Redacción ‘MS’- Según Asitur Focus, las asistencias por baterías están creciendo más de un 130% en relación a mayo del año pasado.
Cuando el pasado 14 de marzo se decretó el estado de alarma, una de sus medidas principales fue el confinamiento en las casas de la gran mayoría de la población española y unas restricciones muy importantes a la movilidad.
Esto ha ocasionado que, durante este tiempo, millones de vehículos hayan permanecido aparcados sin ningún uso o con un uso muy limitado, afectando a la baja de manera importante en el número de asistencias en carretera. El punto más bajo se alcanzó durante los días (coincidentes con la Semana Santa) en los que se ordenó el cierre de toda actividad que no fuera esencial.
A partir de ese momento, la actividad se ha ido recuperando poco a poco y esto ha tenido su reflejo en los servicios de asistencia que también van recuperando cifras más cercanas a las habituales. De hecho, según datos de Asitur Focus, en los días que llevamos de mayo el número de intervenciones está sólo un 9,8% por debajo del mismo periodo del año pasado.
Este dato se explica, no porque la movilidad en las carreteras se esté recuperando (lo está haciendo pero todavía de forma tímida), sino por la incidencia que están teniendo las asistencias por problemas en las baterías.
Como era de esperar, tras un periodo tan largo sin utilizar el coche, los fallos en las baterías están a la orden del día. Tanto es así que, pese a que la movilidad en las ciudades y carreteras todavía es muy limitada, las asistencias por baterías se han multiplicado de manera considerable. Ya en el mes de abril este tipo de intervenciones había crecido un 28% respecto al mismo mes de 2019 y en los días que han transcurrido de mayo el crecimiento es de un 133%.
