y mental.

Debemos fomentar las relaciones interpersonales también en el ámbito laboral

Debemos cuidar nuestras relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida. Como dice un proverbio africano que en Onfocus nos encanta y aplicamos siempre que podemos: “Si quieres ir rápido, camina solo…. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

En el mundo laboral, muchas veces prima la competitividad y el trabajo individual, teniendo la sensación de pérdida de tiempo cuando charlamos con los compañeros. La pandemia no ha ayudado mucho a cambiar esto, nos hemos acostumbrado al teletrabajo y ahora a muchos les está costando volver a la oficina a socializar.

No lo olvidemos, esas conversaciones informales, en las que se hace un break para descansar (aunque casi siempre se continúa hablando de trabajo), son donde muchas veces encontramos en menos de un minuto y gracias a las opiniones y la escucha de los demás, la solución que llevamos buscando varias horas, además de cubrir las necesidades de aceptación y pertenencia al grupo, tan importantes para nuestra salud mental.

Usando la metáfora que hace Guadalupe López, directora del Instituto Europeo del Bienestar, nuestra salud es una silla de cuatro patas, salud física, salud mental, salud emocional y salud social. Si alguna de las patas falla, tendremos una silla incómoda, inestable y que nos puede hacer caer en cuanto nos despistemos.

Así que.,….CEOS, ejecutivos, jefes y responsables… cuando veáis a vuestros equipos reírse juntos y compartir momentos de trabajo y ocio de manera fluida,  distendida y sin conflictos, alegraros por ello y pensar que son muchos los beneficios de esta socialización en la salud de los empleados.