‘Muy Segura’ colabora a través de esta sección con Woman Forward, con el propósito de aproximar los perfiles de las profesionales que forman parte de ella, a modo de ejemplo para la sociedad, la economía y los negocios. La misión de Woman Forward es crear valor en las organizaciones impulsando el liderazgo femenino. Con esta alianza queremos seguir avanzando en este objetivo.
Esta institución sin ánimo de lucro está integrada por hombres y mujeres comprometidos con la sociedad civil, dispuestos a aunar su esfuerzo para promover el liderazgo femenino, incrementando la participación de las mujeres en las esferas de decisión del ámbito social y económico.
Este mes entrevistamos a María Paula Calvo, Consejera independiente, Consultora de Negocios e Innovación, Mentora, Escritora y Angel investor.
¿Cómo inició su trayectoria laboral? ¿Cuál es el mejor y el peor recuerdo que conserva de sus inicios?
Mi trayectoria laboral formal inició en Argentina, mi país de origen, prácticamente al mismo tiempo que empecé mis estudios universitarios. Y hago hincapié en la carrera formal porque he sido siempre muy inquieta y, motivada por ser independiente financieramente, previo a esta etapa había estado dando clases de inglés, haciendo suplencias en la escuela donde estudié y vendiendo cosméticos por catálogo para generarme ingresos.
Pero, retomando con la trayectoria formal, mis inicios fueron en una casa de bolsa como auxiliar de la Tesorería, aprovechando que estaba ya cursando las primeras asignaturas en Ciencias Económicas que era totalmente afín con el sector financiero.
Era una empresa muy pequeña -unos 20 empleados- y en una época donde la informática recién comenzaba a volverse un elemento indispensable para gestionar una empresa e incluso para poder operar lo esencial de su propósito. Y dentro de la comunidad de empleados la representación femenina era bastante escasa, como era lo común en ese ámbito en aquellos momentos: sólo éramos cinco mujeres.
Creo que de los recuerdos que tengo de entonces no podría decir que alguno haya sido malo: hoy, a la distancia, me parece que todos han sido momentos de aprendizaje, con distintas intensidades. Entre esos recuerdos, uno que guardo con mucho cariño es que el primer día que fui a trabajar me acompañó mi madre. Tal vez hoy pueda parecer una tontería o algo totalmente innecesario, pero para mí fue súper importante contar con ella y su apoyo porque yo era una persona muy tímida y eso hacía que esta nueva aventura representara un desafío importante aún desde antes de cruzar la puerta de la oficina por primera vez. Por supuesto que mi mamá no entró conmigo, pero sólo saber que estuvo ahí me dio una confianza adicional que fue clave para decir el primer “hola” al primer compañero que me encontré al llegar. Y ya desde ahí el camino se fue haciendo día tras día por casi 13 años que permanecí en esa empresa.
Otro recuerdo que puedo rememorar es que, al igual que ahora buscamos un balance de vida y trabajo, yo creía necesario encontrar un balance entre mis esfuerzos y dedicación a mi carrera universitaria y el trabajo. Y no me resultaba muy fácil porque no quería ceder o bajar la velocidad de crecimiento y progreso en ninguno de los dos frentes. Fue así que tuve que pedirle una cita al Director de Administración y allí desarrollé mi primera “negociación” consciente con la que conseguí fraccionar mis días laborales en 2 partes los días de la semana que tenía la mayor carga horaria de clases en la universidad. Reconozco que fue algo que me costó un gran esfuerzo pero que me permitió alcanzar objetivos personales y profesionales con mucha satisfacción.
«Mi trayectoria laboral formal inició en Argentina, mi país de origen, prácticamente al mismo tiempo que empecé mis estudios universitarios».
¿Qué tres hitos han acontecido para usted, hasta la fecha, en el transcurso de su recorrido profesional? ¿Por qué los considera así y qué enseñanza extrae de ellos?
Es difícil elegir sólo tres hitos después de tanto tiempo en el ejercicio profesional y habiendo iniciado este camino en Argentina sería simple pensar que cada “evento socio-político-económico” del país podría marcar un hito per-se. Pero les voy a compartir tres que creo son bastante representativos de etapas distintas que he atravesado en el camino.
–Mi graduación universitaria: este momento fue un hito profesional y también familiar dado que fui la primera de la familia en alcanzar un título universitario (ni mis abuelos, ni mis padres, ni mis hermanos hasta entonces lo habían concretado). A nivel profesional, alcanzar este objetivo representó mi posibilidad de empezar a explorar nuevos campos de actuación que tenían como requisito previo tener un título universitario. Fue así que pude, por ejemplo, incorporarme a un programa de fomento de la innovación para talentos jóvenes que patrocinaba una de las Big 4, que era paralelo a mi desarrollo laboral, donde pude empezar a conocer tecnologías avanzadas aplicadas a los negocios en aquel momento y empezar a aportar luego ese conocimiento en mi empresa, favoreciendo que en el muy corto plazo tomara ya roles de responsabilidad de mandos medios.
