Redacción ‘MS’- Según los datos de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES), correspondiente a 2022, la prevalencia media de consumo de tabaco entre la población de 15 a 64 años en Euskadi se sitúa, en relación con el consumo a diario en los últimos 30 días, en el 28,1%, habiendo bajado del máximo registrado en 2017 (34,3%), pero prácticamente igual que el dato constatado en 2013 (28,0%).
En cuanto a las diferencias según el género, en Euskadi la prevalencia de consumo de tabaco a diario en los últimos 30 días entre los hombres es levemente superior a la de las mujeres: 28,4% en los hombres y 27,9% en mujeres.
En este aspecto, «los varones vascos son los que menos tabaco consumen de España, por detrás de los melillenses (18,8%), encontrándose muy por debajo de la media nacional, que alcanza el 37,8%. Sin embargo, el consumo en mujeres en Euskadi (27,9%), se sitúa muy cerca de la media de España (28,3%)», advierte la Dra. Inmaculada Gorordo, neumóloga de IMQ y vocal de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo de la conmemoración, el 31 de mayo, del Día Mundial sin Tabaco.
En lo tocante a los cigarrillos electrónicos, en el citado estudio se pone de manifiesto que, evolutivamente, continúa la tendencia creciente en su consumo, habiendo pasado del 6,8% en 2015 hasta el 12,1% registrado en 2022 para las personas que lo han probado alguna vez en la vida. Atendiendo al sexo, se observa que, la prevalencia es superior entre los hombres (13,6% de hombres frente al 10,7% en mujeres), durante el año 2022.
En cuanto a los motivos del uso de cigarrillos electrónicos, la investigación pone de manifiesto que cerca de la mitad de los consumidores de este tipo de cigarrillos en España lo hacen motivados por reducir el consumo del tabaco, o incluso para dejar de fumar. Esta tendencia es mayor a medida que aumenta la edad del individuo.
Todas las vías de consumo de nicotina son peligrosas
«Tanto los cigarrillos, como los productos derivados del tabaco por calentamiento, el cigarrillo electrónico, la pipa de agua, el tabaco de liar y los cigarros puros, son vías de consumo de nicotina y, por ello, peligrosas para la salud. Es importante recordar que el 90% de los cánceres de pulmón son causados por el consumo diario de tabaco y que el 95% de las personas que sufren bronquitis crónica son fumadoras. Además, el hábito tabáquico altera los vasos sanguíneos y duplica la posibilidad de infarto de miocardio y de otras enfermedades circulatorias», recalca la neumóloga de IMQ, quien apostilla que dejar el tabaco es siempre un buen propósito.
Un fármaco eficaz para ayudar a dejar de fumar
En este sentido, las personas que desean abandonar el hábito tabáquico cuentan, desde el pasado 1 de febrero, con la financiación pública del fármaco para ayudar a dejar de fumar, denominado Todacitan (citisina). Este medicamento, que se comercializaba en España desde hace más de un año, «ayuda para dejar de fumar y a aliviar la ansiedad que se produce cuando se deja de fumar. El objetivo del tratamiento de Todacitan es el abandono permanente del hábito de fumar. Su uso permite una reducción gradual de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia», explica la Dra. Gorordo.
Según detalla, «el principio activo, por un lado, se une a los receptores de la nicotina en el organismo, los activa y eso provoca la liberación de la dopamina, un neurotransmisor que también es conocido de manera popular como la ‘hormona del placer’. Gracias a este mecanismo, el medicamento reduce los síntomas de abstinencia de la nicotina cuando se deja de fumar. Y por otro lado, como también funciona como un antagonista, al bloquear los receptores nicotínicos, cuando se fuma y llega una nueva dosis de nicotina, los receptores del organismo están bloqueados por este producto, por lo que no se produce ese mecanismo de recompensa que se da normalmente cuando se consume nicotina».
Beneficios tras dejar el tabaco
La neumóloga enumera varios beneficios en términos de salud y calidad de vida, derivados del abandono del hábito tabáquico. «En primer lugar, disminuye el riesgo de tener cáncer de pulmón u otros. También mejora la respiración y la oxigenación del organismo, permitiendo aumentar la actividad y el ejercicio físico sin dificultad. Tiene una repercusión positiva en la circulación y disminuye el riesgo de tener enfermedades cardiacas y circulatorias. Además, se dispone de más energía y de mayor vitalidad, entre otras muchas ventajas».
Deshabituación tabáquica, también en las empresas
Consciente también de la necesidad de cuidar de la salud de los trabajadores y trabajadoras, IMQ Prevención cuenta con un programa grupal de deshabituación tabáquica, que persigue la obtención del apoyo psicológico y farmacológico necesario para la consecución de esta meta. Así, el programa incluye un análisis funcional del hábito y control de estímulos, entrenamiento en técnicas de autocontrol y estrategias para evitar el síndrome de abstinencia, lograr un afrontamiento cognitivo-conductual (identificar situaciones de riesgo y planificar conductas de afrontamiento) y prevención de recaídas.