El sector agroalimentario es, con diferencia, el más afectado en este mercado por el riesgo de crédito de los clientes debido a las interrupciones de la cadena de suministro.
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el Barómetro de Prácticas de Pago elaborado por Crédito y Caución, solo el 44% de las ventas a clientes B2B se realizan a crédito en Hungría. Los plazos de pago de las empresas de este mercado se mantienen estables, con una media de tres meses desde la facturación. El 51% del crédito comercial que los proveedores conceden a sus clientes a la hora de cobrar sus productos y servicios en el mercado húngaro se cobra con retraso y un 7% adicional resulta impagado, un punto más que en 2023. El sector agroalimentario húngaro es, con diferencia, el más afectado por el riesgo de crédito de los clientes debido a las interrupciones de la cadena de suministro.
Para mitigar el riesgo de crédito, las firmas húngaras optan por demorar inversiones en inmovilizado, retrasar el pago de sus propias facturas o buscar financiación a corto plazo. La mayoría solicita crédito comercial a sus propios proveedores para garantizar la continuidad de sus operaciones. La financiación de facturas también es una fuente de financiación muy utilizada en todos los sectores.
Los plazos medios de cobro se mantienen estables para el 64% de las empresas húngaras. La tendencia predominante apunta a una mejora de la eficiencia en el cobro de deudas, sobre todo en la industria agroalimentaria, la más proclive a la contratación de un seguro de crédito para externalizar la gestión del riesgo comercial.
La principal preocupación inmediata de las firmas de este mercado pasa por la adopción de prácticas empresariales sostenibles orientadas al cumplimiento de la creciente normativa medioambiental. A largo plazo, las empresas húngaras tienen dificultades para atraer y retener talento cualificado. Este déficit se ve agravado por un mercado laboral competitivo y plantea importantes obstáculos al crecimiento y la eficiencia.
El tejido productivo se muestra optimista sobre las perspectivas de la demanda para el año próximo, aunque no esperan un aumento equivalente de la rentabilidad. El barómetro revela un estado de ánimo desigual en cuanto a las perspectivas del riesgo de insolvencia durante el próximo año. Las empresas húngaras se dividen en dos mitades con visiones optimista y pesimista sobre la evolución prevista, un indicativo del grado de incertidumbre sobre el panorama económico.