–Mi incorporación al mundo de las corporaciones globales: llegué a este mundo luego de un breve periodo de transición y tras haber seguido un proceso para mi contratación que fue enteramente diligenciado por el departamento de Recursos Humanos de la entidad que me contrató. El proceso de contratación fue relativamente breve y al ingresar me incorporé al departamento de Auditoría Corporativa que tenía su base en Buenos Aires pero que tenía responsabilidad sobre los negocios de toda Latinoamérica (23 países). A diferencia de la empresa donde inicié mi carrera en la que trabajaba junto al dueño y Director General, aquí llegué a un entorno donde el dueño de la compañía era un grupo de accionistas distribuidos alrededor del mundo y dado el alcance de la función los Directores Generales eran múltiples -uno en cada país o línea de negocio o región- algo totalmente desconocidos para mí hasta entonces. Eso trajo el primer aprendizaje sobre las estructuras de poder en organizaciones complejas y cómo navegar dentro y entre ellas. Y esta experiencia también me hizo ver que cada país en el que trabajaba tenía distintas maneras de hacer las cosas, de valorar los negocios, de tomar decisiones, como fruto de desarrollarse en culturas diferentes, aún dentro de un mismo continente. Lo que me llevó a desarrollar una sensibilidad profunda por las variantes culturales y a adaptar mi gestión a las personas tomando en cuenta esas diferencias. Fue realmente muy valioso para enfrentar mis etapas posteriores de desarrollo con más efectividad.
–Mi expatriación: si bien había trabajado en varios países por muchos años, el momento de trasladar mi residencia y la de mi familia a otro país fue sin duda muy especial. Nos mudamos de Argentina a México. Desde el punto de vista profesional fue un hito porque representó llegar a mi primer rol en el C-Suite de una corporación financiera global que era algo que me motivaba mucho y que marcaba que había alcanzado ya un desarrollo profesional consolidado. Y los aprendizajes fueron muchísimos, entre los cuales destaco el gestionar equipos de trabajo muy numerosos (1500 colaboradores), aprender el vocabulario de negocios propio del país, desarrollar las habilidades de “colaboración” e “influencia” para poder acordar y negociar con mis pares objetivos y recursos comunes para proyectos trasversales que empecé a liderar en esa etapa. Y, muy importante, aprendí a hacer que mi voz fuera escuchada y valorada en un entorno donde era la única mujer en el Comité de Dirección acompañada por 16 hombres en un marco de una cultura machista muy arraigada que en esos momentos empezaba a ser desafiada por las empresas globales que iniciaban acciones de promoción de la Diversidad en sus entidades alrededor del mundo. Ahí inició y aún se mantiene muy viva mi vocación por ayudar a promover la diversidad y la inclusión – que es imprescindible para aprovechar los beneficios de la diversidad- en todos los ámbitos en los que me desempeño.
¿En qué responsabilidades está inmersa en la actualidad?
En la actualidad estoy desempeñándome como miembro de los Consejos Directivos de dos organizaciones sin fines de lucro ubicadas en México y que se dedican a promover las prácticas de Buen Gobierno Corporativo en el sector empresarial. En una de estas entidades también presido el Comité de Honor y Ética que entre otras funciones es el responsable del desarrollo, difusión y custodia del Código de Conducta de la asociación, debiendo revisar los casos que se aparten de las conductas aceptables. También integro la Junta Directiva y soy Tesorera de una asociación española que agrupa a profesionales del coaching, mentoring y supervisión.
A su vez, llevo a cabo proyectos de consultoría de negocios e innovación principalmente en empresas pequeñas y medianas, así como start-ups, apoyando en la generación de visión estratégica a largo plazo, incorporando los conceptos de sostenibilidad en la gestión y facilitando la transformación y aceleración de la digitalización.
También soy mentora tanto de empresas en etapa de crecimiento como de profesionales en mandos medios de organizaciones que están preparándose para asumir mayores responsabilidades y nuevos retos en sus carreras profesionales.
Finalmente, si bien no es una responsabilidad formal, en lo personal siento la responsabilidad de aportar desde mi gestión para construir un mundo mejor para todos. Y es con este propósito que estoy incursionando como escritora en diversos foros y medios, habiendo llegado a ser co-autora de un libro sobre Ética Empresarial que se ha publicado en Octubre pasado en México, de lo cual me siento muy orgullosa.
«Es difícil elegir sólo tres hitos después de tanto tiempo en el ejercicio profesional y habiendo iniciado este camino en Argentina sería simple pensar que cada “evento socio-político-económico” del país podría marcar un hito per-se».
