Redacción ‘MS’- Tras más de un año de restricciones a la relación social presencial entre personas y grupos, la situación se mantiene debido al aumento actual de contagios y hospitalizaciones.
«Esta situación está afectando a las relaciones con amigos y familiares. Cada día decidimos si consideramos apropiado juntarnos con determinadas personas o si cierto plan que ha surgido es lo suficientemente seguro para mí. En estas situaciones también podemos entrever lo significativa que es para mí esa relación de amistad. Si estoy dispuesto o dispuesta a exponerme al contagio por esta persona o, por el contrario, prefiero no acudir o no invitarla a mis planes, para no exceder el número de personas».
Naiara Díaz de Cerio, psicóloga del centro médico IMQ Amárica, de Vitoria-Gasteiz, en el marco del Día Internacional de la Amistad, que cada año se celebra el 30 de julio.
Según señala, «hemos empezado a ser más selectivos. No sin que esto nos genere preocupación, ya que son muchas las personas las que sienten verdadero estrés en cada toma de decisiones de este tipo. Pero se está empezando a normalizar».
La experta destaca la importancia del contacto físico en las relaciones con familiares y amigos: «nuestra amistad también tiene que sobrevivir a la falta de contacto físico, algo que es un aspecto importante en la percepción que tenemos sobre la calidad de nuestra amistad. El contacto físico libera endorfinas, sustancia química que influye directamente sobre nuestro bienestar. Ahora es más difícil poder segregarla mediante el contacto directo, viéndose así afectada nuestra percepción de la calidad de nuestras relaciones sociales».
La red de familiares y amigos en Euskadi
La gran pregunta que se realiza la psicóloga de IMQ es si estos cambios en nuestras amistades han llegado para quedarse. «La realidad es que no lo sabemos. Cuando cambie esta situación de pandemia tendremos que seguir observando si las modificaciones sociales que estamos viviendo se mantienen en el tiempo o, por el contrario, volvemos a retomar conductas pasadas. Tendremos que esperar para conocer más respuestas».
En relación con el aspecto anterior, Naiara Díaz de Cerio recuerda que «la confianza de la población de Euskadi en la gente en general alcanza su mayor valor en las redes familiares y de amistades, según la Encuesta sobre Capital Social elaborada por el Instituto Vasco de Estadística. Esta encuesta, desarrollada en 2012 y 2017, tendría que realizarse previsiblemente en 2022, lo que dará una oportunidad de comprobar cómo ha afectado a la amistad este test de estrés que está suponiendo la pandemia», destaca la psicóloga de IMQ.
«La población vasca cuenta con una media de 24 personas en su red de familiares y amigos, cifra que se reduce a 13 personas en lo referido a la red más cercana. El tamaño de la red de amistades y familiares se relaciona con variables socioeconómicas como el tipo de familia y la renta. Tal y como se describe en la encuesta del Eustat, las parejas con descendientes llegan a los 26 familiares y amigos, mientras que las unipersonales se quedan en 21. Las personas con una mayor renta igualmente presentan una red social más amplia, frente a las personas con menos ingresos. Por otro lado, las personas que viven en establecimientos colectivos, como pueden ser residencias, tienen una red de 17 individuos».
Naiara Díaz de Cerio, psicóloga del centro médico IMQ Amárica, de Vitoria-Gasteiz.
En cuanto a la homogeneidad de la red social «en Euskadi es bastante alta, de casi un 60 %. Las personas mayores tienen una red más homogénea (misma nacionalidad, creencias religiosas, tendencias políticas, posición social, etcétera), mientras que la de los jóvenes es más heterogénea. Otra variable es el nivel de estudios: a menos estudios, más homogénea, y viceversa», sostiene Naiara Díaz de Cerio.
Consejos para fomentar la amistad
Por último, la psicóloga de IMQ da una serie de consejos para fomentar la amistad:
- Valora las amistades y los familiares que hay en tu entorno.
- Trata de pasar tiempo con ellos y de compartir momentos agradables. Esto reforzará vuestros lazos.
- No rehúyas el contacto físico, si hay una seguridad suficiente. Abrazarse y besarse favorecen la generación de endorfinas.
- Apúntate a actividades sociales: recibir clases, hacer deporte en grupo, desarrollar una afición en la comunidad o colaborar con entidades sociales, artísticas o religiosas, puede suponer una excelente oportunidad para conocer a nuevas personas.
- Invita a familiares y amigos e, igualmente, acepta sus invitaciones a reuniones o encuentros.
- Recupera el contacto con personas que destacaron en tu vida en el pasado.
- No centres en las redes sociales tus necesidades de sociabilización, ya que aquéllas presentan limitaciones.
- Trabaja la empatía, la escucha, la confianza mutua, la responsabilidad, la disponibilidad, la simpatía y el control de tus nervios en situaciones estresantes o poco agradables.