De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago, solo el 27% de las empresas eslovacas anticipa una mejora de las prácticas de sus clientes, casi a la par del 26% que espera un deterioro.
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago 2023 elaborado por Crédito y Caución, el 46% del crédito comercial que los proveedores conceden a sus clientes en Eslovaquia a la hora de cobrar sus productos y servicios se cobra con retraso. El 8% resulta impagado, lo que supone un empeoramiento de dos puntos porcentuales frente al 6% registrado hace un año. El 46% de las facturas en las operaciones entre empresas en el mercado eslovaco se pagan en el plazo acordado.
«Nuestra barómetro revela que las empresas en Eslovaquia tienen una mayor percepción del riesgo de crédito de los clientes derivado de las transacciones B2B a crédito, lo que suscita preocupación por posibles problemas de tesorería y falta de liquidez. Esto se pone de manifiesto en la adopción de una política más estricta en los plazos de pago concedidos a los clientes, que se redujeron a una media de 31 días desde la facturación, frente a los 34 días del año pasado. El nivel global de ventas a crédito se mantuvo prácticamente estable durante los últimos doce meses, y representa una media del 41% de todas las ventas B2B de Eslovaquia, con una mayor proporción de ventas al contado. Esto es coherente con una mayor aversión al riesgo en la concesión de créditos en el comercio B2B, además de ser un reflejo de las condiciones reales de la demanda, en particular de los mercados de exportación», explica el informe.
Para proteger a la empresa de la falta de liquidez y evitar el riesgo de quedarse sin efectivo debido a los retrasos en los pagos, un 43% de las empresas ha incrementado el tiempo y los recursos que dedica al cobro de facturas impagadas, un 39% ha reforzado sus procesos internos de control del crédito, un 38% ha buscado financiación externa, un 32% ha retrasado el pago de sus propias facturas transmitiendo los problemas de morosidad a lo largo de la cadena de suministro y un 30% ha retrasado sus inversiones.
De cara al cierre de 2023, el 55% de las empresas eslovacas prevé un crecimiento en su negocio y un 43% espera poder ampliar sus márgenes. Sin embargo, este optimismo en el sentimiento económico no se traslada a la evolución del riesgo de crédito. Solo el 27% anticipa una mejora de las prácticas de pago de sus clientes, casi a la par del 26% que espera un deterioro.
La evolución de los precios ha tenido un fuerte impacto sobre el tejido productivo eslovaco. Solo el 3% de las empresas no ha sufrido cambios en su estructura de costes debido a la inflación. El impacto principal se ha producido sobre los costes de producción (para el 43% de las empresas), muy por encima de los costes de almacenamiento y mantenimiento de inventario (22%), la caída de la demanda de sus productos y servicios (16%), los costes financieros (11%) y los costes laborales (5%).