¿Qué retos estratégicos afronta de cara al medio plazo?
Mis retos estratégicos actuales están fundamentalmente relacionados con:
–Mantenerme actualizada sobre los desarrollos emergentes en el mundo de la tecnología y de la sostenibilidad en todas sus ramas, ya que esto es un factor clave para que pueda continuar aportando experiencia y conocimiento relevante a las organizaciones con las que colaboro en mis distintos roles. Esto hace que esté permanentemente ocupada en leer sobre estos temas, en hacer procesos formales de formación sobre los tópicos más relevantes y en interactuar con foros donde se identifican, comparten y debaten las tendencias y novedades sobre estos temas de manera experta y vanguardista.
–La posibilidad de aumentar mi portafolio de Consejos en los cuales poder aportar valor, ya que es la manera en que puedo aplicar todo el bagage de aprendizajes, habilidades, conocimientos y experiencias recolectados a través de la ya tan extensa carrera profesional participando en el nivel más alto de la toma de decisiones estratégicas de las organizaciones y generando mayor impacto. Para lograr avanzar en este reto, es clave que pueda generar un entorno que no sólo valore mi capacidad profesional, sino en el que genere una relación de confianza, que es clave para ocupar estos puestos. Y es por ello que un área de mucho foco actualmente para mí es la de poder ganar visibilidad y posicionar mi marca personal dentro del mundo profesional europeo donde llevo apenas 18 meses, para lograr que mis colegas y conocidos me recomienden.
–La valoración del talento Silver, que es uno de los nombres que se dan hoy al colectivo de profesionales de 45+ años que en muchos mercados están siendo excluidos del mundo laboral sólo por alcanzar esa edad, y que al hacerlo está restando un cúmulo importantísimo de talento y experiencia que son imprescindibles para apoyar a que haya empresas sólidas, que tengan disponibles todos los recursos necesarios para lograr éxito inmediato y a medio y largo plazo, acortando el camino y reduciendo el nivel de fracasos que en la mayoría de los casos se pueden prevenir con sus aportaciones y experiencia ejecutiva. Creo que como sociedad necesitamos romper estos paradigmas que sólo sirven para destruir valor. Pues, esta situación en particular, se fundamenta en la falacia de que “las neuronas se apagan de golpe al cumplir x años”, lo cual no sólo es falso sino que también genera una enrome injusticia social en un momento en el que toda la humanidad habla de la importancia de la “S” (social) de los pilares de la Sostenibilidad. ¡Una gran paradoja!
«Es clave que pueda generar un entorno que no sólo valore mi capacidad profesional, sino en el que genere una relación de confianza, que es clave para ocupar estos puestos en los Consejos».
¿Cuándo y por qué surge su vínculo con la Fundación Woman Forward? ¿Qué valor añadido considera le aporta su pertenencia a la Fundación?
Mi vinculación con Fundación Woman Forward surgió al poco tiempo de establecerme en España, cuando decidí tomar el programa “Women Joining Boards” que ofrece la Fundación para formación en todo lo relativo al gobierno corporativo y que me permitía complementar mis conocimientos previos en la materia con el marco regulatorio europeo y las tendencias preponderantes en Europa actualmente.
El programa fue muy bueno y allí tuve la oportunidad de integrarme a una comunidad de profesionales muy talentosas que nos sumamos a la labor de la Fundación buscando amplificar el impacto e impulso de más mujeres a este espacio en donde históricamente hemos estado muy poco representadas y cuya evolución ha sido muy lenta a pesar del surgimiento de regulaciones y recomendaciones para cambiarlo.
Mantenerme en la Fundación para mí tiene mucho valor porque en adición a compartir y colaborar con esta comunidad, organiza foros y estrategias de alto impacto y con expertos y especialistas de primerísimo nivel para la actualización continua en los temas de tendencia en gobierno corporativo y me da la oportunidad de ser parte activa, impulsora y protagonista de cambios profundos hacia la sociedad y la comunidad empresarial haciendo que se valore la diversidad y la inclusión a todo nivel y, con esto, generando verdaderas oportunidades equitativas para todos y contribuyendo a una mejora sustancial en el mundo empresarial globalmente.
«Mantenerme en la Fundación para mí tiene mucho valor porque en adición a compartir y colaborar con esta comunidad, organiza foros y estrategias de alto impacto y con expertos y especialistas de primerísimo nivel para la actualización continua en los temas de tendencia en gobierno corporativo».
¿Qué significa para usted el liderazgo y qué valores contempla? ¿Cree que existe un modelo de liderazgo masculino y otro femenino? ¿Por qué?
Para mí, el liderazgo significa una enorme responsabilidad de poder ser facilitador, guía e inspirador para que otros se sumen en una causa común y logren alcanzar objetivos conjuntos mientras se desarrollan, crecen y maximizan su potencial. Esa responsabilidad es muy grande y no se puede ejercer sin valores como la humildad, el respeto, la honestidad, la ética, la generosidad, el auto-conocimiento. Ser un líder es muy distinto de ser un jefe, no se necesita de un reconocimiento formal o una designación oficial para serlo sino que se logra aplicando estos valores y dejando a los demás la posibilidad de reflexionar y tomar sus propias decisiones a la luz de sus propias valoraciones de las opciones disponibles para acercarse a la visión compartida. No se trata de autoridad ni de impartir instrucciones frías e impersonales sino que un líder siempre valora a la persona desde su humanidad y de manera integral.
En lo personal no me siento cómoda cuando intentamos encasillar modelos de actuación por género ya que estoy totalmente convencida de que todas las generalizaciones absolutas son incorrectas. No es cierto que se pueda afirmar que todos los hombres o todas las mujeres se ajusten a un modelo específico en particular. Por lo tanto no creo que exista un modelo de liderazgo masculino y otro femenino. Sí creo, y lo he corroborado y aprendido a lo largo de mi trayectoria profesional, que hay muchos modelos de liderazgo y que las conductas que se han visto mayormente presentes en un entorno suelen ser asimiladas y repetidas por otros que crecen en esos mismos ámbitos, pero no porque sean innatas y exclusivas a un género.
Así, dado que el mundo empresarial ha estado por mucho tiempo muy ampliamente compuesto por hombres, se podría pensar que ellos lideran con un modelo particular. Pero lo mismo sería cierto si vemos que las mujeres se han dedicado históricamente al cuidado de las personas mayores y menores de las familias y entonces son más expertas en estas cuestiones, en tratar con las personas desde una perspectiva más sensible.
Pero las habilidades y características necesarias para una u otra situación se aprenden a través de la cultura y la educación y entonces están sujetas a la intención y voluntad de cada individuo por desarrollarlas, consolidarlas y aplicarlas. Tan es así que en mi propia experiencia yo encuentro ejemplos muy claros de mujeres que han tenido roles de liderazgo ejercidos con muchísima dureza y autoridad a la vez que encuentro muchos hombres que han sido muy cercanos a sus colaboradores y se han constituido en verdaderos motores para su desarrollo, despegue y excelencia profesional.
«El liderazgo significa una enorme responsabilidad de poder ser facilitador, guía e inspirador para que otros se sumen en una causa común y logren alcanzar objetivos conjuntos mientras se desarrollan, crecen y maximizan su potencial».
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional que desarrolla su actividad desde distintos sectores y responsabilidades, entre ellos la industria del seguro, y que constituye una parte protagonista de la audiencia de Muy Segura?
Me da mucha ilusión que mi experiencia sea conocida por mujeres profesionales de la industria del seguro ya que yo también me considero una mujer de esa industria tras haber desempeñado roles internacionales de liderazgo en varias corporaciones de seguros de alcance global. Para ellas y para todas las mujeres profesionales me gustaría dejarles como mensaje que se mantengan conscientes de que, sin importar qué cargo ocupan en lo profesional e incluso en su vida personal, siempre hay alguien que te mira y que busca aprender de ti.
Por ello, ¡inspira y ten gratitud! Es una de las mejores maneras de ayudar a que lo mejor de cada una trascienda y sirva para que alguien más se haga una persona mejor. Y, fundamentalmente, sean generosas para ayudar a más mujeres como ustedes a que puedan avanzar en el camino con la menor cantidad de obstáculos, ayúdenlas a abrir puertas y a atreverse a tomar riesgos: nadie nace sabiendo, no importa de qué genero seas.
Si de a poco mejoramos todos, sin duda este planeta será el mejor lugar para que vivan todos los seres humanos de hoy y de las generaciones por venir. Todas tenemos mucho que dar y somos irreemplazables en esta responsabilidad.
«¡Inspira y ten gratitud! Es una de las mejores maneras de ayudar a que lo mejor de cada una trascienda y sirva para que alguien más se haga una persona mejor».
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Quiero agradecer la oportunidad de compartir mis vivencias y experiencias con otras mujeres, para que puedan ver que hay que enfrentar los desafíos que se nos presentan sabiendo que somos valiosas y que tenemos mucho para aportar. ¡Elijamos libre y conscientemente qué queremos y caminemos hacia nuestro objetivo! Si creemos en nosotras mismas, ¡no hay nada que nos pueda detener!
«Quiero agradecer la oportunidad de compartir mis vivencias y experiencias con otras mujeres, para que puedan ver que hay que enfrentar los desafíos que se nos presentan sabiendo que somos valiosas y que tenemos mucho para aportar».