La preocupación por el deterioro de los plazos ha generado mayores procesos de control del crédito, descuentos por pago anticipado y ajustes de las condiciones de pago.
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución, el 44% de las facturas B2B del sector químico se ven afectadas por la morosidad y un 10% adicional resultan impagadas. Para asegurar ventas, las empresas han ampliado los plazos de pago pactados hasta una media de 67 días pero también han incrementado la evaluación de la capacidad de pago de sus clientes B2B. El periodo medio de cobro se ha deteriorado hasta superar los 100 días de media. De acuerdo con los resultados del estudio, el 52% de las empresas del sector informaron de un aumento de sus periodos medios de cobro, con la consiguiente presión sobre la liquidez.
La preocupación por el deterioro de los plazos ha generado mayores procesos de control del crédito, descuentos por pago anticipado y ajustes de las condiciones de pago. Como resultado, solo el 44% de los créditos entraron en mora, frente al 51% de 2021. Sin embargo, la tasa de impago supone ya el 10% del valor total de las ventas del sector a clientes B2B, frente al 8% de hace un año. Estas cifras implican una gran presión financiera sobre la industria química española. Las empresas han dedicado más tiempo y recursos al recobro de facturas B2B vencidas o han ralentizado los pagos a sus propios proveedores.
Las empresas químicas mantendrán la prudencia a la hora de vender más a crédito en sus operaciones B2B. Esto se debe al fuerte pesimismo sobre la evolución de los plazos de cobro: un 53% del sector, frente al 37% de 2021, anticipan un deterioro. A pesar de su preocupación por el entorno económico y comercial, el 73% de las empresas del sector confía en el crecimiento del negocio durante los próximos meses. Esta positividad depende de que se sorteen los problemas causados por la crisis energética, las interrupciones en la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas.