Manchas cutáneas: por qué se producen y cómo prevenirlas

Manchas cutáneas: por qué se producen y cómo prevenirlas

Por su interés para nuestra audiencia, ‘Muy Segura’ se hace eco del siguiente artículo, que también puede ser visitado en Canal Salud de IMQ a través del siguiente enlace: https://canalsalud.imq.es/blog/manchas-cutaneas-como-prevenir-solucionar.

Lo escribe la Dra. Marta Ballestero Díez, Dermatología en IMQ.

Muchas son las personas que se preocupan por las manchas cutáneas que aparecen en la cara o en el cuerpo porque le restan belleza a la piel. En muchos casos, no revisten mayor gravedad que un trastorno estético, pero en otros, estas lesiones suponen un problema de salud que debe ser evaluado por un dermatólogo. Si sufres esta situación, en este artículo encontrarás información muy útil.

¿Cuales son las causas de las manchas en la piel?

Dado que es un órgano que se encuentra totalmente expuesto a los agentes ambientales, la piel puede padecer muchas agresiones externas perdiendo su aspecto uniforme con consecuencias estéticas y para la salud.

La radiación solar es el principal factor de riesgo y, aunque es necesaria para producir la vitamina D, es preciso exponerse con precaución usando siempre fotoprotección para activar una síntesis de melanina saludable. De lo contrario, se activa la formación de pigmento heterogéneo y la multiplicación celular aberrante con la aparición secundaria de las temidas manchas. 

Además, si a esto le sumamos la toma de determinados medicamentos, la aparición de trastornos en el pigmento se puede potenciar.

Por lo general, las manchas en la piel responden principalmente a seis razones, como verás a continuación.

Aumento en la multiplicación de melanocitos por exposición solar

La exposición solar excesiva y sin las medidas de fotoprotección adecuadas puede provocar una multiplicación celular de los melanocitos.

Esta proliferación celular puede ser, por un lado, regular y sin atipias con la consiguiente aparición de los lentigos solares benignos con consecuencias únicamente estéticas, y, por otro lado, irregular y con atipias desarrollándose los léntigos malignos y melanomas con consecuencias para nuestra salud. Todas ellas se presentan, con mayor frecuencia, en zonas más expuestas al sol (cara, escote y dorso de manos) y aparecen como manchas marrones más homogéneas o manchas heterocromáticas irregulares, respectivamente.

Aumento en la multiplicación de melanocitos con una base genética

La multiplicación circunscrita de melanocitos, con patrones homogéneos, en personas con predisposición genética, generan los lunares o nevus melanocíticos. Suelen ser planos, de bordes regulares, simétricos y pigmento marrón claro u oscuro homogéneo. Con el tiempo pueden sobreelevarse y perder este pigmento transformándose en nevus intradérmico. Tras una exposición solar excesiva y sin fotoprotección adecuada, estos nevus pueden evolucionar a cáncer de piel. Así, cualquier modificación en la lesión, léase cambios en tamaño, color o forma, que conlleven presentar bordes irregulares y un pigmento heterogéneo, debe ser consultado a un dermatólogo ya que pueden alertar de su transformación a melanoma. Patología cuya incidencia está aumentando debido al cambio climático, la longevidad y loa hábitos en cuanto a la exposición solar.

Aumento en la producción de melanina

Cuando la formación de melanina se eleva, surgen dos tipos de lesiones:

•    Pecas o efélides: Son acumulaciones de melanina pequeñas y planas. Aparecen en las zonas más expuestas, como la cara, el pecho o los hombros sobre todo en personas jóvenes y de piel clara.

•    Melasma: Mancha grande, de distribución y bordes irregulares, más frecuente en labio superior, mejillas y frente. Aparece en personas que presentan una influencia hormonal de base y, en caso de presentarse en el embarazo, esta entidad tiene nombre propio, cloasma.

Secuelas de varias afecciones cutáneas

La pitiriasis versicolor, un tipo de micosis superficial, y la dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica, pueden dejar manchas blancas residuales una vez que la patología o el brote se han resuelto. Estas manchas repigmentan con el tiempo y la reexposición solar responsable.

Por el contrario, en el caso del acné, las lesiones inflamatorias expuestas al sol pueden dejar hiperpigmentaciones o manchas oscuras tras la exposición al sol en fototipos altos.

Destrucción de los melanocitos

El vitíligo se produce por una alteración del sistema inmunitario que destruye los melanocitos. Las lesiones aparecen en la cara, las manos y/o los pies desde donde se van extendiendo y suelen ser redondeadas, de límites precisos y blanquecinas. El vitíligo requiere un estudio analítico para descartar otras patologías autoinmunes asociadas.

Enfermedades inflamatorias de glándula sebácea

Dentro de estas enfermedades está la rosácea que aparece con mayor frecuencia en mujeres de mediana edad. En esta patología se produce un enrojecimiento acentuado en la piel de la cara con dilatación de los vasos superficiales y, en ocasiones, se presentan lesiones pustulosas. Se produce una alteración en la producción de sebo que crea el microambiente necesario para el sobrecrecimiento de un bichito llamado Demodex. Esta patología se controla regulando la vascularización, la producción de grasa por la glándula sebácea y el sobrecrecimiento del Demodex.

Consejos y recomendaciones
Las rutinas cosméticas médicas individualizadas pautadas por un dermatólogo pueden ayudar a evitar que aparezcan manchas en tu piel y, en caso de aparición o modificación de las preexistentes, la valoración por dicho especialista es una necesidad.
Protección solar

El uso de fotoprotectores solares de amplio espectro que protejan frente a radiación UVB marcado con el FPS (recomendado 30+ o superior), frente a UVA marcado con el índice PPD (UVA circulado en la caja), frente a infrarrojos y luz azul con antioxidantes (incluidos en muchos fotoprotectores) es fundamental para prevenir las lesiones causadas por la radiación UV, incluyendo el melanoma.

Asimismo, podemos fotoprotegernos vía oral para cuidar las zonas no protegidas con el tópico, como el cuero cabelludo, las mucosas o los ojos.

Alimentación

La vitamina A y la D, la llamada vitamina del sol, son esenciales para la salud de este órgano y para conservar su apariencia juvenil, porque evitan el envejecimiento prematuro. La primera se halla en alimentos como la calabaza, la zanahoria, la batata, los pimientos y las espinacas. Para obtener la segunda, lo mejor es incluir en tu alimentación los pescados azules, como son la sardina, el salmón y el atún, y exponerte al sol durante 10 minutos a diario (una pequeña superficie cutánea como cara y dorso de manos sería suficiente).

Tratamientos para aclarar

Muchas manchas pueden atenuarse con ciertos tratamientos, con los que conseguirás una piel más bonita, luminosa, con pigmento homogéneo y libre de manchas. Para ello se utiliza cosmética médica con activos como la vitamina C, el ferúlico, la floretina, el ácido azelaico, el ácido glicólico y el retinol. Igualmente, se emplean el láser, la luz pulsada intensa y los peelings despigmentantes para mejorar la salud y la estética de la piel.

Eso sí, todos estos tratamientos deben ser pautados y desarrollados por un profesional médico especialista en piel, para garantizar su seguridad y eficacia. Es preferible realizarlos en otoño a fin de evitar la excesiva exposición solar en los meses sucesivos.

Con algunas precauciones, es posible prevenir la aparición de las manchas cutáneas, que restan lozanía a la piel. Si ya están presentes, confía en tu dermatólogo para atenuarlas y mejorar tu aspecto.