La Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid, ASEME, colabora en esta sección con ‘Muy Segura’ con el objetivo de dar a conocer a nuestra audiencia los diversos y valiosos perfiles de sus empresarias que constituyen, sin duda, un claro ejemplo para tod@s nosotr@s.
Este mes entrevistamos a María Rosa de la Iglesia Arranz, socia cofundadora del estudio RC Arquitectura.
¿Cómo fueron sus inicios profesionales.
Complicados. Empezamos mi socia Cristina Romero y yo con todo en contra: dos amigas (cuando nos advirtieron sobre el peligro de asociarse con amigos), dos mujeres (en el masculino mundo de la construcción), y lo peor: ¡ningún conocimiento sobre empresas! (somos las primeras empresarias de nuestras familias…). ¡Toda una aventura! Además, nos lanzamos a ella en plena crisis de la construcción, allá por el año 2010… Básicamente, no teníamos nada que perder, y nos apetecía mucho emprender. Era nuestro sueño.
¿Qué mejores momentos atravesó en su primera etapa? En el lado opuesto: ¿qué dificultades afrontó?
La ilusión de los comienzos puede ser lo mejor de la primera etapa. La satisfacción de sentirnos libres, de sentir que nos podíamos organizar a nuestra manera, aunque la organización y la libertad consistieran en trabajar un sábado o un domingo porque así lo requerían las necesidades del estudio.
Lo peor, la mala gestión que hacíamos, tanto Cristina como yo, de los malos momentos, de los bajones, de los momentos duros… Nos veníamos abajo, nos desanimábamos con mucha facilidad… En esos momentos, nos ayudó mucho ser dos, pues la una tiraba de la otra hacia arriba. Si una se venía abajo, ¡la otra siempre se tenía que venir arriba! Eso sí que lo hicimos muy bien.
«La ilusión de los comienzos puede ser lo mejor de la primera etapa».
¿Podría mencionar los hitos acontecidos para usted, hasta la fecha, en el transcurso de su recorrido laboral? ¿Por qué han tenido un significado especial?
El principal hito fue el momento en que decidimos contratar a la primera persona del equipo, Paula. Para Cristina y para mí fue un momento muy importante en el desarrollo de RC porque pasamos de considerarnos dos autónomas a asociarnos para crear algo más grande y diferente a nosotras dos, un ente propio que nos hacía co-responsables a la una de la otra, y sobre todo responsables de un equipo. Este cambio nos forzó a crecer, a aprender, a ser diferentes de como habíamos sido hasta ese momento. Aún pasó mucho tiempo hasta que llegamos a creernos realmente empresarias, y no autónomas o autoempleadas, pero el punto de inflexión fue ése.
Otro hito fue conseguir la primera certificación Passivhaus de la Comunidad de Madrid en el año 2015. El estándar Passivhaus es el estándar energético más exigente a nivel mundial. Nosotras nos formamos en el mismo en el año 2012, en el primer curso que se impartió en Madrid y uno de los primeros impartidos en España. Desde entonces fueron 3 años de lucha hasta conseguir alcanzar dicha certificación, pues se trataba de un estándar muy poco conocido en nuestro país (en la actualidad se oye más hablar del mismo, aunque aún sigue siendo desconocido para gran parte de la población). Después de esta certificación pasamos años duros hasta que conseguimos nuestra segunda certificación, en una vivienda en el centro de Madrid. Ese hito también fue muy importante porque nos situó en el mapa del Passivhaus español.
Por último, encontrar una formación empresarial que nos cuadrara, que entendiéramos, que se adaptara a nuestras circunstancias como microPYME, que fuera práctica, clara y directa fue también muy importante para nosotras. Esto ocurrió en el año 2019. Hasta entonces habíamos dado muchos palos de ciego, pero fue en ese momento cuando realmente empezamos a funcionar como a una empresa, creciendo ininterrumpidamente hasta ahora.
«Otro hito fue conseguir la primera certificación Passivhaus de la Comunidad de Madrid en el año 2015».
¿En qué responsabilidades está envuelta en la actualidad y qué objetivos tiene, desde su posición, en el medio plazo?
En la actualidad co-lidero mi estudio de arquitectura junto a mi socia, diseñando para autopromotores viviendas de altísima eficiencia energética, sanas y confortables, ofreciendo un llave en mano técnico.
El objetivo del estudio en este año 2024 es poder ofrecer a los clientes una opción de vivienda de calidad (obviamente, también de altísima eficiencia energética, como todas las viviendas que salen de nuestro estudio) en que tanto los plazos como el precio estén cerrados desde antes de empezar la obra. Para ello nos apoyaremos en la prefabricación y la industrialización. Creemos que es necesario ofrecer esta posibilidad, pues en la actualidad, la subida de precios que afecta a todos los sectores, y también al sector de la construcción, hace que a muchos autopromotores les sea imposible afrontar la ejecución de la vivienda de sus sueños. Además, la dificultad de las empresas contratistas para encontrar mano de obra cualificada hace que las obras se prolonguen más de la cuenta, acumulando retrasos de meses con respecto al plazo inicialmente acordado.
Por otro lado, actualmente colaboro con ASEME en el grupo de Alianzas y Convenios.
«El objetivo del estudio es poder ofrecer a los clientes una opción de vivienda de calidad (obviamente, también de altísima eficiencia energética, como todas las viviendas que salen de nuestro estudio) en que tanto los plazos como el precio estén cerrados desde antes de empezar la obra».
¿Cuándo y por qué surge su vínculo con ASEME? ¿Qué es lo que más valora de su pertenencia a esta Asociación?
Mi socia y yo siempre hemos creído en el asociacionismo, habiendo pertenecido a diversas asociaciones de técnicos y de empresarios a lo largo de los últimos años. En el año 2019 establezco relación con varias mujeres pertenecientes a ASEME. Hacía tiempo que en el estudio teníamos ganas de pertenecer a una asociación de mujeres empresarias, y poder ser socias de ASEME nos resultó un honor.
Algo que me llamó mucho la atención fue la sensación de ser todas iguales. Desde la que tiene una empresa de cientos de empleados hasta la que es autónoma y lucha por salir adelante cada mes, ASEME es un espacio en el que todas compartimos problemas similares, unas podemos aprender de otras, y existe una enorme cercanía entre todas.
Además, la posibilidad de codearte con todo tipo de empresarias permite establecer muy buenas sinergias y colaboraciones, lo que puede abrir nuevas posibilidades de negocio para tu empresa.
«Hacía tiempo que en el estudio teníamos ganas de pertenecer a una asociación de mujeres empresarias, y poder ser socias de ASEME nos resultó un honor».
¿Desea lanzar un mensaje a la mujer profesional que, desde distintos mercados y posiciones, constituye una parte destacada de la audiencia de Muy Segura?
Me gustaría decirles que nunca dejen sus sueños a un lado. En nuestro caso fue emprender y tener una empresa. No es un camino fácil, pero está lleno de alegrías, a veces pequeñas y otras más grandes.
«Me gustaría decirles que nunca dejen sus sueños a un lado».
¿Quiere añadir algún comentario, reflexión o valoración adicional?
Y por último, que nunca dejen de formarse, de aprender de todo y de todos. Es algo muy gratificante porque te permite seguir mejorando día a día.