Por Mayte Martínez, periodista especializada en belleza y bienestar; creadora del espacio Belleza eres tú.
Todo tiene su cara y su cruz. El uso de mascarillas nos protege de virus y contagios, cara. La cruz, que tantas horas con el rostro confinado provoca maskné, un problema más allá del acné. Hablamos con la experta Cristina Galmiche sobre las posibles soluciones y si se puede prevenir los efectos que provoca en la piel el ir enmascarados durante horas.
El maskné, que va más allá de la espinilla y el punto negro, se ha convertido en la preocupación que más consultas genera en los centros de estética. Y no solo en las pieles acnéicas. El uso de principios activos agresivos, la higiene inadecuada y las fibras sintéticas de las mascarillas son los aliados perfectos de este nuevo tipo de acné que pueden sufrir todos los tipos de cutis.
Reacción de la piel bajo la mascarilla
“No solo en pieles grasas o con tendencia acnéica se instala el maskné; también ha aparecido en todas aquellas que antes de confinarse tras la mascarilla ya estaban sensibilizadas por las agresiones externas (sol, polución, cosmética agresiva)”.
Cristina Galmiche, esteticista con más de 30 años de experiencia, reconocida gurú en restaurar casos ‘imposibles’ de acné severo y otras afecciones de la piel, fundadora y directora de los centros que llevan su nombre.
Además de problemas relacionados con el acné, quistes, espinillas, forúnculos, puntos negros, también se han disparado las irritaciones, rojeces, eccemas, tirantez y deshidratación. Esto es así porque el uso continuado de la mascarilla crea un hábitat pernicioso para el cutis, ya que el calor y la humedad provocadas por la respiración, unidos al roce con las fibras sintéticas que componen los filtros protectores, son un caldo de cultivo para que las bacterias y otros microorganismos encuentren una zona ideal para proliferar. “Si a esto se le añade una epidermis maltratada o mal cuidada, el tejido cutáneo no es capaz de resistir, se altera y se rinde.”
Zonas más críticas del rostro al maskné
En cuanto a la aparición de granitos, puntos negros y espinillas, las zonas más críticas son “mentón, barbilla y aletas de la nariz, debido a la mayor presencia de glándulas sebáceas y por ende donde más obstáculos encuentra el conducto excretor para drenar la grasa de manera natural si están sometidas al hábitat que genera la mascarilla” .
Si hablamos de rojeces, irritaciones y eccemas “aparecen sobre todo en mejillas y pómulos, acosados por las fibras sintéticas y el caldo de cultivo generado por las bacterias bucales que exhalamos con el aliento”.
Activos a evitar bajo la mascarilla
A evitar: “Principalmente todos aquellos que sean comedogénicos y oclusivos (que taponan los poros y provocan un ‘atasco’ de la grasa en el conducto excretor de la glándula sebácea). Además, mi consejo es evitar el uso sin prescripción profesional y controlada de ácidos potentes, como el retinol puro, o de despigmentantes fuertes, ya que sensibilizan el tejido cutáneo en su conjunto, y pieles finas que nunca habían sufrido problemas de acné, pueden comenzar a tenerlos”.
Cristina Galmiche, esteticista con más de 30 años de experiencia, reconocida gurú en restaurar casos ‘imposibles’ de acné severo y otras afecciones de la piel, fundadora y directora de los centros que llevan su nombre.
En cuanto a la limpieza, “es preferible no utilizar jabones o lociones astringentes y secantes, ya que alteran el pH cutáneo y su escudo protector. Las bases de maquillaje, mejor las más fluidas y no comedogénicas, y evitar el uso de polvos”.
Si hay un brote activo de acné o irritación y hay que llevar mascarilla muchas horas seguidas, “mi consejo es evitar el maquillaje. Tampoco es aconsejable utilizar factores de protección si no se va a tomar el sol porque manchan mucho la piel”.
Aliviar el estrés epidérmico
Lo ideal es no manipular las piel alterada, sobre todo si existe un brote acnéico. Para desestresar la piel a lo largo de la jornada, “mi consejo es realizar una limpieza intermedia entre la de la mañana y la de la noche, utilizando una leche limpiadora y un tónico calmante y a continuación aplicar una crema o suero regenerador e hidratante. No es conveniente aplicar productos astringentes”.
¿Cuál es la mascarilla que menos maskné provoca?
“Sin duda alguna las de algodón orgánico con un filtro intercalado en la tela que proteja frente al virus, a nosotros y a los demás. Estos filtros se adquieren en la farmacia, son de un solo uso y se pueden recambiar cuantas veces haga falta, cada 4 horas, mejor”.
Además, las mascarillas de algodón orgánico permiten una transpiración más llevadera que las fibras sintéticas de las higiénicas. Deben cambiarse a diario, lavarse con jabón hipoalergénico y no compartirlas con nadie.
Tres pasos «antimaskné»:
Limpieza e higiene mañana y noche con principios activos que respeten el pH de la epidermis. “Mi tándem ideal es la Leche Limpiadora y la Loción Calmante. No utilizar nunca agua del grifo en la operación. Deslizar un pañuelo de papel suavemente hasta retirar toda la suciedad de la piel. Terminar con un pase de un algodón embebido en la loción. Con este gesto, fortalecemos el pH y aumentamos las defensas cutáneas”.
Para los labios y los ojos, utilizar un desmaquillante suave pero eficaz, “como el Desmaquillante Bifásico para ojos y labios. Su fórmula en dos fases, oleosa e hidrosoluble, es altamente eficaz para eliminar restos de maquillaje resistentes y ‘waterproof ’. Su efecto R-hidratación con ácido hialurónico mejora la capacidad humectante de la piel, protegiendo el manto ácido de la zona orbicular y labial, especialmente sensible bajo la mascarilla”.
Como tratamiento habitual, buscar cosméticos que regeneren, hidraten y nutran el tejido sin principios activos invasivos ni irritantes. “Si el maskné ha hecho acto de presencia, aconsejo la Crema Balance; para las pieles sensibilizadas por la mascarilla (sin acné), la Crema Regeneradora; las dos, pueden completar su eficacia añadiendo cuatro gotas del Suero A-s Germ, con propiedades antienvejecimiento, calmantes, regeneradoras y tonificantes, que ayuda a regenerar la piel en profundidad, aportándole flexibilidad, además de reducir marcas y pequeñas cicatrices”.