Los mayores incrementos se registran en los subsectores de energía (150%), químico (100%), textil (71%), servicios a empresa (70%), maquinaria (67%), comercio al por menor (58%) y sanidad (50%).
Redacción ‘MS’- De acuerdo con el seguimiento de los procesos concursales publicados en el BOE que realiza Iberinform, el tejido empresarial registró en enero un aumento interanual del 8,9% de las insolvencias empresariales.
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial previsto para gestionar y administrar el patrimonio de una empresa que no puede hacer frente a sus deudas. Con él se pretende que el mayor número posible de acreedores cobren sus créditos, así como asegurar la continuidad de la empresa. La concursalidad empresarial tiene efectos perturbadores sobre el tejido productivo. Cuando una empresa entra en concurso, desencadena una serie de consecuencias como la pérdida de empleos, la interrupción de cadenas de suministro y la disminución de la confianza de los inversores. Además, como proveedores o clientes de otras compañías, las empresas afectadas pueden llegar a generar un efecto dominó sobre el riesgo de crédito, la liquidez y la solvencia empresarial.
Por sectores, en enero de 2025 predominan las insolvencias en el comercio (25% del total) y en los sectores de construcción e inmobiliario (17%), seguidos de la industria manufacturera (14%), servicios a empresa (13%) y hostelería (11%). Los mayores incrementos se registran en los subsectores de energía (150%), químico (100%), textil (71%), servicios a empresa (70%), maquinaria (67%), comercio al por menor (58%) y sanidad (50%). La concursalidad registra mejorías en los subsectores de industria extractiva (-100%), financiero (-38%), inmobiliario (-35%), comercio al por mayor y electrónica y TIC (-33%) y automoción (-30%).
La concursalidad empresarial se concentra en Cataluña (26% del total), Madrid (20%), Andalucía (12%) y la Comunidad Valenciana (11%). Los mayores crecimientos en enero de 2025 se han registrado en Cantabria (200%), Extremadura (150%), Asturias (114%), Castilla La Mancha (62%) y Andalucía (53%). Por el contrario, Baleares (-83%), La Rioja (-67%), Castilla y León (-40%), Aragón (-33%), Navarra (-25%), Canarias (-21%), C. Valenciana (-19%) y Cataluña (-1,8%) registran una mejoría de los niveles de concursalidad.
Por tamaño, el incremento de la concursalidad ha crecido un 129% entre la mediana empresa, seguidas por las microempresas (18%). Por antigüedad, las tasas más elevadas de crecimiento se sitúan entre las empresas más antiguas, las que superan los 25 años (47%).