Redacción ‘MS’- Desde comienzos de 2020, las empresas radicadas en España han tenido que adoptar diversas fórmulas de trabajo flexible para superar la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 y asegurar la continuidad de sus negocios. Según el último estudio realizado por Mercer ‘Trabajo flexible: políticas y prácticas 2021’, el 95% de las compañías considera que la implementación de políticas de trabajo flexible ha sido una experiencia exitosa que ha reportado un aumento de la productividad del 23%. Así lo manifiesta la compañía a través de un reciente comunicado.
Este amplio porcentaje explica que el 86% de las compañías nacionales hayan utilizado este tiempo de aprendizaje para planificar la implementación de políticas de trabajo flexible a largo plazo y llevar a cabo cambios permanentes en su organización. El estudio se ha llevado a cabo mediante la encuesta de 115 empresas que tienen actividad en España de mediano y gran tamaño con actividad en todos los sectores económicos.
A día de hoy, las empresas se encuentran en distintas fases de implementación de su estrategia. Mientras un 20% ya ha comenzado a implementarla y ha compartido sus planes de acción con sus empleados, sólo el 15% ha pasado a la acción y la mayoría, un 44%, sigue en fase de planificación. Por último, el 7% ha planteado su desarrollo, pero no ha comenzado con él.
El estudio revela cómo la modalidad de trabajo remoto a tiempo completo es una fórmula que ha duplicado prácticamente su aplicación en las empresas, y se sitúa ya en un 21% desde el comienzo de la pandemia (11%). Pero, sin duda, el mayor crecimiento se ha observado en el denominado modelo “híbrido”, que combina la flexibilidad para trabajar en la oficina, así como en remoto. Esta fórmula ha triplicado su aplicación, situándose en el 82% desde que comenzó la crisis sanitaria (26%). De hecho, este es el formato más habitual que ya ofrecen las dos terceras partes de las empresas, que cuenta con oficinas locales y, a su vez, ofrecen a sus trabajadores flexibilidad para trabajar en remoto a su elección.
“Estamos experimentando un momento clave para la transformación de las organizaciones y desde Mercer proponemos desarrollar proyectos de co-creación del trabajo junto con los empleados. Para la efectividad de un modelo híbrido necesitamos tener muy en cuenta aspectos como la flexibilidad, la eficiencia, la inclusión, innovación, confianza y conciliación. La clave del éxito de estos nuevos modelos de trabajar reside en el principio de corresponsabilidad, que implica que los empleados tomen decisiones atendiendo las necesidades del equipo y la empresa, además de las personales”.
Juanvi Martínez, Director del área de Career de Mercer.
A pesar de la perspectiva de crecimiento para el trabajo en remoto, nueve de cada diez empresas pretende limitar el número de días que los empleados pueden desempeñar su trabajo en remoto. Así, seis de cada diez fijarán un límite semanal de horas, mientras el 9% sólo impondrá un límite de carácter mensual. No obstante, una de cada cuatro prefiere no estandarizar esta medida y considera más adecuado permitir un mayor margen de organización.
La naturaleza del puesto será el indicador elegido por el 61% de las empresas para determinar la elegibilidad de sus empleados para la modalidad de trabajo en remoto. No se aplicará de manera imperativa, ya que el 82% de las empresas planea consultar a sus empleados sus preferencias y necesidades. A la hora de adoptar una decisión final, también consideran fundamentales las necesidades del cliente (64%) y el desempeño del trabajador (50%).
Otras fórmulas son el conocido job sharing (compartir un puesto de trabajo) que triplicará su uso (14%) y la de jornadas comprimidas (semanas de cuatro días con 10 horas laborales) que, aunque prevé menor aceptación, incrementará su presencia hasta el 6% de las empresas.
Por último, hay que destacar la aceleración digital que estos modelos han provocado. De ahí que el 60% prevea invertir en tecnología para poder apoyar el trabajo flexible.